Capitulo - 6... Las cosas cambiaran.
Los guardias llegaron por mí, como es habitual me ataron a una silla de ruedas, me llevaron al salón de baño, me bañaron atada, siempre era así, pues tenían miedo de que manejara el agua y los asesinara.
La chica que siempre me bañaba, vestía y cortaba el cabello, me vistió, pero me sorprendí pues no me vistió con la misma bata de siempre, esta vez era ropa de verdad, me puso ropa interior y me asuste al ver mi reflejo en el espejo, hace mucho no me miraba en uno. Yo ya era toda una mujer, con senos y todo. Me pusieron un pantalón negro, calcetines y zapatos, Hacía mucho tiempo que no los utilizaba y se sentía muy extraño, pues siempre andaba descalza; me pusieron una blusa blanca de tirantes y peinaron mi cabello, adema me echaron una cosas raras en la cara creo que era maquillaje, al verme de nuevo en el espejo, apenas me reconocí, me veía rara pero bonita.
-porque todo esto?- pregunté sin dejar de verme. La chica se asustó, pues yo nunca hablaba pero de igual forma me respondió.
-el jefe quiere que se sientan más en casa, así que cambiaran muchas cosas- asentí con la cabeza y me senté de nuevo en la silla de rueda, me ataron y me sacaron de allí, yo creí que me llevarían a mi habitación pero no fue así, me llevaron a una habitación en la que jamás había estado, un hombre comenzó a hablar, y me día cuenta que tenía la misma voz que la del altavoz que había sido gentil conmigo.
-hola Emily, digo, Aqua- dijo aquella voz. Yo no lo podía ver, pues todo estaba a oscuras, pero luego todo se ilumino y la luz me obligó a cerrar fuertemente mis ojos para después abrirlos despacio tratando de acostumbrarlos a la luz. Era un hombre, de cabello castaño, con un poco de barba. Ojos azules parecidos a los míos, vestido con traje y corbata, además era algo joven.
-Quien es Emily?- pregunté muy extrañada de que el me llamara así.
-oh, nadie en especial, solo me equivoque lo siento- el hombre me miro directo a los ojos y no pude evitar sentir escalofríos, se acercó a mí con cierta alegría en su mirada y continuo.- mucho gusto Aqua yo soy el Sr. Cromwell el nuevo jefe- se acercó mucho más a mí y trató de besar mi mejilla, yo moví la cabeza bruscamente para apartarlo y lo mire con enojo.
Una risa sonó en el fondo de la habitación, y fije mi vista en esa dirección, un chico alto, rubio y muy apuesto se acercó a nosotros.
-valla con que esta es la famosa y peligrosa Aqua, que orgullo estar en tu presencia- hizo una reverencia estúpida,- déjame decirte que eres hermosa- terminó de hablar.
-ya, no seas ridículo- dijo el otro hombre- Aqua él es Joe, es tu nuevo guardián personal-
-mucho gustó lindura- volvió a hablar el rubio con una sonrisa en su perfecto rostro, moví la cabeza para desechar lo último que había pensado, me estaba volviendo loca o que, todos me miraron raro pero siguieron con lo suyo.
-mí que?, si claro iluso- dije con ironía. El tal Joe me lanzo una mirada acusadora y el otro hombre siguió hablando.
-quiero que veas algo- inmediatamente las luces se volvieron a apagar y solo quedo la luz de una ventana tras de mí, dieron la vuelta a mi silla y pude ver a una niña dentro de otra sala, llevaba una bata blanca, era rubia, de ojos azules y tenía cierto parecido a mí, se notaba que ella había estado llorando, era de unos siete años más o menos.
-vamos Emma muestra lo que tienes- dijo el jefe.
La niña alzo las manos y al agua que había en un vaso cerca de ella comenzó a levantarse, mi corazón se detuvo y mis ojos mirabas horrorizados, aquella niña tenía el mismo poder que yo. Mientras realizaba esta acción, sus ojos comenzaron a ponerse cada vez más blancos hasta su totalidad, voltio la cabeza hacia mí para mirarme con una tenebrosa sonrisa, apreté mis ojos y mis labios, un estallido ensordecedor llegó hasta mí obligándome a abrir los ojos de par en par, comencé a gritar al ver que con un aparato le habían disparado a la niña que yacía en el suelo, luego las luces se encendieron de nuevo, y aquella ventana se apagó, comencé a forcejear en mi silla, gracias a esto caí, mi rostro se estrelló contra el frío suelo.
-nooo por favor, déjenla ir, no quiero que viva lo mismo que yo viví, paren esto por favor- grité con todas mis fuerza, y después de tanto tiempo, volví a llorar. Los guardias me levantaron del suelo y me llevaron a mi habitación, estaba desesperada he inquieta, y seguía suplicando piedad para la niña.
Quien era esa niña, porque tiene el mismo poder que yo, todo esto daba vueltas en mi cabeza. Golpeé la puerta con todas mis fuerzas, trataba de ser escuchada, pero solo logre que mi habitación se inundara de humo adormecedor, me senté en el suelo y poco a poco quede privada en un profundo sueño.
Desperté en mi cama, llevaba puesta una especie de pijama, unos shorts rosa que hacia conjunto con una blusa de tirantes, y unos calcetines blancos, me senté en mi mesa y comencé a dibujar a la niña Emma, la verdad era muy buena dibujante, los retratos me quedaban geniales y los paisajes parecían muy reales.
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Editado: 19.09.2018