Aqua

Capitulo - 8... Bella y dulce libertad.

Capitulo-8... Bella y dulce libertad.

Abrí mis ojos tratando de acostumbrarlos a la luz, di alguno pasos contemplando el cielo, pude ver el hermoso cielo azul, el sol, las aves volar y respirar aire puro, baje totalmente la guardia de mi poder, voltee a ver el horrible lugar en el que había estado tantos años encerrada, me despedí con mi mano y una enorme sonrisa en el rostro, pude ver como el Sr me miraba con tristeza, me sentí un poco culpable pero reprimí ese sentimiento- hasta nunca Sr. Cromwell- grite a todo pulmón, y salí corriendo, Joe junto a otros dos guardias me siguieron, me escondí en una tienda de ropa que vi en mi camino, deje pasar un buen rato, y al cerciorarme de que no había nadie por ahí salí de mi escondite y me eche a correr sin rumbo fijo, ni siquiera sabía en qué cuidad o país estaba, me detuve en un hermoso parque, mis pies me dolían de tanto correr, y necesitaba tomar mucho aire, cerré y abrí mis ojos varias veces para asegurarme de que no era un sueño, esto era real, que alegría. me adentre más al parque, me senté en una banca frente a una enorme fuente, podía ver a los niños correr, al igual que los perros, parejas enamoradas, ancianos, arboles, flores, color, la vista era impresionante esto definitivamente era lo mejor que me había pasado en la vida.

Anochecía, el color de la tarde inundo mis ojos causándome inmensa alegría, al salir la luna me asuste un poco, no tenía a donde ir, tampoco tenía dinero y moría de hambre, me quede mirando fijamente la luna, casi en un trance. Me asusto un sonido a mi lado, me gire rápidamente y pude ver la raíz de esto, un chico se había sentado a mi lado y hablaba por su teléfono.

-no papá ya te dije que no pienso volver, ya tengo una vida acá, no pueden manejarme a su antojo, ya no soy el títere de ustedes, dile a mamá que los quiero mucho, adiós- colgó, metió su cara en sus manos, y se quedó allí, lo mire fijamente, llevaba un jean negro, un chaqueta negra y botas cafés, tenía el cabello un poco largo. Carraspee la garganta, el levanto su cara y me miró, sus ojos negros chocaron con los míos azules, nos quedamos viéndonos fijamente un par de minutos, desvié mi vista avergonzada.

-hola-dijo y volví mi mirada a él.

-hola-dije

-lamento haberte molestado-

-no es nada- sonreí

-oh, pero que grosero soy- se puso de pie y me extendió la mano- mucho gustó yo soy Jack Adams- dudé un poco en tomar su mano.

-yo soy Aqua-

- Oh, genial, buen nombre- sonrió, con este gesto hizo que se me pusieran los pelos de punta, y me puse más nerviosa de lo que ya estaba - y que hace una chica tan hermosa sola, en el parque en la noche- me quede callada por unos segundos mirando la luna, tratando de pensar en una buena mentira que me sacara de esta.

- mmm… Es que no tengo a donde ir- dije con nerviosismo y muy apenada acabo de llegar de otra cuidad y no tengo a donde ir, ni nada- apreté mis ojos con fuerza, que mentirosa era, iba a crecer la nariz como al niño de madera en los cuentos que papá me leía, al parecer estaba recordando un poco.

-enserio?? Que mal, a mí también me paso lo mismo cuando llegue aquí a New york- no tenía idea que me encontraba en New york, siempre habría querido venir aquí que alegría.

- pero yo te puedo ayudar-

- enserio... harías eso por mí- sonreí como tonta

-claro que si- sonrió también - ven te llevo a donde trabajo para ver si hay algún trabajo que puedas realizar- no dejo que le dijera nada, tomo mi brazo y me halo, él era un chico muy lindo, jamás había hablado con alguien como él, creo que comencé de la mejor manera mi libertad.

Mientras caminábamos hablamos un poco, bueno el hablo, yo solo miraba el suelo, escuchando lo que él decía.

-y de dónde vienes- metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y me miro, luego volvió la mirada al camino. Me pase la mano por mi cabello con nerviosismo, trataba de pensar en un lugar.- de Canadá!!, si de Canadá- dije un poco eufórica. - estás segura- creo que me cacho en mi mentira. - sí, claro- mire hacia otro lado evitando su mirada para que mi mentira fuera más creíble.

Nos detuvimos frente a un local, tenía una puerta de cristal y varias ventanas grandes rodeaban el lugar, casi en el techo había un letrero que decía, "Lalo's rock". Jack abrió la puerta y me hizo pasar, el lugar era muy cálido, había una pequeña tarima, en ella estaba un chico cantando. Habían varias mesas, dos barras a cada lado del lugar, también estaban personas comiendo y otras bebiendo. El chico en la tarima cantaba una canción lenta, era de verdad muy buena, el cantaba genial, pero las personas que habían allí estaban entretenidas en otras cosas, a duras penas escuchaban la canción. Jack me indico donde sentarme, en una de las barras, le pidió a un chico que estaba ahí que me sirviera una buena hamburguesa y luego se fue. Recordaba el nombre de hamburguesa, pero no recordaba cómo era ni su sabor, gire en mi asiento y contemple al chico que cantaba, que además tocaba la guitarra, sus ojos eran claros, al igual que su cabello, un poco pálido, llevaba un jean azul, camisa gris con cuello en v y unas botas cafés. El chico de la barra me llamó, me gire y me encontré con una montaña de comida, ahora si recordaba lo que era una hamburguesa, la tome y le pegue un mordisco, esto sabia grandioso, cerré mis ojos para disfrutar este sabor tan delicioso. Una mano se descargó sobre mi hombro, sacándome de mi ensoñación.




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