Salí corriendo lo más rápido que pude, no mire hacia atrás simplemente no podía, aquella imagen me tenía completamente destrozada solo podía sentir un agujero en el pecho y un sinfín de lágrimas deslizarse por mis mejillas, jamás pensé que el dolor se pudiera sentir de esta forma, jamás pensé que pudiera arder en lo más profundo de mi ser, jamás pensé que él me lastimaría de esta forma.
Solo quería desaparecer, solo quería cerrar mis ojos y pensar que todo esto no era cierto, que era una pesadilla, que este dolor no era real, que nada de esto era real.
Con la poca claridad que tenía en mi mente en ese momento me di a la tarea de conseguir un taxi y al lograrlo se podía notar la incomodidad del conductor por mi presencia, los minutos parecían horas parecía que este tormento no acabaría, pero lo peor era que en el fondo de mi ser sabía que este dolor no se iría, no hoy, no mañana y la verdad no sabía cuándo.
Ya en mi hogar la oscuridad era insoportable, un frío me recorría todo el cuerpo, pero se concentraba en mi pecho, pareciera como si el frío tuviera todo mi corazón envuelto, como si no quedara nada de él, me sentía flotando en un inmenso mar, un inmenso lugar de donde nadie podía salvarme.
Jure que era un dolor real, sentía como algo se desgarraba dentro de mí, como algo presionaba mi corazón con tanta fuerza que estaba por romperse ¿Uno puede morir por un corazón roto? Era una pregunta que cruzo por mi mente, pero no tenía la certeza para responder, aunque por todo este dolor parecía que la ultima gota de vida había abandonado mi cuerpo.
Muchas más preguntas rondaban por mi cabeza y no podía responder ninguna de ellas por más que yo lo deseara, cada vez que lo intentaba solo conseguía que una infinidad de recuerdos emergieran uno tras otro, ya no podía sonreír con aquellos recuerdos que antes me llenaban de felicidad ahora solo me llenan de dolor, de amargura y una horrible sensación de que todo fue una mentira.
¿Por qué no fui lo suficiente buena para ti? ¿Por qué me cambiaste? ¿Por qué hoy?
Las lágrimas seguían brotando, podía sentir como mi rostro, mi cabello, mi maquillaje se encontraba hecho un desastre, para ser sinceros yo era el desastre.
Solo podía ver el vestido tendido en la cama, ese vestido que busque ton tanto esmero, con tanto amor, con tanta ilusión para el que se suponía que sería el mejor día de mi vida.
Pero solo termino convirtiéndose en el peor, cuando pensé que había encontrado el amor la vida con un golpe en seco me dice que no, que no merezco ser feliz.
Mentiras, tracciones, dolor, decepción así es como recodaré el día de mi boda, me vestí de blanco solamente para sumergirme en la oscuridad.