Tome un sorbo del café que tenia en mi mesa de estar y miraba a Bobby mientras se toma un pequeño momento para analizar todo lo que le conversamos hace unos momentos.
—Creo que ambos son un par de imbéciles—cruzo los brazos—Ya no se a quien de los dos desteto más.
—Yo un poquito más a ella—solté una pequeña risa nerviosa—Tengo que odiarla más a ella para poder sobrellevar toda esta situación.
El solo me miro y me pidió que le explicara.
—Desde pequeña creí en el amor, creí que algún día encontraría a alguien que cuidaría mi corazón para siempre, lo deseaba tanto pero eventualmente lo deja esperar—di un gran suspiro y después de una pequeña pausa continúe hablando—No se que cambio en mi cabeza que me hice a la idea de que jamás llegaría ese alguien.
Bobby solo me tomo la mano al ver que algunas lágrimas empezarían a brotar.
—Y llego él—mi voz se quebró—al principio tenía mucho miedo, tenía mucha incertidumbre acerca de lo nuestro, si de verdad iba a funcionar y aun con todo el miedo del mundo decidí comenzar este viaje.
El solo seguí tomando mi mano con fuerza, podía entender que Bobby no diría ni una sola palabra hasta que yo sacara todo este sentimiento que llevo atorado desde hace mucho.
—Sin darme cuenta el tiempo paso, él ya era algo fundamental en mi vida o mas bien ya era parte de mi vida, lo pensaba a todas horas en ocasiones mas de las que debería—solté una pequeña risa y me limpiaba mis mejillas empapadas de lágrimas—Y al final paso, me enamore y le entregue mi corazón, se lo entregue Bobby.
Algunas lagrimas brotaban, pero trataba de mantener la compostura.
—Y pensé que el también se enamoro de mi o eso me hizo creer—un suspiro y una pausa—El prometió cuidar mi corazón y aquella noche con el mar como testigo sellamos nuestro amor.
—Pero nada resulto como tu esperabas—hablo por fin Bobby.
—Así es, nada resulto como mi corazón esperaba, y ya después de esa noche todo parecía ir de viento en popa sin embargo todo el mundo sabe que final tuvimos—hable ya más tranquila.
—¿Y por qué la detestas más a ella?—pregunto Bobby mientras le daba un sorbo a su café.
—Por que ella sabia todo, sabia todas mis inseguridades, mi miedo a entregarme a alguien más, sabia cada detalle de mi vida con él y solo disfrazo su empatía, su preocupación para luego romperme el corazón—suspire y trague un amargo nudo de saliva—Por eso la detesto mas a ella que a nadie en el mundo.
—¿Es un poco egoísta ese pensar no?—habló con un poco de miedo.
—Quizás, pero ella dijo que cuidaría mi corazón como yo había cuidado el de ella—suspire—Pero de la que tenia que cuidarme era de ella.
La platica termino ahí y sinceramente me sentí agradecida, aunque me duele admitirlo pensar y hablar de Jonathan me causaba todo menos enojo lo contrario a Dayana, solo pensar en ella me daba asco al igual que un resentimiento enorme.
Y estoy harta que me digan como debo manejar mi vida, todos me dicen que debo perdonar a Dayana, que una amiga vale mas que un hombre, que no vale la pena perder una amistad por culpa de un amor que al final no resulto tan sincero como yo esperaba.
Estoy harta, estoy asqueado que yo deba ser la empática con Dayana, estoy harta que yo deba pedir perdón cuando fue a mi a quien le rompieron el corazón.
Bobby estaba a punto de irse, pero lo detuve.
—¿Puedes quedarte esta noche?—pregunte con algo de pena—Es que no quiero pasar esta noche sola.
—¿Todo bien?—pregunto preocupado—Acaso esos pensamientos regresaron.
—No Bobby, no es eso—respondí más apena que nunca—Es que mañana seria un año de mi boda.
Se acerco, me abrazo y dijo que se quedaría las noches que sean necesaria.
Nota del autor: Espero que hayan pasado una excelente Navidad, de todo corazón les deseo lo mejor para ustedes y todos sus seres queridos también recuerden que le mundo seria mejor con un poco de amor ase que ya sabes, si ves a alguien pasando una situación difícil solo trátalo con un poco de amor y amabilidad. ¡Les deseo lo mejor hoy siempre! atte: Enrique Salazar