El frio de la noche era abrumador, caminaba lentamente sin mucho ánimo de llegar a mi hogar, algunas miradas se clavaban en mí, no me había visto pero era casi seguro que estaba hecha un desastre.
Estaba a nada de llegar a la puerta, pero una sorpresa me detuvo de golpe.
—¿Qué haces aquí?—hable sin fuerzas—¿Acaso no has tenido suficiente?
—Jamás tendré suficiente de ti—respondió Jonathan.
—Yo creo que sí, o por lo menos yo ya tuve suficiente de todo esto—hable mientras introducía mi llave a la cerradura.
—¿Podemos hablar?—fijo la mirada en mi—Necesito hablar contigo.
—Ya no queda nada más que hablar, yo ya he dicho todo—el me tomo de la mano.
—¿Qué más quieres de mí? ¿Cuánto daño más debemos que hacernos para que esto acabe?—mi voz se quebró—Yo ya no quiero, yo ya no puedo, ya no quiero más dolor.
—Falle lo sé, pero quiero ser el hombre que necesitas—apretó con más fuerza mi mano—Quiero que este funcione por los dos.
—Necesitaba que seas un hombre el día de nuestra boda no el día que te dañe el ego—hubo una pausa entre ambos—Pensé que, al dañarte, al dañarla a ella yo estaría mejor pero solo siento vergüenza en lo que me convertí.
El no dijo nada solo bajo la mirada y se quedó ahí.
—¿Sabes? Cuando todo este plan loco comenzó yo estaba muy decidí, si muy decidí—una pequeña risa salió de mi boca—Pero algo cambio con el tiempo, ese algo fue tenerte a ti pero tener a alguien no es lo mismo que estar con alguien, tu cuerpo estaba conmigo pero tu ser, tu esencia no se encontraba conmigo.
—Kat eres lo mejor que he podido tener y soy el hombre mas estúpido por haberte perdido— hablo y trato de besarme, pero lo detuve.
—Ya no hay nada aquí para ti y eso es algo que tu decidiste—una pequeña pausa—Si realmente es cierto que me amas solo déjame ir.
—No puedo dejar a la persona que amo, no puedo dejar ir al amor de mi vida—hablo y de nueva cuenta tomo mis manos.
—Deja de decir que soy el amor de tu vida—hable con la mirada hacia abajo—Deja de decir que me amas, deja de mentirte y deja de mentirme.
—Kat yo de verdad quiero tener—seguía repitiendo las mismas palabras.
—Pero yo ya no, ya no quiero seguir teniéndote en mi vida, no quiero ser siendo un trofeo para tu ego, yo no puedo, te tanto amor que al final se me olvido guardar un poco para mi, por que seamos honesto siempre fui la que dio de más por salvar esto—mi voz se quebró inmediatamente—Te quise tanto que hasta el día que me dejaste en nuestra boda, traté y trate con mucha fuerza de entenderte, trate de buscarle una solución a nosotros , trate de entender de como dañas a alguien que amas, trate de entender de como puedes romper un corazón que te dio todo es por eso que te pido por dejes de decir que soy el amor de tu vida, por que al final del día nadie en su sano juicio lastimaría al amor de su vida.
Cerré la puerta sin importar que el estuviera ahí afuera, golpeo unas cuantas veces la puerta con mucha insistencia y gritaba mi nombre, pero eventualmente se fue.
Me encontraba otra vez, sola y rota, pero con la diferencia que ahora no había a quien culpar, por que en el instante que permite dejarlo entrar otra vez yo misma me olvide de mi valor una vez más, las lágrimas caían una tras otra, pero pareciera que esta vez ni si quiera llorar podría curar el dolor que tengo en el pecho.
¿Realmente hay alguien ahí afuera que me pueda amar? ¿Todavía existe gente buena ahí afuera? ¿Todavía merezco ser amada?
Antes pensaba que si, pero con lo sucedido esta noche quizás solo tengo lo que me merezco.
Nota del autor: Una gran disculpa por no subir el capitulo el sábado, pero me encuentro atravesando una infección pulmonar y no me encontraba muy bien. Gracias a Dios ya me estoy algo mejor y podemos continuar con las actualizaciones semanales. Les mando un abrazo virtual.