Aquel Chico del Autobús

Capítulo 1: ''Él otra vez''

-¡Levántate, Mauricio!-gritaba la madre del muchacho que quería seguir durmiendo- ¡llegas tarde otra vez y no comes por tres días!

Luego de eso último mencionado por la joven mujer, Mauricio se despegó inmediatamente de la cálida cama y su piel se erizo al sentir el frío mañanero. Rápidamente se ducho con agua caliente, se miro al espejo notando que estaba tan chino como todas las mañanas desde que nació, se puso su uniforme recientemente lavado y tomó su mochila preparada la noche anterior. Bajó las escaleras a la velocidad de la luz casi tumbando a su madre que se dirigía a la cocina.

-Tomaré esto y me iré lentamente -pronunció Mauricio mientras tomaba tres panes de la canasta que su madre llevaba en manos. Ella fulminó con su mirada a su impuntual hijo y este se retracto- perdón, me iré rápidamente.

Mauricio le dio un beso en la mejilla a su madre como despedida, salió de casa para dirigirse al paradero y logro alcanzar al autobús que ya estaba por irse. Se sentó en el único asiento libre el cual se encontraba en la parte inferior del bus.

Desde atrás logró vislumbrar una llamativa cabellera castaña, en un instante reconoció de quien se trataba. Hace ya unas semanas siempre se encontraba con aquél muchacho él cual parecía mayor por algunos años más, siempre llevaba un libro con él y siempre bajaba después que nuestro escolar.

El escolar desde hace unos días había desarrollado un poco de interés por aquél joven lo que lo llevó a tratar de hablar con él sin éxito alguno ya que siempre se arrepentía a mitad de camino. Lo más cerca que Mauricio había estado del supuesto universitario era dos asientos detrás de él.

-¡Baja! -gritó Mauricio mientras tocaba el timbre de la puerta inferior al notar que estaba por pasarse su paradero. La gente del bus lo miró con mala cara por él escándalo que hizo.

Hubo alguien que también miró hacía atrás por el escándalo provocado por el escolar, este también notó como al descuidado "niño" se le calló la billetera al bajar.

Él universitario dejo libre su asiento y avanzó hacia la parte de atrás del bus para recoger la billetera que por suerte nadie más había visto. Él joven inspeccionó la billetera encontrando el carnet de identidad del menor, su tarjeta del bus y algo de dinero. 

-Que tonto -murmuró el joven, guardó la billetera en la mochila que siempre llevaba con él y tocó el timbre para bajar en el siguiente paradero.



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En el texto hay: humor, boyslove, capituloscortos

Editado: 17.12.2018

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