Aquel Chico - Namjoon

CAPÍTULO 25 - FINAL

Capítulo largo

 

 

 

Si me hubiesen dicho que cuidar a un niño sería sofocante y estresante, entonces no hubiese aceptado nada desde un principio.

—Mira esas ranitas, cariño —Le señalo a mi pequeño demonio en brazos pero me ignora de manera olímpica. Con esto me doy cuenta que ser madre no es para mí.

—¿No es muy pesado que lo cargues tú? —Su padre llega a mi lado y lo agradezco en el alma. Lo toma en brazos y lo eleva hasta casi tocar el cielo. Sonrío porque me enternece ver a mis dos bebés desbordando felicidad por todos sus poros.

A lo lejos una figura capta de inmediato mi atención. Un chico se pone de pie y trastabilla hasta darme la espalda, enfilandose a la salida. Es extraño, pero por alguna extra razón alcanzo a vislumbrar su perfil y mi piel se eriza.

Imposible, es sólo producto de mi imaginación. Mi pensamiento quiere tranquilizarme pero es imposible, ese perfil no podría olvidarlo aunque me hicieran miles de lavados cerebrales.

Con mis torpes pies corro en su dirección y dejo atrás a mis dos acompañantes. Él tiene pies largos pero lo alcanzo sin problema alguno. Lo halo del hombro y hago a que gire en su eje. 

No estaba equivocada. Mi vista no me hizo ninguna jugada sucia. Es él. Kim Namjoon.

—Hola, Mi Jung —Mi nombre en sus labios hace que me estremezca. 

No puedo apartar mis ojos de los suyos y siento la loca y desenfrenada carrera de mi corazón retumbar en mis oídos. Ninguno ha perdido el contacto visual hasta que hablan a mi lado.

—¿Estás bien? ¿Sucede algo? —Rompo mi lasciva mirada y observo al recién llegado.

—S-Sí, t-todo bien.

Ambos hombres se atreven a mirarse por un segundo y escucho como Namjoon suelta todo el aire que estaba sosteniendo.

—¡¿Oh Sehun?!

 

 

*****

 

 

—Me es imposible imaginar que tú y yo... —La incomodidad es muy notable tanto en su tono de voz como en su postura.

—También me es imposible creerlo —Carraspeo y bebo un poco del agua frente a mi.

Ambos cerramos la boca y no decimos más. Alrededor solo se escucha la gente hablar pacíficamente y los cubiertos sonando en los platos. La cafetería de la biblioteca es pequeña pero acogedora, aunque en estos momentos me parece sofocante.

—¿Hace cuanto que vives en California? —Su pregunta es tonta pero es obvio que solo quiere romper el hielo. Soporto las ganas de reírme y respiro profundamente.

—Hace dos años y medio. Después de Nueva York tuve que mudarme aquí. La industria musical paga mejor de este lado.

—Veo que lograste tu sueño —Agacha la mirada y la deja allí, donde sus dedos juegan nerviosamente por debajo de la mesa.

—Así es, y tal como lo veo, tú igual lo lograste —Sus ojos se abren tanto que se hacen más expresivos.

—¿Cómo lo sabes? —Inquiere, curioso.

—Los Ángeles está lleno de promocionales con tu rostro impreso en ellos —Abro mis manos y mi voz se vuelve como esos anuncios de televisión —"Firma de autógrafos del gran escritor de novelas románticas: Namjoon Kim". Es difícil no percatarse de esos detalles Namjoon —Es demasiado hasta para mí pronunciar su nombre de nuevo.

—Lamento aquello —Se ríe por lo bajo y alcanzo a observar que esos lindos hoyuelos siguen ahí, luciendo espléndidos en sus mejillas.

—Para nada, quien esté a cargo hace un buen trabajo.

Una vez más el engorroso silencio aparece.

Desde el ventanal veo a Sehun jugando con mi pequeño sobrino y sonrío por inercia.

—Es muy bonito el pequeño —Namjoon observa la misma escena que yo —Nunca imagine que fuera del odioso de tu hermano —Pienso por un segundo y caigo en cuenta de algo que no noto hasta ahora.

—Creíste que era mío, ¿No es así? Por eso saliste corriendo hace rato.

—Cualquiera pensaría lo mismo al notar el brillo en esos luceros avellana que tienes—No se inmuta y vuelve a colocar sus ojos en mí —¿Lograste casarte en este tiempo, Mi Jung?

Siento correr la sangre por todo mi rostro y esta se coloca justo en mis pómulos. ¿Cómo debo responder ante eso? 

—Tuve la oportunidad, pero no lo hice —Suspiro en alto y a él se le desencaja la mandíbula casi hasta el suelo —Era buena persona pero me dolió mucho el rechazarlo.

—Se que no tengo ningún derecho en preguntar pero... ¿Por qué lo hiciste? —Frunce el ceño y se cruza de brazos.

—Aparte de que no estaba preparada, algo dentro de mí me decía que si lo hacía me arrepentiría cada día por ello —La expresión de Namjoon no cambia en lo absoluto y decido terminar con este martirio de una vez por todas. De mi cuello extraigo el collar que jamás me quito y se lo muestro —¿Lo recuerdas? —De inmediato sus orbes se aguadan y veo correr un par de lágrimas por sus mejillas.

Para cualquier persona podría parecer una simple cadena de plata, porque lo es; sin embargo, el dije que lo decora es sumamente único: el anillo de pareja que él me entregó cuando cumplimos los cien días.

—¿Aún lo tienes? —Su voz es apenas un susurro pero cargado de tantos sentimientos que me hace temblar.

—A pesar del tiempo, a pesar de lo dicho y a pesar de lo ocurrido... no he podido superarte Nam —Listo, ya está hecho. 

Quiero meter la cabeza en la tierra como las avestruces por semejante escena que acabo de dar. Si mi yo de hace seis años me viese haciendo esto, seguramente me golpearía.

—¿Sabes... —Lo veo titubear un poco pero una sonrisa le surca la comisura de sus labios —¿Sabes cómo se llama el primer libro que escribí? —Niego lentamente —Se llama "Aquella Chica" y habla de ti. Jamás pude sacarte de mi mente, ni de mi corazón —Ahora soy yo la que comienza a ver borroso debido a las lágrimas. Él aprovecha la oportunidad y toma mi mano por encima de la mesa —Mi única persona, mi única salvación y mi único gran amor... siempre has sido y serás tú. ¿Podrías perdonar a este insulso escritor de cuarta?




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