Aquel Lugar

No tengo miedo

Bueno creo que ya fue suficiente, no puedo con esta impaciencia, quizás luego tenga la oportunidad de vernos, pero ya no puedo esperar más , saltare hacia lo que todos tienen miedo, algo de lo que todos hablan pero que casi nadie quiere hacer, aunque de no ser por aquel día en el que presencie aquello yo tampoco lo Haría.

 

Por muchos años a existido un rumor o eso parece porque desde que recuerdo no se habla casi de ello, sin embargo, mi madre me cuenta historias que le contaban sus padres sobre lo que hay allí en aquella montaña, pero aun así parece que la gente en su tiempo llegó a investigar sobre ello, pero se perdio el interes al pasar de generación, sin embargo todavía hay personas que hablan del misterio que guarda aquella montaña he querido ir, pero aun asi siento miedo, miedo de lo que pueda haber allí no quiero ir solo, pero aun asi no he podido convencer a mi amiga de ir Abigail de piel blanca cabello lacio que parece frágil, pero aun así es ruda conmigo, si, ella es genial eso creo yo.

 

decidí ir a aquella montaña  solo era la 1 de la tarde ya estaba preparado para todo, pero en el camino me encontré a edward él es un señor, ya tendrá unos 40 años el es un viejo amigo de mi madre y de mi padre, había veces en las que charlaba con edward, él me contaba historias de lo que le ha pasado, pero a pesar de yo preguntarle sobre la montaña nunca dijo nada, siempre evadía esas preguntas, sin embargo aquel día nos encontramos,

“cómo estás Alan qué haces por aquí?”

“voy a la montaña respondí sin más”

“ahh la montaña, no te da miedo “

me creía ya un hombre y respondí “no, igual quiero saber porque le temen a este lugar “

”esta bien Alan vamos juntos”

 

mientras caminábamos le pregunté a edward que sabía de la  montaña,

esta vez sí respondió y me dijo todo lo que sabía o eso dijo él, quede impactado con todo lo que me dijo y al llegar a la parte más alta de la montaña, sentí miedo, intriga, me sentí feliz, no sabría como decirlo, me sorprendió ver que en la parte más alta había un hoyo inmenso, pero entonces pasó lo que menos pensé vi a Eduard saltar, me asuste y sali corriendo a medida que me alejaba sentía que se me desprendía algo o mi alma no se que era y caí débil, luego me desmayé, cuando desperté ya estaba muy lejos de aquel lugar, fui corriendo donde mi madre para decirle lo de edward, vivíamos cruzando el pueblo y en el camino vi la hora en el reloj de la iglesia, era temprano como  las 6 de la mañana aproximadamente no lo creía, no podía haber pasado tanto tiempo, seguí corriendo y con el rabillo de mi ojo vi a edward  en la cafetería tomándose su café y su pan como siempre, a las 6 de la mañana, frene en seco,  no entendia, no sabia que estaba pasando, comprendí que el sabia mas cosas y que lo que me dijo podría ser cierto o no.

 




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