Elizabeth, una bruja de 200 años.
Estaba en el bosque buscando manzanas entre los árboles junto a su hermana Laurie.
Ambas necesitaban llevar manzanas para alimentar a su familia, pues cada semana le tocaba a dos hermanos diferentes recolectar aquella fruta. Los hermanos se adaptaban a esto y hacían sin problema cada trabajo.
Laurie: al parecer no hay muchas manzanas acá—dijo exhausta.
Elizabeth: por lo que veo, tienes razón ¿Qué hacemos?
Laurie: la verdad no entiendo a nuestra madre, si no tiene comida ni casa grande porqué decidió tener hijos...
Elizabeth: supongo que querían que fuéramos una gran familia.
Laurie: mmm, no creo.
Elizabeth: yo si lo creo...
Laurie: sabes, a veces me gustaría deshacerme a mis hermanos, siento que son una carga para nosotros.
Elizabeth: ¡Que! Hermanos son hermanos, no harías eso tan horrible—dijo asustada.
Laurie: ¿Segura?—la chica se acerca al oído de Elizabeth y le susurra—ambas sabemos que quieres eso mas que nada en el mundo.
Elizabeth: no tengo razones para eso eso, así que no.
Laurie: nuestra madre no te da la atención que necesitas por ser la mayor, claro que harías eso, idiota.
Elizabeth: ¡Basta! Dejamos esto hasta acá y volvamos, no hablaremos más de este tema.
Laurie: como digas—dijo con ironía.
Al llegar, Alba, su madre toma la canasta y comienza a revisarla.
Alba: ¡Que es esto! ¡Son 10 míseras manzanas!—grito enojada.
Elizabeth: mamá, no habían más...
Alba: ¡No buscaste bien, siempre hay!
Elizabeth: ¡Porque solo me lo dices a mi!
Alba: ¿de que hablas?
Elizabeth: Laurie me ayudo y ella misma sabe que no quedaban más manzanas.
Alba: no te atrevas a meter a mi Laurie en esta conversación, escoria.
Elizabeth: ¡Pregúntale por último!
Alba:-dirigió su mirada a Laurie que yacía sentada en la mesa—¿Es verdad?
Laurie: ella no quiso seguir buscando...
Elizabeth: ¡Jodete perra!
La mujer le dio una fuerte cachetada a su hija la cual se sintió despreciada y traicionada por lo que dijo su hermana.
Alba: ¡no le hables así a tu hermana! sabes, te quedarás sin comer y dormirás afuera, ¡Si no te gusta será peor tu castigo!
La chica sale de la casa enojada con un fuerte portazo. Al salir busca comodidad debajo de un árbol y al sentarse comienza a derramar sus lágrimas, se sentía tan despreciada e inútil, sentía que nadie la quería y que era una molestia para todos en esa casa.
Anocheció y Elizabeth se había quedado dormida después de llorar. La chica despertó y decidió levantarse para caminar a su casa ya que el frío la estaba invadiendo y necesitaba el calor de la fogata que yacía en su hogar. La chica comenzó a caminar y se dirigió hacia la ventana que daba directo hacia el comedor en donde se encontraban todos los hermanos comiendo en la mesa. Elizabeth comienza a oír todo lo que hablaban en la mesa.
Alba: ¿Les cuento una historia?
Goran: ¡Si!
Alba: hace millones de años, con la creación del multiverso aparecieron cinco objetos los cuales mantienen el equilibrio de esté.
Gaia: ¿Qué hacían esos objetos?