05 de enero del 2022
Corazón
Todavía recuerdo el día que nos conocimos, una noche de enero para ser precisos. La forma que interactuemos tú y yo fue algo genuino e inusual. La química que desprendíamos era dudosa, inigualable la reacción como peligrosa. Una línea distante y larga es aquella que nos separaba, pero no nos impidió el hecho de poder amarnos con gran intensidad.
Imposibles caminos por los cuales cruzar se volvían sobre llevaderos; cada uno destinado a su propia miseria, yendo y planteando una ecuación distinta a cada uno de nosotros, un destino combinado que nunca debió de suceder.
Ahora estoy aquí, sobrepasando mi sentir hacia ti, creyendo que mis latidos son los más fuertes, pero sintiendo con el corazón que aquellos mismos latidos fervientes no son correspondidos por ti.
¿Y si nuestra actual relación lo estás haciendo para no lastimarme a mí? Tal vez tú no te enfocas en tu felicidad y solo cuidas que yo no me destroce por ti. El corazón que poseo se enamoró perdidamente de ti. Quiero ocultar aquel sentimiento que se genera cada vez más fuerte.
Eres esa nueva batería que le da energía a mi día, sigo sin olvidar esa noche de enero, aquella extraña forma de conocernos, una alegre e inusual forma de como todo haya sucedido.
Caminos cruzándose a lo lejos, llenos de amor por dar y retos que esquivar, rodeados de personas que no querían nuestra felicidad ver despegar.