21 de abril del 2024
La diferencia del decidir hacerlo y que sea sin querer es demasiada, contigo el amarte era mi decisión. Tenerlo a él era ya difícil, el tenerte a ti se trataba de poder demostrarte el amor que desprendías de mí. Buscando formas de estar contigo, y teniendo motivos para verte.
Decidir que fueras la persona que recibiría por completo el amor desbordante que tenía por dar y regalar. Sonreír ante tu mirada vacía que con dolor en sí misma me suplicaba dejarte ir haciendo eso mismo por fin dejarte libre y alejarte de mí.
Así mismo como decidí quererte, así mismo como quería amarte, de esa misma forma me estoy obligando a odiarte. Porque es mi momento de brillar y dejarte en paz, es mi momento de liberarte y dejarte atrás, así como lo hice al fin con ese ser.
Porque fuiste un cambio sin rumbo, un desliz que me hizo crecer. Traté de seguirte el paso, creía que yo te iba atrapar, pero al final fuiste tú quien lo hizo y mi corazón terminó cediendo ante ti.
Escuchando mi corazón decidí amarte, decidí quererte y a pesar de que nuestro destino coincidió, lo más probable que fue solo una vuelta de otoño a primavera. Coincidiendo en diferentes puntos y diferencias en muchos otros.