Detesto quererte, detesto el amarte,
detesto sentir celos cuando me mencionas de alguien,
porque sé que son más bonitas,
sobre pensar el hecho de tu partida me hace querer odiarte.
Se aceleran fuertemente mis pensamientos.
Dudando si esperarte o seguir con mi vida,
creyendo que mi existencia es insignificante para ti,
pensado si realmente lo que tú y yo éramos de verdad era cierto.
Teniendo en cuenta que tu voz me había hipnotizado,
teniendo en cuenta que los destellos verdes
que tus ojos resaltaban me atraparon.
Haciéndole ver a todo mundo que yo fui quien llegó
de repente a tu vida cuando realmente fue al revés.
Meses después me encuentro platicando contigo,
hablando de tus proyectos y siendo parte de ellos.
Deseando tu cariño, pidiendo a gritos tus te quiero,
preguntándome ahora si realmente te quiero o
solo me aferro para evitar la soledad que me viene persiguiendo.