Aquellos Atardeceres

Capítulo 1

Emma 

Me encontraba sentada esperando el avión con destino a España cuando mi celular suena avisando que me llego un mensaje, al ver la pantalla de mi celular veo que es de Instagram, al abrirla lo primero que aparece son fotos de alonso mi novio besándose con otra chica.

Frunzo en ceño 

—what the well? — digo mientras veo las fotos— “no mi amor si voy a cambiar” — digo recordando sus palabras. Suspiro menos mal aun no tomaba el vuelo.

Tomo mi maleta, mi mochila y comienzo a caminar a la salida para llegar a mi carro. 

Hacia un frio de los mil demonios, cuando llegué a mi carro guarde mi maleta en el maletero y me subí, como ya había encendido la calefacción del auto me saque la chaqueta, el gorro y los guantes que andaba trayendo.

Del aeropuerto a mi casa eran alrededor de 4 horas y como no había desayunado nada decidí hacer una parada en un café y desayunar allí. Cuando terminé salí y comencé a conducir hacia mi casa, aún faltaba una hora de camino así que tome el valor de llamar a Alonso, este me contestó al tercer tono.

—Hola mi amor, ¿cómo estás? — es lo primero que dice apenas contesta.

—hola alonso— digo sin ganas. 

—¿Estás bien? — pregunta 

—¿no tienes nada que decirme o confesarme? — le pregunto para ver si tiene los huevos de admitir que me engaño. 

—creo que no— dice y yo suspiro para no explotar y decirle todo lo que tengo dentro— a qué hora sale tu vuelo? — pregunta cambiando el tema

—salió hace como 3 horas atrás— respondo

—no lo tomaste? ¿Perdiste el vuelo? — pregunta 

—no, no lo perdí, solo no quise abordar—

—¿no vas a venir a verme? — dice en un tono infantil.

Arrugó la nariz al escucharlo hablar así.

Pero Dios que es eso.

—sabes pensé que tendrías los pantalones bien puestos para decirme la verdad, mira te voy a enviar unas fotos que me llegaron hace 3 horas atrás— digo aprovecho que el semáforo está en rojo y tomando mi celular le envió las fotos.

—Emma no es lo que parece, es un montaje. Tu sabes que yo sería incapaz de engañarte— dice algo agitado— bueno no de nuevo. —dice y cuando el semáforo cambia a verde conduzco de nuevo.

Para llegar a mi casa ya quedaban unos 40 minutos así que quería cerrar este tema cuanto antes.

—sabes, no es la primera vez que me llegan fotos tuyas con otras chicas— digo recordando incluso los videos que un su momento también me llegaron— así que realmente esto se acabó hace mucho tiempo, no quiero saber nada mas de ti en lo que resta de mi vida. — digo dando por finalizada la llamada.

Aún quedaba un poco para llegar a mi casa así que para pasar el tiempo más rápido puse música.

Faltaban unas cinco casas para la mía así que le bajé el volumen a la música y cuando llegué con el control abrí el portón e ingrese a mi casa al fin. Me estacione y apague el carro.

Me quedé allí más tiempo del que quería cuando vi la hora ya habían pasado 40 minutos, Salí de mi auto y me dirigí al maletero saque mis cosas e ingrese a la casa.

Mi mamá estaba saliendo de la cocina cuando me vio.

—hija qué haces aquí? ¿No ibas a ir a ver a alonso? — asiento y me dirijo a donde está parada ella

— me volvió a engañar—digo y se me salen algunas lágrimas— mamá soy una tonta— ella me miró y se acercó a abrazarme. 

—ay mi niña hermosa no digas eso, el es el tonto aquí por no saber valorarte— dice sobándome la cabeza— tu le diste la oportunidad de cambiar, que el no haya sabido aprovecharla ya es otra cosa. 

Mi mama siempre sabía como hacerme sentir mejor.

—qué está pasando aquí? — dicen detrás de nosotras, cuando nos separamos y miramos de donde proviene vemos a mi papá dejando sus cosas en el sillón de la sala— no tendrías que estar viajando a ver a ese noviecito tuyo? — dice mi papa, al nunca le cayó bien Alonso.

Le cuento lo que pasó con Alonso.

—¿Cómo que ese pedazo de mierda te engaño!? — Escucho la voz de mi hermano.

Aquí vamos...

Mi hermano llega a nuestro lado

—cómo es eso que te engaño, cuando pensabas decirme. — suspiro

—Alejandro cálmate ya paso, aparte no es como si hubiese sido la primera vez que lo hace— digo subiendo los hombros restándole importancia, cuando levanto la vista tengo tres pares de ojos enfocados en mí. 

—que?—digo 

—¿Cómo no es la primera vez?— dice mi hermano enojado al igual que mi papá. 

 —Bueno tampoco es para tanto, mejor dejemos este tema.— digo— Mejor vamos a comer qué hace hambre ya— comenzamos a caminar hacia la cocina. 

Allí entre los cuatro ponemos los servicios y los vasos, mi mama sirve y mi hermano los lleva a la mesa. Cuando terminamos de comer nos ponemos a charlar de la empresa que dirige mi papá y de la propuesta de trabajo que acepté hace unos días.

Después de eso se nos hizo algo tarde y nos fuimos a dormir.



 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.