Bien se habla acerca de que las leyendas son peligrosas, y que una cierta parte de ellas es verdad.
Pero, qué tan verdad como para terminar matándote a ti mismo y hablo de cualquier forma.
Yo, Lean Caley Echeverrí me maté al querer conocer esta leyenda de mi pueblo, al conocer a Zayda porque sus ojos son un laberinto, su sonría es el mismo infierno, ella es la misma muerte. Es mi muerte.
¿Te atreverías a matarte con nosotros? O te da miedo la muerte.
Todos tenemos un propósito en esta vida, tenemos un tiempo aquí en el mundo y ahora mismo tu tiempo de vida está disminuyendo.