El comentario de Eleazar
—Entonces todo explotó. ¡PUM! ¡PUM! Y así todo el pueblo murió, hasta que empezó a salir gente del tronco y otra vez el pueblo se empezó a conocer y volver a la normalidad. —Eleazar es ese típico chico que dice cosas impresionantes, pero casi sin ninguna coherencia ni explicación, y que aún así te entretiene.
—Ajá, y entonces, ¿qué? O sea, ¿me estás diciendo que explotó, pero el árbol se quedó casi intacto? —dije mientras sonreía y pequeñas carcajadas salían de mi boca llenando el pequeño salón de clases.
—Pues claro, por eso es la leyenda del "El viejo tule de Sprouss" ¿No lo crees?—Dijo con una sonrisa en su rostro de oreja a oreja.
—Ah sí, sí. Claro — asentí, dándole la razón y girando mis ojos con diversión, sino no habría forma de mantenerlo en silencio.
—¡Solo piénsalo, Len! ¡Es más que obvio!
Mi amigo ocupaba un mini sinónimo de mi nombre, pues solo le quitaba la «a», pero decía que se cansaba menos.
—Pues creo —reflexioné, tratando de encontrarle algún sentido a su lógica, — que quizás sí. Digo, no tiene mucho sentido, pero sí.
Y desde entonces mi curiosidad por la leyenda, empezó a surgir y como soy alguien chismoso y con muchas dudas puse en mi lista de Cosas por averiguar una vez en mi vida: "averiguar la leyenda (verdadera) del viejo tule de Sprouss" y algo así empezó esta excursión llamada: historia.
RIN RIN.
Las campanas que anunciaban que el recreo había comenzado sonaron por toda la preparatoria. Me levanté y saqué la comida que con tanto esmero había preparado mi madre para mí , aunque por toda la confusión y entusiasmo del tema de conversación entre mi mejor amigo y yo, no comí.
Encontraré la verdad.
[...]
—Entonces así quedará el proyecto, y recuerden que en dos semanas tenemos examen. —Con esto la profesora de historia finalizó su larga clase.
Para ser sincero, mi atención no estaba puesta en la joven profesora o en su tema. Si bien, era un excelente estudiante y la historia era mi materia preferida, mi mente estaba en describir algo. Así que no me preocupé.
Mi vida social en la escuela se basaba en Eleazar quién su altura era el mayor atractivo del chico si mis cálculos no se equivocan debía medir 1.83, sus ojos marrones hacían contraste con su cabello rubio; el cual brilla ante la luz del sol más que el de nuestras compañeras. No es considerado el más guapo del salón, pero estoy seguro que se encontraba entre uno de ellos.
Aunque mi amigo, tuviera una gran popularidad y no por ser guapo exactamente, nunca me consideré un chico popular, soy reservado y así me gusta ser. Amo convivir con los chicos en trabajos de equipo, pero no me gustan las convivencias con mucho ruido como las fiestas.
Nuestro salón era el más famoso por sus atractivos. Tanto femeninos como masculinos, pero también porque casi todos ellos eran catalogados como mujeriegos e infieles. Digo... Lo son, pero estoy seguro que algún día llegará alguien que les haga cambiar su perspectiva de fidelidad y amor.
Martín, un compañero ojiazul era el culpable de los suspiros de chicas inocentes y con poca autoestima. Quien las ilusionaba volviéndolas su pareja para después engañarlas con otra en su cara.
Únicamente había tenido una relación "seria”, duró siete meses y eso fue porqué se mudó y no le dio mucho tiempo de engañar a Alison, después de eso ella se cambió de escuela; los chismes de su relación corrieron por toda la escuela, y yo no me quedé sin un detalle fuera.
Eleazar es un caso no muy diferente a mi ex compañero, ya que este es el todas mías —según él—, pero creo que en el fondo es un romántico.
Alison fue la única amiga que pude hacer antes de que Martin y su toxicidad me arrebataran su amistad. O eso es lo que pensaba que tenía con ella de pequeño, pues solo tuvimos una conversación y como niño ilusionado me le declaré a lo que, claramente, ella dijo que yo lo estaba confundiendo todo.
Tiempo después mi corazón se encontraba enfocado en mí y mi familia, así, hasta que empecé a investigar la leyenda.