Regreso a clases
-Hey, bro- saludo a Eleazar en cuanto entra al salón, nuestro primer día y último año.
-Hey, Len- este me sonríe, al verme-¿Cómo te fue? Supe lo de Lea y-
-Todo bien, bro. Sobre ella, bueno no quiero sonar como tú, pero no estoy seguro de que la quisiera, -digo, y es que siendo realista ella no podía ser la indicada. -No es que no tuviera sentimientos por ella, pero nunca me sentí tan feliz y relajado como ahora.
-Me da gusto, y hablando de mí pues ellas saben cómo soy. Les aclaro mis intenciones. Ellas aceptan. Solas se lastiman- aclara.
-Cierto- voltee los ojos- Si un día mueres será por algunas de ellas- señalé a todo el salón-, y claro por las que son de otros grupos también- sonrió y recuerdo su historia.
Se dice que ella mandó fotos íntimas a todos sus novios, y uno de ellos las compartió. Eleazar es un cabron, pero no para tanto.
Aun así, chicas. NO manden sus fotos subidas de tono para gustarle a un chico, no vale la pena.
-Hola, guapo- Flor, una compañera alta, por primera vez me estaba dirigiendo la palabra- ahora estás soltero, ¿no?- era delgada y linda.
No es ella.
-Buenoo, creo que me paso a retirar -comenta Eleazar, burlándose de mí. No estoy acostumbrado a esto aunque no lo crean-. ¡Ya llegó quien los entretiene! -Grita, yendo a saludar a otros compañeros.
-No, Eleazar, -digo, pero ya es tarde-. Hola, Flor- las palabras se quedan en mi garganta. Estoy soltero, pero no libre.
-Tomaré eso como un sí. Bueno, me gusta ser directa así que te invito a una cita- sonríe, sentándose enfrente mío- Mañana a las ocho de la noche, ¿bien? Y toma- me tiende una hoja con un número telefónico y una dirección -esa es mi dirección y este, mi número, pasas por mí diez minutos antes, por favor, odio la impuntualidad. Adiós, guapo.
Y así se va antes de poder negarme.
Al terminar las clases nuestro grupo de amigos se agrandó. Eleazar, Camila -la nueva "novia" de mi amigo- Camilo, el hermano. No hay que ser muy inteligente para saber de quién, y yo.
-¿Cómo es posible que apenas se conozcan y ya son pareja?- pregunto sorprendido.
-El amor es así, amigo- miente, puedo verlo en sus ojos. Camila es atractiva, solo es eso para él.
Si alguna vez ese hombre se enamora o llora por amor, ahí sabré que sí tiene sentimientos.
Quizás si yo muriera él lloraría.
Pero no crean, es buen amigo. Hasta ahí, no más, niñas.
-Caley, no puedes decir mucho en realidad -, interrumpió mis pensamientos Camilo--Hoy tienes una cita y apenas se hablaron.
-Sí, pero ella ha sido compañera nuestra por tres años, ustedes acaban de llegar. No tuve tiempo para negarme, ¿bien? Y no es hoy, es mañana- corrijo.
-Bueno, eso es correcto. Igualmente, creo en el amor a primera vista.
-Sí, yo también- sus ojos negros conectando con los míos, el cosquilleo que siento al estar a su lado es mágico- Pero me gusta alguien más, -todos voltearon a verme-. Hasta luego- decido empezar a caminar para evitar sus preguntas.
A lo lejos puedo escuchar a mis amigos gritando que regresara, mientas que Eleazar trataba de despegarse de los brazos de su novia, para venir conmigo. Así que aumente mi velocidad.
-¡Hola! ¿Qué tal?- En la estación de autobuses Zayda y yo coincidimos, una vez más.
Creo que el destino te pone a las personas correctas en el momento correcto.
-Hola, ojos bonitos- no puedo contenerme y la abrazo, le doy un beso en la mejilla y de inmediato siento mis mejillas arder al igual que las suyas. Necesitaba sentir su piel acariciar mis labios, ver lo delicada que se veía y lo frágil que es.
Nos miramos por unos segundos, hasta que ella sonríe y me relajo de inmediato- ¿Cómo te fue en tu primer día de clases, campeón?- ¿Besaba mal?, ¿tenía baba en los labios o por qué no me había dicho nada del beso?
-Bien- admito- Una compañera me invitó a salir, y antes de poder negarme se alejó- decido contarle lo que pasó hoy, una parte de mí espera ver algo en su expresión, pero no hay nada.
-¿Negarte?- Exclama, confundida.
-Sí, negarme. De hecho te quería invitar a una cita yo.
Lo había estado pensado y tenía que confesarle mis sentimientos, tal vez era demasiado pronto, o tal vez no. Tengo un presentimiento de que tengo que hacerlo ya.
-Acepto, pero ahora te espera una chica en apuros- menciona, bajando la cabeza-. Yo encontré unas leyendas del árbol, sería bueno discutirlo y ver los resultados del vestido, ¿no crees?
-Claro- el autobús que me lleva a casa se estaciona y es momento de irme- bueno, me voy. Linda tarde, ojos bonitos- Subo al camión, poniéndome mis auriculares.
Un momento, yo no le conté a Zay acerca del vestido...
O al menos no recuerdo, quizás los nervios del primer día hicieron que me olvidara de ese pequeño detalle. Porque Zayda no me mentiría, y no hay lógica del cómo ella sabría del vestido si no se lo hubiera contado yo.
El sonido del celular vibrando en mi bolsillo del pantalón, me hizo abrir los ojos y contestar.
-¿Alo?
-Primo, ya tengo los resultados. ¿Cuándo nos podemos ver?