3. Iniciación

—Generales y miembros del senado. Quiero dar inicio a esta reunión de emergencia para hablar sobre la situación actual, su majestad Gresta, adelante —dijo el ministro Cedd.

—Creo que ya todos se harán una idea de esta reunión, no divagaré. Todos sabemos lo que está sucediendo en el continente, hay un cambio, estamos avanzando. ¡Tengo intenciones de terminar con esta tregua, retomar esta guerra y darle fin con nuestra victoria! Addenyd necesita ir hacia adelante.

—¡¿Cómo?! ¡Su majestad, la congregación nos expulsará!

—Mire, senadora Kilasa. Hasta este punto la Unión de Weisies es lo único que podría interferir sobre nuestras acciones, por eso quiero formar una alianza con esos viejos. Las decisiones y la presencia de la Alianza son totalmente irrelevantes, por no llamarla inútil. ¡Quiero la aprobación del Senado para tomar armas y preparar el ejército!

—Si me permite, su Majestad —interrumpió el senador Twará—, la situación de la división oeste no es la mejor, entraríamos en una crisis si empezamos la preparación de los batallones, ¡nos pasarían los mismos estancamientos de hace 4 años durante el verano Tovarín! Para incorporar la división al ejército quiero solicitar fondos de la división estado sur.

—La división sur no ha mejorado sus condiciones —interrumpió el representante de la división sur—. Su majestad, los piratas de los mares de Cumbre han intentado desplazarse hacia nuestras ciudades costeras, podríamos acceder a los fondos solicitados si refuerzan la Guardia Imperial Marina, no podemos mandar a todas las unidades al frente y dejar desprotegidas las ciudades.

—Necesitamos todos los números posibles, conde Qwyr.

—Con su permiso, majestad —dijo el general Pedwa jalando su larga y oscura barba—, hemos incrementado en gran medida las filas de nuestros Caballeros Humeantes, ¡podría ser una gran oportunidad reforzar la Guardia Marina y dividirla! Así atacaremos esta vez con éxito las bases marinas Heulianas.

Los Caballeros Humeantes del general Pedwar son el segundo mayor grupo de soldados de élite de Addenyd. Fueron apodados humeantes debido a las batallas invernales en los bosques de Heulog, al llevar en su casco un bozal de acero para recubrir la cara, al exhalar, el vaho los asemejaba a una locomotora de Tyra, sumado a su gran índice de victoria, daban la impresión de ser máquinas indestructibles. Se dice que, cuando llegaban los caballeros humeantes y sonaba el cuerno del búfalo la moral del ejército se disparaba, pues consideraban la victoria en la palma de las manos.

—Con todo respeto —objetó el general Mangeny—, general Pedwar, su Majestad, nuestra Guardia Marina no pudo hacerle frente a la facción oceánica Heuliana en la mayoría de las batallas, ¡sería demasiado arriesgado oficializar la guerra por mar también!

—No habrá problema con eso —respondió el primero Cedd—, es tiempo de mostrarles el mayor avance tecnológico desde la locomotora Tyr. El señor Cwympo acaba de llegar de una expedición en las costas de cumbre, general Hela, por favor.

Todos observaron al general Cwympo, con un gran bigote negro y una enorme cicatriz que cruza su mejilla izquierda hasta su ceja derecha, acercarse al centro de la sala con un maletín de tamaño considerable. Al abrirlo sacó una cajita, una especie de tubo con una empuñadura en forma de «L» y otro más grande, imposible de sostenerse con una mano.

—Su majestad, generales, miembros del senado, vengo a mostrarles una maravilla de la ingeniería. Desarrollado por mi escuadrón de investigación y desarrollo armamentista: el Hela Silverado .44, un denominado revólver de mano y el Baronte 30-30, denominado fusil de repetición por su acción de recarga.

Todos observaron con confusión e intriga aquel hermoso revólver de 7 tiros y el rifle más grande que un arco de pulso.

—Durante las últimas batallas nos dimos cuenta que nuestras espadas, lanzas y manegs no eran suficiente, hasta los escudos reforzados comenzaban a flaquear ante los más recientes energizadores Heulianos, dependemos totalmente de los arcos de pulso grandes, ¡por esta necesidad dimos un salto al futuro! Ambas armas cuentan con un compartimento de munición para guardar y disparar proyectiles de acero, en el interior tiene un sistema de reacción de energía Tyra, cuando se aprieta este gatillo se libera una presión sobre una cápsula de energía que acciona el martillo, al impactar el martillo en el proyectil, este sale disparado a una velocidad increíble.

Todos miraron con asombro como el general Cwympo cargó el revólver y apuntó extendiendo el brazo hacia un muñeco de heno puesto anteriormente.

En el momento que presionó el gatillo un ruido seco y ensordecedor invadió toda la sala y asustó a todos los internos, en un instante el muñeco se encotraba en el suelo con un agujero en el pecho.

—¡Santo cielo!

—Increíble...

—Como un arco de pulso sin necesidad de una cuerda... ¡Y más potente!

—El rifle de repetición está hecho para cubrir mayores distancias, para batallas en terrenos elevados o imposibles de combatir con armas convencionales, por eso se debe apoyar desde el hombro.

El general apuntó a un muñeco a 20 metros y escondido a la mitad por una silla. Jaló el cerrojo del rifle liberando un placentero sonido y disparó perforando la cabeza del muñeco.

—¡Es aún más potente!

—Esto no quiere decir que dejaremos las armas cuerpo a cuerpo, por desgracia, su costo de producción es demasiado alto, así que la infantería no podrá llevarlo; teníamos previsto que sea designado para un batallón en específico.

—También planeamos incorporar la nueva artillería a los trenes militares, a los nuevos barcos acorazados y a los dirigibles del ejército —dijo el primero Cedd descubriendo un cañón—, ¡el antiguo y salvaje gorfodi será corregido!

—Hizo muchas cosas por su cuenta, general Hela —interrumpió la general Vangr—, este tipo de asuntos deben ser consultados con los otros generales o con el senado, ¿no es así, su Majestad?