Arcángeles Infernales

Capítulo 9

Siento el corazón desbocado y mis ojos amenazantes, casi saliéndose de sí, con impertinencia.

—¡¿Hiciste qué?!—articulo.

Ríe ruidosamente.

—La materia dará una nueva convocatoria de inscripción. Es tu acceso ilimitado a obtener más respuestas y más dudas. Todo tiene una situación escondida, descúbrelo y, prepárate—señala la guía y cuando tengo la mirada en ella, me toca fugazmente la nariz, yéndose rápidamente con una sonrisa satisfecha. —¡B-16 del sexto piso a las 5:30! Tu lugar está asegurado y registrado, no llegues tarde y mucha suerte, ¡aunque no la necesitarás, Janie! —grita con euforia añadiendo datos importantes del acontecimiento del cual estoy ahora repentinamente envuelta.

—¡Lina! —intento alcanzarla con desespero, con los papeles, la credencial y mis alimentos, totalmente como una secretaria, pero una sin sueldo. Subo con inquietud, hasta llegar al piso y echarme a correr entre los estudiantes activos, estorbándome. Esta chica es toda una vidente misteriosa de feria. Con palabras sencillas te deja en situaciones y pensamientos aún más grandes. —¡Espérame! —le grito cuando logro ver su cabello desvanecerse con los demás estudiantes. ¡Maldición!

En un arranque energético, me lanzo a correr lo más que puedo, equilibrando las cosas que tengo en las manos y las ideas en mente. Aviento a algunas personas con intención y sin ella, variando del camino que tomo. Algunas personas se quejan y reclaman, pero no me importa. Sigo mi táctica hasta ver a la chica doblando el pasillo velozmente, tomo aire unos segundos, preparándome para correr ferozmente tras ella. En ese instante, alguien me detiene del hombro con firmeza, extrañada miro hacia atrás mío y me encuentro con una cara desconocida. Se trata de un chico alto con piel bronceada, cabello castaño claro y unos impresionantes ojos avellana que resaltan con su tonalidad.

—Disculpa, soy Kamel Eleniak y soy parte del consejo escolar y es por ello que debo sancionarte por infringir las normas escolares—me lo dice con un tono tímido, avergonzado de lo que me cuenta, sin contar que se pasa una mano por el cabello mientras me lo dice, despeinándolo más.

Sólo hay una cosa por hacer.

—Voy tarde, discúlpame—huyo de ahí, comenzando a correr con fuerza. —¡Será luego! —le grito a lo lejos, motivándome a seguir más y más al verlo perseguirme.

Me corrompe la adrenalina, la presión. Los nervios son invadidos por el sentimiento de culpa que resulta ser fugaz porque siento la inquietud de que aquel chico corra detrás mío, pero con un poco de suerte, puedo pasar desapercibida con los cientos de rostros y cuerpos en este piso.

Al despoblarse los largos pasillos, mi vista exige una pista del paradero de Lina, la cual se debilita al recorrerlos sin encontrarla, notando el tiempo correr y mi desesperación también, doblo en el pasillo opuesto, resignándose al dirigirme a mi objetivo principal, con pasos pesados y las manos también.

...

Reviso el itinerario que nos envió Skylar, precisamente de mis actividades como asistente y aprendiz, dirigiéndonos con día, lugar y hora, incluyendo las actividades que debemos cumplir ese día para evitar retrasos en las publicaciones del periódico mensual y el blog en línea del cual se encarga Lisse en diseñar y los demás en informar. Precisamente, lo suyo es el atractivo visual, sabe muy bien lo que hace con la paleta de colores y la tipografía. Me ha explicado algunos detalles de su trabajo y cómo logra que se vea tan bien, también me ha hablado de medidas, contrastes y luces en diseños que ha hecho para distintos apartados de este que con suerte me llevo algunas recomendaciones. Hemos opinado y discutido sobre algunos trazos que ha escaneado, pero que no la terminan por convencer, igualmente le he propuesto hacer algunos dibujos o intentos de ellos que tal vez le puedan ayudar. Donde actualmente estoy con el quinto terminado que es nada menos que la iglesia que visitamos anteriormente, la cual me sigue dejando atónita más que por la apariencia, por lo que descubrí ahí.

Dejo el lápiz y me concentro en la recopilación de datos que tengo que memorizar para aprobar el examen de admisión. Hojeo el último resumen de la guía con incertidumbre. Es demasiada información concentrada y ni siquiera sé cuál tema será el enfoque principal. Repaso con rapidez, adaptándome a dibujar y estudiar a la vez. Mis ojos inspeccionan los dibujos que realicé y las siguientes páginas que hablan de probabilidad, turnándose por tiempo.

—¡Jane! —grita Lisse con emoción.

Suelto la guía asustada y me dirijo a verla. Esboza una gran sonrisa. Me levanto de una de las mesas que están al lado de los equipos de informática, llevándome consigo los dibujos hasta estar detrás suyo, dándome cuenta de que su emoción se debe a que tiene en vista previa algunos diseños del periódico y folletos de este que lucen espectaculares.

—¿Qué dices? —se quita los audífonos rosados y sus ojos café oscuro me interrogan con la mirada.

Veo los tres diseños que varían en color y portada del encabezado, llamándome la atención el color negro con letras plateadas, los demás son lindos, aunque no me atraen tanto.

—Son lindos, pero tengo un favorito, el del medio—apunto a la pantalla con una sonrisa. Ríe chillonamente, mirándome.

—Es justo el que concluyó mi "Mó" cuando recién se lo envié por WhatsApp—guarda los diseños y teclea algo, lo cual no veo al dirigirme curiosa, tratando de averiguar a qué se refiere con sus expresiones faciales. Sin embargo, no lo comprendo y tampoco quiero entrometerme, sólo permanezco así, hasta que siente mi interrogación.




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