CAPÍTULO 7: peligro
“Un héroe, No es quien salva el mundo o ayuda a las ancianitas, un verdadero héroe es quien protege a las personas que ama por encima de cualquier adversidad” Esas fueron las palabras del día por parte de Sven.
Mis entrenamientos habían dado sus frutos; me sentía mucho mejor, podía mantener combates con más de un oponente y aunque todavía no podía mover la tierra a través de la nieve, con la suficiente concentración podía sentirla bajo mis pies. Por otro lado Sven también estaba entrenando mi nueva capacidad que el denomino “la última fuerza” o “la fuerza del enclenque” dependiendo de su estado de ánimo. Realmente para lo que planeaba utilizarla no me parecía suficiente y no todo el tiempo funcionaba.
Un día mientras revisaba unos documentos importantes junto con Alek. Boris entro a la habitación para avisarnos que el armamento por fin había llegado, salimos rápidamente esperando que Hana, Aideen y Tsubasa fueran quienes los trajeran pero no era más que unos sirvientes del reino del rayo muy bien cubiertos del frio. Alek los invito a pasar el día en la posada para que pudieran descansar mientras observábamos lo que habían traído consigo. Sin ninguna nota en específico y con una leve idea de cómo utilizar el armamento las tomamos, eran sumamente interesantes lanzas, espadas, escudos, entre otros artefactos extraños de diferentes metales. Alek les entregó el armamento de uso conocido a Boris para que este se las entregara a guerreros de confianza y aquellos que aun teníamos que descubrir su uso fueron almacenados.
Cuando hable con quienes habían traído el armamento ellos negaron saber algo de la condición de Aideen y los demás. Quien había surtido y mandado el cargamento fue la princesa Valentina.
Alek y yo estábamos en un cuarto de entrenamiento, él se encontraba lanzando dagas de hielo a una diana, dando siempre cerca del centro.
- ¿Crees que les habrá pasado algo?- Le pregunte
- No estoy seguro, el rey del rayo no es fácil, no sé qué es lo que les habrá pedido a cambio, aun así mandare una nota de agradecimiento ¿deseas mandar una tú también?
Nunca había mandado una carta a Aideen, ella normalmente aparecía sin más o me avisaba donde estaría, nunca tuvimos la necesidad de escribirnos, pero esta vez estaba sumamente preocupado así que decidí mandar una, me tomo varios intentos pero finalmente lo logre, en ella resumía mi estadía, mi entrenamiento y las cosas que habían sucedido que me parecían importantes (omitiendo sobre mi nueva capacidad), también la llenaba de peguntas sobre ella, el cómo se encontraba o que era lo que había sucedido. Las cartas fueron enviadas al reino del rayo pero no hubo contestación alguna.
Pasaron tres semanas cuando una visita inesperada llego al castillo, era la mismísima Valentina Ray con ambas cartas en la mano. Pidió audiencia con nosotros exclusivamente, ninguno de los dos conocíamos bien a Valentina más por las historias que Aideen nos había contado sobre ella, tenía su singular ceño fruncido y tiro al suelo las cartas.
- El reino del rayo no recibirá nada de otros reinos incluidas estas cartas, mi padre no aceptara sus agradecimientos y Aideen no se encuentra más en el reino del rayo –
- ¿Qué es lo que quieres decir? ¿Qué es lo que ha sucedido?
Valentina continuo diciendo que su padre se había vuelto loco, paranoico y mantenía cautivo a su propio reino. Ella logro salir con ayuda de sus hermanos al interceptar las cartas, Hana y Tsubasa habían vuelto al reino del aire y Aideen al reino de fuego, ella misma negó saber la razón de ello, pero tenía una buena teoría. Los demás reinos sabían que el reino del hielo no se encontraba en condiciones y por ello Alek no fue requerido en la asamblea donde el rey Gregorio se volvió loco.
Al parecer las actividades de los noir se volvieron más amenazantes y esta vez no solo habían atacado las cercanías si no también reinos, por ello los príncipes herederos fueron convocados. Después de una larga platica quedamos de acuerdo en que Valentina se quedara durante unos días, nos mostraría como utilizar el nuevo armamento y después se marcharía.
Los días pasaron y las noticias no llegaban, Valentina utilizo ese tiempo para mostrarnos sus armas, su arma principal e invento propio consistían en un guante de plata que recorría desde su muñeca hasta su antebrazo y terminaba en uno de sus dedos en forma puntiaguda, ella podía fácilmente defenderse con ella y al usar su habilidad disparaba a un punto de dirección especifico, concentraba muy bien la descarga de su cuerpo y la redirigía.
Otro artefacto extraño era una especie de resortera pero mucho más elaborada y se encontraba atada en su brazo, estiraba la liga y con esferas de diversos materiales podía golpear y hasta incendiar cosas. Mientras seguíamos probando el nuevo armamento, un nuevo visitante fue anunciado. Sheed llego con nosotros agitado, no lo había visto desde aquella vez en el torneo, Alek lo desconocía por completo y Valentina parecía indiferente a su presencia. Inmediatamente nos pidió que nos reuniéramos en una sala privada para poder hablar mejor ya que tenía algo sumamente importante que decirnos.
- Debido a que las aves han estado siento interceptadas, nos ha sido imposible comunicarte esta información príncipe… digo rey Alek – Sheed coloco un mapa de Arcania sobre la mesa.
- Lleva un tiempo sucediendo y nadie sabe por qué, pero algunos lugares han sido consumidos por alguna clase de fuerza extraña, por ahora son solo lugares alejados y esporádicos pero cada vez se encuentran más cerca de los pueblos y los reinos.