Arcania: La Flor Marchita Y El Protector

CAPÍTULO 10: Encerrados

CAPÍTULO 10: encerrados

Valentina y yo llegamos al lugar; nos quedamos sorprendidos, más de cien metros del área estaba oscurecida, estaba desolado, sin ningún animal o rastro de que algo ahí hubiese tenido una clase de color, los arboles seguían de pie pero no eran más que remas secas que con un solo rose se podrían desmoronar. Buscamos por los alrededores pero no encontramos nada que nos pudiera servir, preguntamos en lugares cercanos si alguien había notado algo inusual pero nadie sabía algo al respes pecto. Valentina y yo seguimos yendo a cada lugar en los que sabíamos esto había acontecido.

Durante nuestro viaje ayudábamos a quienes podíamos y en ocasiones nos topábamos con algunos noirs. Gracias a la ayuda de Valentina dos cosas ocurrían cuando los noirs nos atacaban 1) huían después de ver la magnitud de sus habilidad 2) se consumían al intentar hacerle frente con todo lo que tenían.

Ella era extremadamente fuerte, usaba un guante de metal que la ayudaba a dirigir sus rayos y no perder el control, también era un chica bastante asertiva, no debía explicarle nada y comprendía todo en un solo segundo, analizaba las situaciones detenidamente y después actúa conforme a ellas, de verdad me sorprendía lo sería que ella podía llegar a ser y lo voluble que se mostraba frente a Aideen, era como dos personas diferentes, aquella que temía perder y se dejaba llevar por sus rencores y la otra que aparentaba ser simplemente perfecta. Cada que tenía la oportunidad le pedía a Valentina que entrenara conmigo, ella no me trataba de manera indiferente, me trataba con respeto e iguales pero sabía que no me consideraba un amigo ya que nunca me hablaba sobre ella.

Por otra parte para mi todos esos encuentros me ayudaron a fortalecer mis habilidades, desde mi entrenamiento con Sven en el reino de hielo y en cuando me aleje de ahí pude notar un gran cambio, al tocar la tierra podía sentir casi todo, sabia cunado algo se acercaba y si me concentraba lo suficiente podía distinguir entre una persona o un animal. Ahora no tenía dudas, Sven quería que lo encontráramos, si él tenía todo este conocimiento y podía utilizarlo no se dejó atrapar por un descuido, él lo decidió, pero aun desconocía el porqué.

Faltaban tres días para el cumpleaños de Aideen, un año casi había transcurrido desde que entramos a la academia, le pedí a Valentina fuéramos a un pueblo cercano de nuestra siguiente parada para buscar un obsequio, ella dijo que podía hacer lo que quisiera, así que llegamos al pueblo cerca del reino de la luz.

Me encontraba mirando carcajs cuando algo llamo mi atención. Unos niños estaban peleado por un muñeco de peluche y lo jalaban con tanta fuerza que estaba seguro se rompería; y lo hizo, para mala suerte el niño que intentaba arrebatarlo perdió el equilibrio y estaba a punto de caer frente a un carruaje, estaba por detenerlo cuando alguien se me adelanto, el carruaje paro en seco y el chofer casi sale volando, la gente se paró alrededor para saber lo que había ocurrido y entre la multitud una figura encapuchada se acercó a los niños y comenzó a hablar con ellos, ambos se miraron, asintieron y luego se fueron, la persona miro hacia mí. Aún tenía una carcaj de bolsillo en las manos y pude sentir un frio recorriéndome el cual me era familiar, sentía que no podía moverme y cuando la persona se fue he intente seguirla me di cuenta que mis pies estaban congelados al suelo, los despegue y me dispuse a seguir a esa persona.

 La multitud seguía ahí y al mirar el carruaje me di cuenta que una de las llantas estaba congelada (no era mucho para que los demás lo notaran aun primer vistazo), Valentina llego y me pregunto agitada que pasaba, no pude contestarle miraba a mi alrededor buscando, hasta que lo encontré, intente seguirlo y Valentía me seguía preocupada. El entro por un callejón y volví a perderlo de vista; pero esta vez podía ser diferente, me agache al suelo he intente encontrar sus pasos, me concentre todo lo que pude hasta que lo encontrarlo, salimos del pueblo y él nos estaba esperando en la colina, valentina se preparó pero yo la detuve con una mano.

- Tu… ¿eres Luka cierto? -  Le pregunte, pero el no contesto.

- ¿Luka?- Dijo valentina luego se enfureció y comenzó a atacarlo de manera frenética - ¡¿acaso no sabes cuánto ella ha estado sufriendo por ti?! ¡¿no tienes idea de lo que le hiciste?! ¡te escondes como un cobarde! – gritaba casi sin respirar.

En uno de sus ataques la capucha de Luka callo y pude verlo, era como ver a Alek frente a frente con solo dos diferencias, su color de cabello y el brillo de sus ojos, eran intensos y te atravesaban fríamente. Cuando Luka por fin decidió atacarla varias estalactitas salieron del suelo directo hacia ella, pensé en hacer un muro frente a ella pero Luka era demasiado habilidoso y lo traspasaría en un instante, por ello opte por moverla, coloque mis manos sobre la tierra y moví a Valentina arrastrándola por tierra, en ese momento Luka me ataco a mí, apenas y logre esquivarlo, caí al suelo y comencé a sentir algo inusual, eran pasos, muchos pasos dirigiéndose directamente a nosotros ¿los aldeanos? Pensé al principio pero no podía ser así, nos estaban rodeando.

- ¡Valentina cuidado! -

Una ráfaga de viento la empujo al suelo, Luka se defendió de los demás ataques, fuego, agua y rayo. Los esquivaba con gran agilidad y devolvía los golpes certeros, pero se miraba que algo estaba mal, comenzó a sudar.

En vista de la situación nos pusimos de su lado y comenzamos a protegernos entre nosotros, las personas comenzaron a acercarse, todos lucían cabello  y ropas negras, estábamos rodeados por al menos treinta noirs con habilidades combinadas. Nos defendimos, juntos acabamos como por lo menos la mitad.



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En el texto hay: diosas, habilidades especiales, aventura y amor

Editado: 06.12.2020

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