C A P Í T U L O 3

C A P Í T U L O   3

“Justicia Siniestra”

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Austin Williams

Hospital de Egon

4 marzo de 2020 – 21:00 p.m.

Entre a la oficina del médico del psiquiátrico, los pasillos estaban vacíos y solo se escuchaba la calefacción. las puertas de los pacientes estaban selladas como se acostumbra. Todo calmado por el momento. Me encuentro con mi viejo amigo en la oficina y abre la puerta del baño en donde se encuentra amordazado el doctor.

—¿Qué harás con el? —Me pregunta

—Lo que mejor hago —Respondo ensanchando una sonrisa macabra —. Ahora Spencer no meterá más sus narices donde nadie lo llamó.

—Ten cuidado —Me dice mi amigo —, Spencer no es idiota. Y un gracias serviría de mucho.

—Pudrete —Le digo y este me ayuda a sacar al doctor quien trata de zafarse

Lo llevamos al centro de la oficina, saque mi cuchilla y mi arma mientras que, mi viejo amigo se encarga de mantener al doctor quieto, le quita amordaza y le apunto con el arma para intimidarlo. Siempre ha sido un completo cobarde.

—¡Sueltenme! —Pide a gritos. Por suerte en su oficina no se oye nada asi que no me preocupo por los pacientes —¡¿Qué hacen aquí?!, ¡se suponía que estaban muertos!

—Hierba mala nunca muere —Digo con sarcasmo manteniendo mi vista en el doctor

—¡No he hecho nada malo! —Espeta y yo me rio

—Al contrario doc, hizo muchas cosas malas —Le dio entre risas —. Querer revelar mi vida privada es algo que no se lo perdono a nadie y no olvidemos que también violó a una de sus enfermeras y ahora esta siendo tratada como una paciente peligrosa en el nivel tres.

—¡Soy inocente! —grita y sigo riéndome a carcajadas

Mi amigo coloca el video de las cámaras de seguridad de esta mañana y muestra el acto completo. Ella siendo amordazada, el penetrándola sin su consentimiento, ella gritando despavorida y el disfrutando de una buena follada a la fuerza. Creo que hasta yo me excite.

—Nada mejor que ver porno casero —Dice mi amigo con las manos en la nuca, recostado de la silla y con una sonrisa siniestra estampada en el rostro —. Mis mas sinceros respetos doc.

—¡Ella me dejo hacerlo! ¡estaba loca! —Eso me hizo explotar en carcajadas

—Usted la diagnostico y la encerró solo para sacarla del camino y que no lo demandara —le dije. Piensa que no sabía la verdadera historia —. Seré todas las cosas que dicen que soy, pero yo no soy tan idiota para hacer una cosa asi. Eso es caer muy bajo doc.

No emite palabra, sabe que tengo la razón y que no me puede mentir. Cogí mi cuchilla y la empecé a pasar lentamente por su rostro para infundir más miedo del que ya me tiene. Me encanta que me tengan miedo. De repente una idea se me presento en mis lagunas mentales, sonríe con malicia, mire a mi amigo que estaba algo confundido con dicho gesto y volví la mirada al doctor que tiembla como perrito. Guarde la cuchilla y me incorpore.

—No lo voy matar —soltó un alivio —. Aun…

—¡¿A que mierda estas jugando Craig?! —vocifera mi amigo que me aturde los tímpanos cuando habla

—Me encargare de jugar un poco con el detective y cuando crea que logro atrapar a su asesino — Miro al doctor —, usted doctor, me va a ayudar.

—¡Yo no ayudo a psicópatas! —Me grita y lo fuerzo a que vea al monitor en donde aun se ve el video porno que hace con la enfermera

—Lo va a hacer —Susurro en su oído —. Por que sino lo hace, este video llegara a las manos de la policía y el que se lo entregara a ellos será Austin, y si no quiere llevarse la pena de muerte será mejor que coopere o yo mismo me encargo de hundir su reputación y luego volarle los sesos. Usted elije, doc.

Ladea con la cabeza, dejo que tome su tiempo y luego asiente con la cabeza. Saco a relucir mi sonrisa malévola y empiezo a idear el plan perfecto en mi cabeza.

Detective Spencer… Nunca debió entrar en el infernal pueblo de Egon. Ahora tendrá que arder en él como todos los que vivimos aquí.

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Detective Spencer

5 marzo de 2020 – 7:00 a.m.

Abri mis ojos, el sol me encandiló mis iris y la cabeza me palpita como si mi corazón estuviera en mi cráneo en vez del cerebro, vuelvo a abrir los ojos, fijo mi vista en el reloj que posa en la mesita de noche de la habitación, no era mi hotel, ¿Dónde rayos estoy?, me senté en la cama para calmar el dolor de cabeza por un momento pero luego alguien abre la puerta de la habitación. ¿Cuál era el nombre de esta chica?

—Buenos dias detective Spencer —Me deja un beso en mis labios y yo solo trato de recordar su nombre —. ¿Durmió bien?

—Uhm… sí —Dude al decirlo es que no recuerdo su jodido nombre —¿y tu?

—Bien aunque anoche me dejo agotada —Me deja ver una sonrisa pícara y eso aumenta mi ego de una forma maravillosa —¿Quisiera que le prepare el desayuno?

Asiento con la cabeza y ella se va a la puerta

—Gracias…—Sigo tratando de recordar su nombre

—Heather —Me dice y yo me siento como un idiota aunque no es mi culpa estaba ocupado haciendo un recorrido con mis ojos por todo su cuerpo

—Gracias Heather —le sonrio y esta se va

Me dejo caer por un momento sobre la cama acolchonada, me quedo por unos cuantos minutos tratando de recordar todo lo que Heather y yo hicimos anoche. Cierro los ojos y me sumerjo entre los recuerdos eróticos.

Ella encima de mi cabalgándome mientras que yo me deleitaba con la maravillosa vista de sus pechos firmes que le daban un toque sensual y erótico al momento. Yo metiéndole toda mi polla en su culo una y otra vez pero siempre más fuerte, con mas ferocidad mientras que ella gemía de placer, gemía mi nombre, suplicaba que le diera mas duro. Cuando llegamos al orgasmo saque mi mi*embro poco a poco y bote el preservativo para luego dejarme caer en su cama y darle la espalda.