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C A P Í T U L O 22

C A P I T U L O  22

"Perdon"

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Dos días atrás…

Carolina del Norte – 9:00 p.m.

Detective Spencer.

Siento adrenalina recorriendo mis venas, mis sentidos se han nublado por completo. Mi respiración es errática, necesito salir de aquí…

No se porque accedi a esto. Es una mierda. Un poco, solo necesito un poco…

—Ryan, calmate —la voz de Gabriela ni siquiera logra distrarme de mi propia necesidad de querer calmar las ansias.

—Ryan es necesario que por favor colabores con nosotros —Will se me acerca y en un movimiento rápido, trato de darle un golpe en su maldita cara.

El me detiene encarcenlandome en una llave que poco a poco me va quitando el aire. El se percata de lo que sucede y me suelte.

—Ryan por favor debes ayudarnos a ayudarte.

Me agarro de la cabeza con ambas manos y empiezo a llorar por la ansiedad que siento en este preciso momento, necesito esa maldita droga o si no voy a llorar. Los recuerdos de aquella vez me estan carcomiendo por dentro. Hice eso, lo hice… Deberia estar muerto maldita sea…

—Yo lo hice… —hablaba entre sollozos y era casi imposible para los chicos entender lo que decía.

—¿Qué hiciste, Ryan?

Violaste a esa chica…

Golpeaste a esa chica…

Violaste a mas de una y aun sigues vivo.

Eres una basura.

Pense que era Hannah, me engaño.

Eso no justifica nada idiota.

Violaste a tres mujeres y atentaste contra sus vidas, no mereces seguir viviendo.

No mereco seguir vivo…

—Les hice daño —solloce —, yo lo hice…

—¿A quienes?

—A ellos, yo les hice daño…

—Hijo… —estoy sin fuerzas para ver de quien se trata, pero puedo asegurar que es mi padre quien me hablo en ese momento.

†††††††††††††††

18 de Julio – 12:00 p.m.

Spencer, limpia la mesa 8 ordena el que ahora es mi jefe.

Tomo el trapo de cocina, me dirijo a la mesa ocho. Unas chicas estaban allí almorzando, se fueron del lugar dejando una propina en la mesa junto a una nota que decía:

Llamame ;)

Y entonces anoto su número y su nombre en el papel. Rodé los ojos para luego terminar de limpiar la mesa, tome la propina y la guarde en el bolsillo del delantal. Me dirigi a la caja para guardar allí la propina, pero al abrir la caja que contenia en su interior todo el dinero recaudado, mis dedos empezaron a cosquillear por la necesidad de querer usar ese dinero para cosas indebidas que sobrepasando mi moral.

—¿Pensando en robar? —la voz femenina que conozco desde hace tres años me hace estremecer por su aparición repentina —. Pense que no volverías a caer tan bajo, Spencer.

Me fijo en la mujer de ojos verdes con cabello azabache y piel trigueña. Me mira con cierto desprecio y con razón, yo jamas me perdonaría lo que le hice.

—Michelle…

—Creo que debemos hablar, Ryan —baja su mirada por un segundo para tomar fuerzas y asi poder mirarme. Puedo ver la impotencia que siente ahora mismo.

—Claro —le indico una mesa para sentarnos a hablar.

Tomamos asiento y solo nos dedicamos a mirarnos como si tuviéramos una guerra interna para saber que decir o hacer en este momento. Al ver sus ojos verdes, solo soy capaz de recordar aquellos momentos hermosos que pasamos antes de mis locuras de adicto empedernido y mi recaida de hace ya cuatro meses de la cual, aun me sigo recuperando.

—¿Cómo te sientes? —su pregunta me sorprende ya que ella normalmente empezaría a insultarme por lo que hice, pero sorprendentemente, no lo hizo.

—… B-Bien —respondi un poco temeroso por su respuesta —. Me he sentido peor, pero me siento bien.

—¿Haz ido a terapia?

—Dos veces a la semana.

—¿Medicina?

—No me ha ayudado mucho, no me dejan dormir.

—¿Hablaste con tu terapeuta sobre eso? —su preocupación me saca una leve sonrisa.

—Si y me dijo que las tomara solo en las tardes y las mañanas.

—¿Te agrada?

—Ya se que lo recomendaste tu, Michelle —trata de reprimir una sonrisa, pero no lo logra —. No hace falta que hagas estas preguntas sabiendo las respuestas.

—Me atrapaste —bufa —, ¿fue tan obvio?

—Un poco no mas —le guiño un ojo y eso la hace sonreir.

Adoro verla sonreir, es un balde de agua fría que necesitaba, pero lo bueno dura poco ya que quiero pedirle disculpas por lo sucedido en el pueblo.




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