C A P I T U L O 16
"Venganza"
ͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼ
5 de diciembre de 2021
Mansión Pearlford - 8:00 p.m.
Heather Brooks
Monitoreo las cámaras de seguridad de la mansión asegurándome de que todo vaya de acuerdo al plan improvisado de Hannah, al parecer se le ocurrió una idea de hacer que el negocio crezca y capturar a Jordan sin crear tanto revuelo.
Veo quienes entran y salen de la mansión, algo que me mantiene ocupada frente al monitor esperando alguna señal de que nuestro querido Jordan aparezca. Escucho que alguien toca la puerta, dejo que pase y me quiero dar un disparo en la cabeza ahora mismo.
Fletcher me mira con una sonrisa ladina demasiado espantosa para lo que estoy acostumbrada ver, siento que voy a vomitar en cualquier momento si no quita esa cara en este instante. Entra a la habitación como perro por su casa, se me acerca quitándome mi espacio personal, no lo aparto porque eso traería consecuencias, asi que dejo que me tome de la cintura como si fuera de su propiedad, algo que no es cierto.
—¿Interrumpo tu trabajo? —pregunta observando la computadora donde tengo la pantalla de las cámaras.
—No, pero debo estar alerta, ¿cierto? —respondo.
—Tranquila, no sucederá nada —me acorrala a la pared, definitivamente lo último que quiero es tener sexo con él en este momento.
Fletcher devora mis labios con deseo, tanto que me deja sin aliento, yo me quedo estática, no hago ningún esfuerzo por querer responderle. Desde la distancia, puedo ver quienes llegaron al evento, aparto al capitán para acercarme a la computadora, sonreí con malicia porque logré divisar el rostro de este hijo de puta.
Salgo de la habitación dejando a Fletcher solo, este me sigue el paso, lo tomo del brazo para bajar las escaleras juntos, siendo el centro de atención de todo el mundo. Los reporteros comienzan a acorralarnos con sus cámaras y micrófonos, sonrío lo más que puedo, debo mantener las apariencias si quiero que el plan salga a la perfección.
Dejamos que nos hagan sus preguntas cursis, mientras observo a lo lejos a Michelle, quien está más que preparada para empezar con la primera fase del plan. Thomas está custodiando las puertas, todo depende de la señal que nos haga Hannah en el escenario.
—Damas y caballeros, por favor, tomen asiento —el representante de Hannah indica a los invitados que tomen asiento.
Que comience el show.
ͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼͼ
Narrador Omnisciente
Aquellas personas que esperan algo bueno de esta historia, desde ahora les digo, la paz nunca fue una opcion. Aqui solo presenciarán guerras, batallas, muertes y más muertes.
Sobre todo en este pueblo del demonio, llamado Egon.
Los reflectores son encendidos mostrando la figura femenina de la reina del pop conocida como Hannah, la reina de los reflectores. Todo el mundo aplaude, su figura queda estática con su mano derecha en la cintura, pasan unos minutos y la música comienza a resonar en los parlantes colocados estratégicamente para una mejor experiencia de sonido, sus caderas empiezan a contonearse, el ritmo de la guitarra da la entrada a la primera estrofa de la cancion escrita por aquella mujer que en algun momento de su vida, fue una niña inocente.
Inocente... como cualquier niño.
En la primera estrofa habla sobre su infancia, su niñez que le fue arrebata y servida en bandeja de plata. Lamentable, para algunos, pero para ella, la diosa de los ojos verdes, la reina de ese escenario; estaba mas que satisfecha por aquella decision que tomo cuando era solo una adolescente. Nunca se ha arrepentido por nada, ni siquiera por eso.
Recordar esos momentos a traves de sus canciones fue una manera de demostrar que su vida no fue nada fácil teniendo la genética Williams, pero al fin y al cabo, las acciones definen nuestro ser.
Una y otra vez, un susurro en su voz deja a todos desconcertados cuando llega el momento del coro, su voz va en aumento conforme pasan los segundos y llega a la nota más alta superando a cualquier otro cantante que se haya visto.
Ni siquiera Freddy Mercury se atrevió a tanto.
La gente grita y ovaciona a la morena de ojos verdes, el vestuario hace resaltar su figura; sus movimientos son sensuales, atrayentes cómo si se tratara de una hipnosis. Todos los hombres babean por su cuerpo, quedan boquiabiertos por tanta belleza sobre humana.
Las mujeres quieren ser como ella, quieren ser ella... Pero nadie lograría llegar a dónde está ahora por todos los sacrificios que tuvo que dar desde que era una niña.
Su voz se va apagando dando terminación al nuevo sencillo de la cantante, las luces la iluminan. No escucha los aplausos, no escucha nada más que gritos y llantos desesperados de aquella niña que se encuentra dentro de sí, aclamando ayuda.
¡YA NO QUIERO ESTO!
SUÉLTAME
¡MELISSA!