Desde que tengo memoria se rumora que una de las casas de el vecindario que queda detrás de la escuela donde estudiaba cuando era pequeño, está maldita, se han escuchado misteriosos gritos provenientes de ella, cosas moverse y se han visto siluetas correr detrás de las ventanas.
Una noche mis amigos y yo decidimos ir a explorarla, empacamos linternas, provisiones, ropa, entre otras cosas, para nosotros solo eran eso, rumores, pero, no teníamos ni la más mínima idea de lo que nos aguardaba allá en las sombras.
Al llegar a la casa, estamos todos de pie frente a ella, es creído que todo el que entra allá jamás vuelve a salir, desaparece sin dejar rastro alguno.
Abrimos la puerta y vaya sorpresa la que encontramos, unas treinta ratas enormes salieron despavoridas afuera rozando y chocando con nuestros pies, Violette gritó y Michael la abrazó, le echó una bromita aprovechando el momento, "Tranquila Violette, sólo es el comité de bienvenida que viene a recibirnos cortésmente con los brazos abiertos" Todos reímos a lo que Violette le golpea el brazo y le dice que no es para nada chistoso.
Nos adentramos en la casa sin miedo a lo que parecía ser nuestra perdición, escuchamos un ruidito, todos se voltean a mirar inmediatamente en dirección al ruido, para nuestra desgracia no se veía absolutamente nada, como si la obscuridad tuviera vida y nos hubiera tragado a todos, dimos por hecho que era una de esas ratas, seguimos caminando con cautela.
Escuchamos un grito y ahí fue donde empezó el verdadero horror, todos miramos asustados con los corazones acelerados, no vimos nada, pero, tardamos muy poco en darnos cuenta de que faltaba Mary.
Erróneamente empezamos a correr en todas las direcciones en busca de la puerta por la que entramos, pero, sólo conseguimos separarnos y sumirnos en la inmensa obscuridad, un grito ensordecedor se abre paso entre la penumbra seguido de un golpe seco y este calló de inmediato, empezamos a correr de inmediato hacia la salida.
Michael estaba a mi lado, pero, en un parpadeo desapareció, me doy la vuelta y miro, había un agujero, recordé que tenía una linterna y al alumbrar, perdí las fuerzas, ahí estaba el cuerpo de Michael, destrozado por la caída sobre vigas de hierro afiladas, gritos de desesperación y de ayuda a lo lejos de mis amigos cuando de pronto escucho pasos muy rápidos acercándose y antes de que pudiera darme la vuelta algo me golpeó con fuerza y caí justo en el borde de el agujero.
Rápidamente me alejo aterrado y al apuntar con la linterna, para sorpresa mía era Violette, me abrazó y empezamos a correr, la puerta, nuestra esperanza, la felicidad me recorrió todo el cuerpo, pero, tan rápido como llegó, se fue, la puerta no quería abrir, me llené de desesperación y desaliento, era nuestro fin.
Escuchamos pasos pesados y lentos que hacía todo temblar, no tardé en apuntar y lo que ví no tiene explicación, era un gigante con un hacha enorme y el cuerpo completamente desfigurado, todo cubierto de sangre y la piel desgarrada, luchamos por salir y justo cuando esa cosa se abalanzó sobre nosotros la puerta se abrió, pero, me golpeé con fuerza contra el suelo, Violette me había empujado hacia afuera.
Me levanté, pero, nunca olvidaré sus palabras "Vive, que mi sacrificio no haya sido en vano" seguido de sus gritos de dolor y los ruidos de músculos y huesos desgarrandose, cuando esa cosa la agarró de el pecho y las piernas y la haló hasta que la partió en dos, corrí lejos de ahí y jamás volví, ojalá haya sido tan sólo una pesadilla.
Editado: 22.12.2023