El Área 51 no surgió de la nada. Su historia está profundamente ligada a la Guerra Fría, una época donde la tensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética alcanzó niveles extremos. Mientras el mundo temía una guerra nuclear, los gobiernos de ambas naciones competían por el dominio tecnológico y militar. Fue en ese contexto donde nació la base más enigmática de la historia.
Un lugar estratégico en medio de la nada
En 1955, la CIA y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos necesitaban un lugar completamente aislado para desarrollar su nueva arma secreta: el avión espía Lockheed U-2. Este aparato revolucionario tenía la capacidad de volar a 21,000 metros de altitud, una altura que lo hacía indetectable para los radares soviéticos.
Para evitar miradas indiscretas, el gobierno seleccionó un lugar apartado en el desierto de Nevada, a más de 200 kilómetros de Las Vegas, dentro de una extensión conocida como Groom Lake, un lecho seco de un antiguo lago. Lo que comenzó como un pequeño aeródromo pronto se convirtió en una instalación de máxima seguridad con hangares ocultos, pistas de aterrizaje y un perímetro altamente resguardado.
El secretismo fue tal que ni siquiera los pilotos de prueba conocían el verdadero alcance de los proyectos en los que estaban participando.
El Proyecto U-2 y las primeras luces en el cielo
Las pruebas del U-2 comenzaron en 1955 y, debido a su altitud extrema, pronto surgieron los primeros reportes de ovnis. Pilotos comerciales y testigos en tierra comenzaron a informar sobre objetos metálicos brillantes en el cielo que parecían moverse a velocidades imposibles.
Lo que no sabían era que estaban viendo los primeros vuelos del U-2, un avión cuya estructura reflejaba la luz del sol de manera inusual, creando el efecto de un “objeto luminoso”. Sin embargo, en lugar de admitir la existencia del proyecto, el gobierno prefirió alimentar el misterio, permitiendo que los rumores sobre ovnis crecieran.
Esta estrategia de desinformación se convertiría en una herramienta clave del gobierno estadounidense para encubrir sus desarrollos militares.
El Área 51 y la creación de aviones imposibles
Con el éxito del U-2, el Área 51 se convirtió en el centro de pruebas de las aeronaves más avanzadas del siglo XX. Entre ellas, destacan:
Muchos de estos prototipos fueron vistos volando sobre Nevada, alimentando la teoría de que el gobierno estaba probando tecnología extraterrestre obtenida de naves caídas.
El papel de la CIA y el secretismo absoluto
El Área 51 no solo era un centro de pruebas, sino también un laboratorio de espionaje. La CIA utilizó la base para desarrollar técnicas de vigilancia avanzadas y armas experimentales. Para mantener la operación en secreto, se establecieron reglas extremas:
Incluso hoy, los empleados del Área 51 firman acuerdos de confidencialidad de por vida.
Las pruebas nucleares y el aumento del secretismo
En los años 50 y 60, el gobierno también utilizó el desierto de Nevada para pruebas nucleares, detonando bombas atómicas en las cercanías del Área 51. Se realizaron más de 900 pruebas, muchas de ellas en la superficie.
Este ambiente tóxico afectó a miles de trabajadores y habitantes cercanos. Sin embargo, el gobierno negó los efectos de la radiación durante décadas, lo que generó aún más desconfianza sobre lo que realmente ocurría en la base.
¿Solo aviones o algo más?
Si bien la historia oficial dice que el Área 51 fue creada para pruebas de aviones, muchos creen que desde sus inicios se han llevado a cabo proyectos mucho más oscuros. Las preguntas que aún persisten son:
El siguiente capítulo explorará uno de los eventos más controversiales relacionados con la base: el incidente de Roswell y el inicio de la conspiración extraterrestre.