Después de la huida de Isoroh, en Kurt Baz todo fue paz y armonía, Katania reino 6 meses sin problemas y se ganó el respeto de los líderes de sus 5 países.
Hubo un día como cualquier otro en el que Katania se dirigía a visitar algún pueblo al azar, cuando de pronto, un auto negro blindado ingresó por la puerta del coliseo alertando a Katania y a sus guardaespaldas: Krait (una especie de cocodrilo/serpiente humanoide) y Checkerbelly (una serpiente humanoide).
El auto era tan veloz que inmediatamente llegó al centro de la arena, deteniéndose al lado de la reina, quién junto a sus guardias se puso en modo de defensa, a la espera de lo peor.
Desde el altavoz externo del auto, el piloto pidió a la reina no alarmarse, pues no tenía malas intenciones, por el contrario, buscaba obsequiarle algo a la reina.
Al oír el mensaje, Katania se acercó al vehículo mientras que del descendía un hombre cubierto por un traje táctico de color negro con detalles en rojo que se identificó como Burgos, hermano del ahora fallecido general Razen, y dijo haber estado encargado de investigar a la logia Granate y cazar a sus miembros, tarea que realizó con éxito, acabando con más de 57 miembros.
La reina se mostró algo desconfiada, pero Burgos no sólo había llegado a contarle una historia increíble, él había llegado con pruebas.
Burgos le mostró a Katania un mensaje enviado por Magnon para que le prepare un traje de combate para que pueda luchar contra enemigos de la talla de su hijo Garlot, y junto con Quickmind (el robot más avanzado de todo Kurt Baz) trabajaron en el desarrollo de la armadura.
El obsequio que le había llevado Burgos a la reina era una armadura que había desarrollado con Quickmind, quien apareció en el coliseo a través de un portal, siendo reconocido al instante por Krait y Checkerbelly, quienes lo conocían porque lo habían visto un par de veces al lado del Emperador Yubet.
Al ver la caja que contenía el traje, la reina vio a sus guardias, dudando del contenido de la caja, pero Quickmind le pidió dejar el miedo a un lado, pues ellos no la estaban obligando a nada, sólo habían llegado a dejar el obsequio e irse.
Katania preguntó el porqué del obsequio, a lo que Burgos respondió diciendo que se acercaba una amenaza que la superaba por mucho en poder y que para rivalizar con su increíble fuerza necesitaría del traje.
Quickmind pidió una vez más a la reina confiar en ellos y se despidió, al igual que Burgos. Luego de hablar con Katania ambos se retiraron a través de un portal creado por el robot con un guantelete especial que llevaba en la mano derecha.
Pasaron 4 días de la llegada de Burgos y todo seguía igual, nada extraño había ocurrido; en la arena todo transcurría con normalidad, un pequeño grupo de gladiadores entrenaban como siempre, los guardias de la reina vigilaban el coliseo y Katania leía un pesado libro de historia.
De un momento a otro, en la biblioteca del coliseo en el que se hallaba la reina se presentó un hombre de piel azul, atrajo su libro hacía él sin usar las manos y lo pulverizó. Katania se levantó de su asiento y no pudo hacer nada más, pues este misterioso ser la paralizó.
Luego de pulverizar su libro y paralizar su cuerpo, el hombre azul se presentó con el nombre de Nahad. Inmóvil y sin saber qué hacer, la reina supo que el hombre que tenía en frente era la amenaza de la que Burgos y Quickmind la habían alertado, así que intentó recordar donde había dejado el traje que le habían obsequiado, para vestirlo y luchar.
En la biblioteca todos huyeron asustados al ver que alguien estaba atacando a su reina, esto alertó a los guardias, en especial a Krait y Checkerbelly, pero antes de que los guardias lleguen a la biblioteca, Nahad desapareció junto con la reina, para aparecer en medio del coliseo, donde los gladiadores intentaron atacarlo sin éxito, pues todos fueron pulverizados en el acto.
Nahad puso a la reina de rodillas y la tomó del cabello, le dio una fuerte cachetada que la tumbó al suelo y alzó las manos dándole a entender a todos de que había vencido a su reina.
Katania intentó levantarse, pero fue llevada a su habitación por el hombre azul, quien la desnudó con sólo pensarlo y la volvió a inmovilizar en su propio lecho. Nahad contempló su desnudez, materializó una hoja de papel y un lápiz, y la empezó a dibujar.
Mientras era dibujada, la reina recordó donde había dejado el traje obsequiado por Burgos, y lo pudo ver ya que se encontraba en su propio cuarto frente a su cama, lo único que necesitaba era acercarse a la caja que lo contenía para poder vestirlo, pero le era imposible estando inmovilizada.
Pasaron 2 minutos y Nahad seguía dibujándola, hasta que su lápiz cayó al piso y se desintegró al igual que su hoja de papel; la reina recuperó la movilidad e inmediatamente pensó en vestir el traje para cubrir su desnudez y probar si con este podría ser capaz de enfrentar al hombre azul.
A pocos metros, Nahad intentaba moverse con algo de dificultad, pues había recibido una dosis del letal veneno de Krait, quien se encontraba debajo de la cama de la reina y había inyectado su veneno al hombre azul sin que éste se de cuenta.
Con Nahad desprotegido, Krait volvió a inyectarle sus aguijones, aumentando así la dosis del veneno. A los pocos segundos ingresó al cuarto Checkerbelly y al ver a Nahad en el piso se abalanzó sobre él y lo enredó con su cuerpo de serpiente.
Rápidamente, Katania se acercó a la caja y esta al sentir la presencia de la reina y su necesidad por portar el traje, se abrió lanzando las partes del traje al cuerpo de la reina, cubriéndolo en su totalidad con una armadura plateada.
A la distancia, Quickmind se enteró que el traje se encontraba en uso, así que se comunicó con Katania a través del traje y le dijo que éste era capaz de absorber bastas cantidades de energía en segundos. Sabiendo de la capacidad del traje para absorber energía y teniendo al hombre azul inmovilizado, la reina se acercó a él y posando su mano derecha en su frente le absorbió casi toda su energía en tan sólo 10 segundos, hasta dejarlo cadavérico.
Con Nahad debilitado y esquelético, la presión ejercida por el cuerpo de Checkerbelly le rompió las costillas y lo mató lentamente.
Una vez muerto su enemigo, Katania se comunicó con Quickmind y éste le pidió acercarse al lugar donde se hallaba, que el traje la llevaría a él. La reina vio a sus guardias, les agradeció por haberla ayudado y pidió comunicarle a todos que ella estaba fuera de peligro.
Pasados unos minutos, Katania desapareció para darse el encuentro con Quickmind, y su sorpresa fue grande al ver que el lugar donde éste se encontraba era el infierno, donde junto con Burgos estaban presenciando la pelea entre Pojat y Garlot (pelea que ya llevaba cerca de una semana sin que ninguno de los dos caiga).
Quickmind se acercó a la reina para explicarle el porque se encontraban en el infierno, el motivo era para ver la pelea y para darle una gran sorpresa a Katania.
Burgos interrumpió la conversación para decirles que la pelea estaba por culminar, que ambos luchadores estaban completamente agotados y que la lucha no duraría más de 5 minutos.
Muy herido, Pojat golpeó a Garlot en las costillas, y éste respondió con un derechazo en el pecho que tumbó al demonio, quien no tardo en levantarse evitando así recibir una patada letal de su rival.
Con Garlot muy debilitado y luchando casi por inercia, a Pojat le fue sencillo atacarlo, puesto que su contrincante peleaba sin defenderse.
Aprovechando la vulnerabilidad de Garlot, Pojat lo tomó del cuello y lo asfixió mientras éste movía el cuerpo con lo que le quedaba de fuerzas, tratando de evitar su muerte.
Todo intento de Garlot por zafarse de las grandes manos de Pojat fue inútil, pues éste ya lo tenía en el aire muriendo lentamente, y a los pocos segundos la bestia rosa dejó de moverse, su corazón se detuvo y dejó de existir.
Katania no lo podía creer, Garlot había muerto; Quickmind observó a la guerrera y le pidió que la acompañe, que junto a Burgos le darían la sorpresa prometida.
La lucha entre Pojat y Garlot había sido tan devastadora que destruyó varios sectores del infierno y mató a miles de demonios, por ello la final de la pelea no tuvo espectadores, eso fue aprovechado por Burgos, quien se acercó al demonio con su arma cargada, apuntó a su pecho y le disparó a quemarropa una ráfaga de 35 tiros sin que nadie se lo impida.
Quickmind abrió un portal y lo atravesó junto con Katania; del otro lado aparecieron cerca al mar, donde miles de demonios luchaban en una plataforma, y entre toda esa multitud se encontraba Mikar luchando contra el gladiador Krobat.
Katania se alegró mucho al ver a Mikar (a pesar de que el aspecto de ésta había cambiado mucho por ser ahora un demonio), y ella también al ver a su amada.
Quickmind sabía como funcionaban las cosas en el infierno, así que comunicó a todos los presentes que Pojat ( el rey del infierno había caído) y todos corrieron para atravesar el portal, sabiendo que quien posea el corazón del anterior rey se convertiría automáticamente en el nuevo rey del infierno.
Antes de que la horda de demonios atraviesen el portal, Burgos paso al otro lado y le dio el encuentro a Quickmind.
Todos los demonios estaban atravesando el portal, menos Mikar, quien se quedó al lado de Katania para escapar a través de otro portal creado por Quickmind.
El portal condujo a los 4 a la Arena Dorada, donde estuvieron fuera de peligro, siendo recibidos por Krait y Checkerbelly, quienes se encontraban al centro del coliseo hablando en público sobre la salud de su reina.
Cuando el pueblo vio a su reina se alegró y la abrazó, ella respondió a las muestras de afecto hasta que Burgos y Quickmind la llamaron para conversar antes de irse.
Estando juntos los 3, Burgos le explicó a Katania que la armadura que le habían cedido se la tenía que devolver y que en unas horas Mikar iba a regresar a la normalidad y dejaría de ser un demonio.
Quickmind le recomendó a la reina mantenerse alerta a cualquier amenaza y también le sugirió ser feliz al lado del amor de su vida.
Pasaron unos minutos, y con el traje en su poder, Quickmind y Burgos abandonaron la arena dorada para viajar a otro mundo, dejando a Kurt Baz en manos de Katania, Mikar, Krait y Checkerbelly.
Editado: 30.09.2019