Arkede

Levantamiento

No sabía dónde se encontraba. Todo era muy confuso, recordaba estar en el centro de la ciudad realizando la marcha contra el gobierno. Sara pertenecía a un grupo comunista, ecologista/ revolucionario. Ese mismo día habían planeado un golpe grande, realmente importante, marcarían un antes y un después en la historia. Como la revolución francesa o la guerra civil de Estados Unidos. Se habían dividido en tres grupos. Un grupo estaba encargado de la distracción, otro de la toma física de la casa blanca y otro más de la inteligencia y los ataques cibernéticos que serían la cereza del pastel. Ella pertenecía al primer grupo. Aunque realmente su especialidad eran los golpes cibernéticos, pero Jimy, su novio, le había dicho que era muy impulsiva como para manejar la presión y la pasión que le generaba dicho tema. Por eso había ido con el grupo que solo se encargaba de la distracción, lo menos peligroso de la misión. Sara no había protestado porque Jimy no se lo había pedido como su novio, sino como su comandante, aunque eso no había quitado que se sintiera ofendida o inútil, le gustaba la acción y la adrenalina que sentía cuando robaba la información de los cerdos capitalistas. La primera fase era la distracción. Se suponía que debían marchar y realizar una protesta como si se tratara de un grupo naturalista, pasivo pero indignado, la cual les venía de maravillas pues hace unos días se había aprobado la reforma a favor de la libre tala de árboles en todo el país, y cuando decían en todo era literal, tenían vía libre incluso para las que antes eran reservas naturales. Los malditos pretendían acabar con el país, y el planeta de paso. La segunda fase consistía en que el grupo de la toma aprovecharía la distracción para invadir la casa blanca. No eran tontos no iban a ir con armas exigiendo pasar por la puerta principal. Tenían infiltrados. Había tantos inconformes con el gobierno que hasta sus propios guardaespaldas los habían vendido. La revolución era inevitable. En fin, se suponía que con el desorden que se iba a armar, entrarían por una puerta de empleados y una vez adentro tendrían una sala de comando escondida cerca de la oficina oval, cortesía de los hombres del presidente. Claro el segundo grupo, el que dirigía Jimy, tenía la tarea más difícil, pues tenía que entrar escoltando al tercer grupo que colapsaría la red de información y seguridad desde la sala de comandos. Sería una preciosa y dulce victoria con sentido del humor, que en un futuro podrían contarles a sus nietos. Claro si todo salía bien.

Cosa que al parecer no había pasado, porque ahora Sara se encontraba en.…No sabía dónde se encontraba, todo estaba oscuro y cuando intento levantarse, no pudo. Se golpeó fuertemente la cabeza. Tanteo con las manos lo que la rodeaba y se dio cuenta de que se encontraba en una especie de ataúd. Grito pidiendo ayuda, pero de su boca solo salió un susurro. De pronto una potente luz blanca iluminó todo. Sara parpadeo por el repentino cambio y se dio cuenta de que estaba en una cápsula de color lechoso.

una potente voz lleno el silencio espectral.




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