—No dejas de sorprendernos —le dice Alfa sonriente al verlo aparecer
—Encontré una mejor manera de viajar. Una forma en la que no tengo que hacer contacto con esa masa líquida —agrega Alex orgulloso
—Ya me doy cuenta. —le responde riendo un poco. —Bien ya debes despertar o tu querido novio se comenzará a preocupar
—Regresaré pronto —añade Alex rápidamente
—No hay prisa Alex. Estaremos aquí por mucho tiempo. No puedes venir aquí diario. En estos momentos estás controlando tu sueño. El hacer eso aumenta las probabilidades de sufrir la parálisis del sueño —explica Alfa
— ¿Cada cuando recomiendas que venga? —hace una mueca de tristeza
—Cada dos o tres semanas está bien. —le responde este con una sonrisa. —También es bueno soñar
—Veré si puedo resistir la tentación —responde divertido
—Oye. —le llama Fénix acercándose desde el fondo. —Sería bueno ver lo que hay más allá de esa puerta —parece tímido y eso no es algo muy común en Fénix
—Te voy a mostrar el mundo. —le responde Alex mirándolo directamente. —Les voy…a mostrar. —ve a Arol. —Estamos juntos en esto. Y vamos a hacer esto juntos. Vengan. —abre sus brazos invitándolos a que lo abracen. Estos se acercan sonrientes y lo abrazan. La escena era hermosa. —Amo lo que es cada uno de ustedes. Amo lo que somos
—Esto es hermoso, pero ya debes irte Alex —argumenta Alfa
—Sí, bueno ya me voy. —se separa del abrazo.
Se limpia varias lágrimas que resbalaban de sus mejillas.
—No estaría mal bajar y echar un chapuzón a esa playa —opina Fénix
—Pondré una recepción. —le responde divertido y sonriente. —Prepárense. Los necesitaré pronto. Haz lo tuyo Alfa —mira a Alfa
—Salúdalo de nuestra parte. —Alex sonríe ante el comentario de Alfa.
El cerebro de este vuelve a iluminarse una vez más. Los ojos de Alex se cierran y cuando los abre, se encuentra con los ojos de Max. Lo miran preocupado. Este sonríe en cuanto ve que ha despertado. Llevaba varios segundos acariciándolo y no reaccionaba. Alex los sintió como minutos, ahí dentro el paso del tiempo es extraño.
—Hola —pronuncia en susurro Alex. Sonríe y acaricia su mejilla suave
—Al fin despiertas. —le dice bromista. —Comenzaba a preocuparme
—Tranquilo —sigue tocando su mejilla
— ¿Estás bien? —cuestiona apacible
—Jamás he estado mejor. —la voz de Alex seguía saliendo en susurro. Max agacha su cabeza, un acto que no pasa desapercibido para Alex. — ¿Qué sucede?
—Tuve…un sueño muy extraño —dice con timidez
— ¿Ah sí? —cuestiona Alex interesado. — ¿Qué tan extraño? —Alex hace una mueca. Max se sienta en la cama
—No lo sé. —comienza diciendo. —No puedo explicarlo. Pero fue fantástico, emocionante, difícil de creer. —Alex quería soltar una carcajada, pero se estaba resistiendo. A su parecer, Max se veía muy tierno tratando de explicar eso.
— ¡Guau! —exclama con ojos muy abiertos. —Veo que te divertiste
—No del todo. —añade nervioso. —Hubo una parte muy dolorosa
— ¿Por qué dolorosa? —esta era una oportunidad para saber cómo se había sentido Max
—Porque sentí que te perdía —dice nostálgico
—Amor. —le dice Alex con voz dulce mientras sujeta sus manos. —Nuestra historia apenas comienza. Me tendrás por mucho tiempo
—Te amo. —le contesta este. Sonriente e inclina su cabeza para darle un pequeño beso en los labios. — ¿Qué hay de ti?, ¿algo fuera de lo normal? —algo le decía a Alex que en el fondo Max albergaba la esperanza de que lo que soñó no haya sido tan solo una ilusión
—Para nada. —le responde Alex pensativo y agitando un poco sus hombros. —Solo que te despedí hace unos minutos dentro de mi mente. —termina de decir y suelta una pequeña risa. La cara de Max era todo un tema. Abrió sus ojos enormemente.
— ¿Fue real? —cuestiona con la misma expresión de asombro
—Lo vivimos en un sueño, pero es real si así lo crees —le sonríe
—Carajo. —sus ojos ya no pueden abrirse más. —Entonces ¿eres…?
—Fénix y Arol —responde la pregunta no planteada. Con una sonrisa
— ¡Madre Santa! —exclama con más asombro haciendo reír a Alex. — ¿Qué piensas hacer ahora?
—Lo que debí haber hecho desde un principio. El mundo sabrá quién soy en realidad. No más máscaras
—Estoy sin palabras. —confiesa riendo un poco. —En el fondo anhelaba que fuera real y ahora que descubro que asi fue me he quedado sin habla
—Es difícil de creer lo sé. Pero somos capaces de lograr cualquier cosa. He descubierto que el mayor obstáculo que debes enfrentar es contigo mismo
—No podía estar más orgulloso de ti —le sonríe de oreja a oreja
—Te amo —pronuncia Alex dejando a Max perplejo