Capítulo 1- Fundación RihanaJuanse

13 años atrás

¿Qué te hace especial?, ¿qué te hace diferente?, pues déjame decirte que el solo hecho de preguntártelo significa que ya lo eres.

Todos nacemos con una personalidad única, con un pensamiento, con una ideología que se activa, que vas conociendo, interpretando y mostrando conforme vas creciendo. Más sin embargo, hay patrones en las personalidades perfectamente reconocibles, no existe la mínima duda de que no hay alguien igual a ti, pero hay personas que poseen muchas de tus cualidades, gustos y pensamientos, y están estos otros que se salen completamente de todos los estereotipos, de las estadísticas; como este niño que camina solitario, o, eso es lo que parece.     

—Te llamaré… —dice el niño de seis años de edad mientras piensa. Este se encuentra sentado en la hierba, fresca y tan verde como debe ser en primavera—Alfa. Alfa Cerebro —termina de decir, con una emoción enorme, que su sonrisa comprueba

—Me gusta el nombre. —escucha que le responden en su interior.

Que alguien le respondiera dentro de su cabeza quizás le causaría escalofríos a cualquiera, pero este niño lo sentía muy normal.

— ¿Por qué estás tan viejo? —le cuestiona el niño de forma curiosa, pero respetuosa. Él mira a la nada y sus manos cortan trozos de hierba.

—Mi apariencia es el reflejo de tu capacidad cerebral —le responde el hombre de avanzada edad

— ¿Mi capacidad cerebral es vieja? —el hombre suelta una considerada carcajada que golpea cada espacio libre de su cabeza, resonando como un eco

—Sabia Alex. —le explica entre risas. —Es sabia

— ¿Y qué quiere decir eso? —siendo un niño de seis años es normal que desconozca el término

—Que tienes un gran potencial, y pronto has de explotarlo

— ¿Cómo una bomba? —pregunta con suma preocupación en su expresión y en su voz

—No Alex. —el hombre vuelve a reír. —Me refiero a que le sacarás provecho

—Creo que entiendo. —dice el niño con esa inocencia en su voz.

Súbitamente una imagen se plasma en su mente, tan corta como la flama de una vela que acabas de encender y que el viento a hecho los honores de extinguir.

— ¿Qué fue eso? —inquiere el hombre con gran interés

— ¡Oh nada! —responde enseguida con una risita nerviosa. —Una loca fantasía

—Nada es una loca fantasía si se tiene forma de alcanzar Alex. Déjame ver. —le pide el hombre con voz tranquila.

Alex lo medita un segundo, antes de concentrarse y desbloquear dichas imágenes. Este le va dando un recorrido, mostrándole todo el panorama. Una vez que finaliza, este vuelve a guardarla, con un bloqueo que funciona como llave.  

—Interesante. —alaga el hombre. — ¿Tú lo creaste?

—Sí. —le contesta casi sin una pizca de emoción. —Bueno…creo —añade luego, haciendo una mueca y alzando un hombro

— ¿Crees? —cuestiona con serenidad

—Es que creo que alguien mas lo hizo por mí —explica Alex con la misma ausencia de emoción

— ¿Quién? —este le hacía una y otra pregunta, más conocía mejor que nadie las respuestas a esas y más interrogantes 

—Alguien ahí dentro. —responde un tanto nervioso. —Siento como que me habla a veces. Me muestra imágenes de mil y un escenas. Algunas de ellas las emplea para ayudarme a dormir o incluso quitarme el sueño si lo necesito. Me mantiene ocupado siempre

— ¿Y eso no te da miedo?

—No. —le contesta y al fin muestra una media sonrisa. —Todo lo contrario. Me hace sentir que no estoy solo —ahora levanta sus dos hombros

— ¡ALEX! —se escucha que le gritan al niño a lo lejos

—Es mamá. —escupe este poniéndose de pie enseguida. —Debo irme. —añade sacudiéndose el trasero. —Te veré luego. —le sonríe y corre a la casa.  

Sin saberlo, ese acto marcó el comienzo de una gran aventura, una travesía que lo envolvería por completo, en noche de marea alta y tormentas fuertes; un viaje que le haría crecer, ascender y caer al mismo tiempo, conocerse a sí mismo y a lo que habita dentro de sí.

Sin saberlo, esa imagen que creó en ese mismo año, le daría la fuerza que necesitaría, lo guiaría hasta su destino.

1 año atrás

—El día se acerca. —le digo a Fénix, la personalidad extrovertida y alocada que vive y ejerce influencia en la personalidad de Alex. —Debes estar preparado. Una vez que llegue aquí, tú debes venir a mí  

—Supongo que no me darás más detalles por temor a que pueda alterar su futuro —argumenta tranquilo  

—Aún tienes mucho que aprender Fénix. —me inclino un poco hacia él. —El destino de una persona está en constante cambio, de eso no hay duda, cualquier evento fuera de lo previsto acaba con lo previamente intuido, pero hay eventos en el destino que no puedes cambiar. Esa faceta de su destino fue escrita con el fuego en el que fui fundido y en el que fuiste fundido tú. —lo miro a los ojos. —Aunque pudieras hacer algo para alterarlo este renacería en la nueva versión, igual de fuerte e inminente