aroma a cafe

Invitado

Luego de mi respectiva taza de café fui al trabajo, mientras iba en camino, supe que algo malo iba a pasar pero no lo distinguía al instante, cuando llegue me esperaba mi jefa con su inconmensurable sonrisa en su rostro la cual no me agradó mucho pero prefiero eso a que un puñal de palabras de doble filo diciéndome que no valgo nada, se me acercó repentinamente y asumí que necesitaba un favor por lo que no dudé mucho y le pregunté si necesitaba algo, con mucha esperanza ella me dice que necesitaba que la acompañará a la boda de su hermano, le pregunté qué porque no iba sola, a lo que respondió bruscamente que no hiciera preguntas, apacigüe un poco la situación y pregunte si ganaría algo a cambio, con una sonrisa malévola y ojos de asesino se acercó a mí y me prometió un gran lugar en su familia, lo cual no entendí al instante sino hasta mucho después.

Cuando termine mi horario laboral ella me dio una invitación para dicha boda, era para el fin de semana, más exactamente el domingo pero me encargo otro problemilla, al parecer también me tocaría ir a la despedida de soltero del tal Marcus, no me lo pensé dos veces y le dije que quería un aumento, a lo que respondió con alivio que acepta, no entendía lo que pasaba, eran muchas cosas buenas para ser verdad, aumento de sueldo, buen trato, ¿qué más falta? No sabía en lo que me metía hasta que lo descubrirían mis propios ojos ese fin de semana.




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