Arte en Movimiento

Capítulo 4. Invitación emocionante.

Jimin.

Hoy fue otro día en que me tocó dejar a Rosie en su academia de baile, pero contrario a otras veces, decidí dar una vuelta por los alrededores, aprovechando que no tenía nada urgente que hacer. Ajuste de mejor manera mi gorra y los lentes oscuros, esperaba pasar desapercibido al menos unos momentos.

Un pequeño acto de lo que parecía ser una pieza de baile a un lado de la calle llamó mi atención, deteniéndome momentáneamente para observarlos mejor. Sonreí al reconocer los pasos y la técnica, era danza contemporánea, la misma que estudie hace algunos años. Gracias a ello, tengo un excelente control en mi cuerpo, ritmo y facilidad de ejecutar pasos difíciles.

A veces, es mis ratos libres, vuelvo a bailar esas coreografías que hice en mis épocas de estudiante, y en esos momentos, me recorre la nostalgia. Me gustaría hacerlo de nuevo, sentir la adrenalina y la música clásica viajar por mi piel, hablar por medio de mis movimientos, expresar mis miedos y dudas, es algo que me encantaría hacer, así sea una vez.

Continuo con mi camino, y al alzar la mirada del suelo, me encuentro a una persona conocida, sonriendo inmediatamente con mucha emoción.

–¡Señorita Kang! –la llamé, haciendo que me girará a ver.

–Park Jimin, ¿eres tú? –murmuró sorprendida.

–Así es. Es un gusto verla de nuevo –saludé con respeto.

La señorita Kang fue una de mis tantas mentoras en el baile, ella me enseñó tanto, me enseñó a creer en mi talento, a creer en mí, y por ello, siempre le estaré agradecido.

–Por Dios, Jimin, te ves tan magnifico. Has crecido tanto y tan bien, me siento maravillada al verte –sonrió emocionada, acariciando levemente mi mejilla, por lo que le regalé una sonrisa.

–Mucho de esto fue gracias a usted, señorita Kang.

–También por ti, querido. Fuiste un alumno formidable, y ahora, estas triunfando como nadie –mencionó, alejando su mano e mi mejilla –. He visto algunos de tus conciertos, tienes una voz preciosa y tus movimientos son tan perfectos, justo como en los viejos tiempos.

–Muchas gracias por eso. Por cierto, ¿qué hace por aquí? –pregunté curioso.

–Trabajó en esa academia –señaló la academia donde Rosie estudia –. Soy la propietaria y directora de la misma, muchos de mis alumnos avanzados están ahí.

–Que coincidencia. Conozco a dos de sus alumnas –confesé emocionado –. Son Farijh Spencer y Rosie Barton.

–Oh, así que tú eres uno de los chicos misteriosos que recoge a Rosie de vez en cuando.

–Sí, supongo.

–Y también conocer a Farijh, que interesante –murmuró, sonriendo de lado.

–¿Qué es lo interesante? –cuestioné dudoso.

–Nada, es que ella casi no se relaciona con personas fuera de la academia –comentó sin importancia, haciendo una seña con su mano, como si quisiera dejarlo de lado –. De hecho, ahora que te veo, se me viene una oferta que hacerte, Jimin.

–Dígame, ¿de qué se trata?

–La universidad de Corea me ha pedido reclutar a mis mejores estudiantes para una semana de eventos sobre la danza. Mi bailarina estrella casi no hace presentaciones en dúo, así que me gustaría que presentara algunas.

–¿No tiene muchos estudiantes varoniles?

–No es eso, es que los estudiantes que tengo no llegan a su nivel.

–¡Wow! Ella de ser muy buena para crearle ese tipo de conflicto –exclamé sorprendido.

–No tienes idea, ella es una joya, u ahora que nos hemos topado, se me ha ocurrido la idea de que podrías ser su compañero, claro, siempre y cuando aceptes y no choque con tu agenda.

¿Bailar con alguien? ¿De verdad podría volver a bailar como en los viejos tiempos? De inmediato mi corazón comenzó a latir con prisa, estaba muy emocionado. Quiero intentarlo, de verdad quiero hacerlo, es una gran y magnífica oportunidad, no puedo rechazarla.

–Me encantaría, señorita Kang –le respondí con una sonrisa que de seguro revelaba mi entusiasmo –. Estoy dispuesto a reunirme con su alumna y ver si somos compatibles para su evento.

–¡Eso es grandioso! –aplaudió feliz –. ¿Qué te parece si revisas bien si no tienes ninguna clase de cita previa con tus obligaciones como artista, me llamas y concretamos una cita?

–Por supuesto, yo le avisaré. Será un placer ayudarla.

–No, Jimin. El placer es todo mío, y estoy segura que para mí bailarina también lo será –aseguró con una gran sonrisa que no pude evitar corresponderle.

§§§§§

–Oye, Tae –llamé a mi amigo, que estaba jugando con Rosie –. ¿Crees que podamos hablar un momento?

–Claro, Jimin –accedió, acariciando la cabeza de la pequeña, que se quedó jugando con Hoseok.

Nos dirigimos a la cocina, donde tendríamos más privacidad. Me recosté del mesón, mientras que Tae se sentaba en una de las sillas altas, observándome con curiosidad.

–¿Qué te sucede? Te ves un poco ansioso –señaló mi rostro.

–Hoy encontré en la calle a una de mis antiguas mentoras cuando era estudiante de danza, me hizo una oferta muy interesante –comencé a decir, jugando con una cuchara –. Quiere que participe en un evento que organiza la universidad de Corea, junto a la que es su alumna estrella.




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