Farijh.
Los aplausos aún se pueden escuchar aquí en el camerino, y eso me hace sonreír tanto, es una de las razones por las que amo tanto el baile. Esa dicha y gozo de que al público le guste tu arte, que lo aprecie y llene de amor es una sensación abrumadora, pero me llena de tanta vida, que no podría negar que es uno de los motivos por los que sigo viviendo.
Abrí los ojos, lanzando un largo suspiro, descansando después de una presentación demasiado enérgica e intensa que me dejó con el corazón latiendo como loco y las piernas temblorosas. Como aún tengo cosas que hacer, me pongo de pie y comienzo a cambiarme, poniéndome ropa más cómoda. Al estar terminando de abrochar mi suéter, escucho unos toques en la puerta, y antes de preguntar a quien es, la Directora Kang se identificó, por lo que le permitió pasar.
–Excelente presentación, Farijh. Jimin y tú lo hicieron espléndidamente en el escenario –me felicitó, palmeando ligeramente mi hombro.
–Muchas gracias, Directora. Nos esforzamos mucho para dar lo mejor.
–Sabía que ustedes juntos harían una gran pareja –Sé que lo dijo por las presentaciones que hemos hecho, pero no pude evitar pensarlo en un aspecto más romántico, sonrojándome un poco –, pero, no fue por eso que vine aquí. Hay varios estudiantes que quieren tener una pequeña convivencia contigo. ¿Te gustaría hacerlo?
–Uhm... –murmuré dudosa.
No es porque no me guste pasar tiempo con mis fans, es algo que me encanta, conversar, reír y tomarnos fotos en las que me mencionan con descripciones muy bonitas hacia mi, es solo que me da un poco de pánico encontrarme con Ha-Na y que las cosas terminen en un desastre.
>>¿Donde seria?
–En uno de los auditorios, estaríamos rodeadas de seguridad y había mucho orden a la hora de pasar, así que no te preocupes, procuraremos que no se porten mal, ¿te parece?
–De acuerdo, lo haré.
–Maravilloso. Voy a dar el aviso para que vayan preparándolo todo. Vengo en un rato por ti.
–Si, Directora.
Ella se puso bastante contenta, y yo también lo estoy, sólo espero que no suceda nada malo que convierta este bonito momento en algo muy malo. No creo que ella pueda reconocerme, pero de vez en cuando, escucho una voz en mi cabeza susurrando muy bajo que eso sí podría pasar.
*****
–¿Te encuentras lista? –pregunta la Directora.
–Un momento –pedí.
Revisé por cuarta vez el conjunto de pantalón y saco que pedí a mi abuela enviará con su chofer, agradeciendo que lo trajo muy rápido. Mi máscara estaba bien puesta, y mi cabello se encontraba suelto y ondulado. Asentí hacia la Directora, así que abrieron de par en par la puerta, entrando y saludando, sonriendo por los aplausos y gritos emocionados. Le entregaron el micrófono a la Directora, comenzando a dar órdenes sobre cómo quería que se comportaran en este evento.
La escuche tranquilamente a su lado, porque eventos como estos he tenido muchos, por eso ya no me genera nerviosismo cuando se toman fotos, gritan mi nombre o me miran muy fijamente. Cuando fue mi turno de hablar, tomé el micrófono, dando algunas palabras de agradecimiento a mis fans.
–Buenas tardes a todos –hable en mi idioma materno –. Mi nombre es Elena Miller, el Cisne Blanco. Agradezco mucho su asistencia el día de hoy, espero que sea un evento en el que todos estemos contentos Sigamos las indicaciones y divirtámonos mucho, de acuerdo?
Gritos, silbidos y aplausos me hicieron reir, entregando el micrófono para irme a sentarme a mi lugar en una mesa en medio del escenario, con dos personas de seguridad a ambos lados y la Directora atras de mi.La gente fue pasando formados en fila, llevando fotos, libretas de seguro de sus clases y hasta revistas donde había salido algun articulo sobre mi.
Firme todo, me tome fotos y entablar pequeñas conversaciones. Las palabras bonitas y llenas de admiración llenaban mi pecho de calidez y felicidad. Era tan hermoso y gratificante, que bajé la guardia, tanto, que cuando Ha-Na apareció frente a mí, me quedé muda. Se veía feliz, emocionada y no dejaba de balbucear, señalándome con sus amigas, como si no creyera que tuviera a alguien que admiraba frente a ella.
No podía dejar de verla en silencio, era extraño, pero tan extraño escucharla decir esas palabras de admiración y respeto no podía creerlas porque como si de una película se tratara, en mi mente pasaba cada una de las veces que me golpeaba o amenazaba. La mano de alguien apretando la mía me sacó del trance, observando a la Directora que me veía preocupada.
–Todo bien? –asentí levemente, sintiendo como una gota de sudor escurría por un lado de mi rostro y unas ganas muy intensas de vomitar.
La Directora, nada convencida, decidió dar por finalizado el evento. Ha-Na se quejó de una manera sutil, pero su tono de voz me hacía saber que se encontraba molesta, mientras que los demás señalaban lo pálida que me veía, preguntando si me encontraba bien. Inhalé hondo, porque no quería que descubrieran mi secreto, sonriendo de manera forzada hacia ellos.
–Lamento la interrupción tan repentina La presentación de hoy requiere mucho esfuerzo en las prácticas, además de que sigo entrenando para otros eventos. Creo que mi cuerpo está comenzando a ceder por el cansancio, les pido una gran y sincera disculpa, prometo que se los compensare otro día.
La mayoría lo entendió, pero Ha-Na estaba molesta, muy molesta, lo sabía por esa sonrisa tensa y falsa que estaba esbozando. Conozco bien esa sonrisa. Intento tomar mi mano, pero fingí que no la vi, levantándome con ayuda de la Directora y un hombre de seguridad.
Nos dirigimos hacia la salida de la Universidad mientras la Directora no dejaba de preguntarme si estaba bien y queria que fueramos al hospital. Intente tranquilizarla, aferrándome a la mentira. Gracias Dios, el chofer de mi abuela se había quedado, por lo que al verme, bajó rápidamente para abrir la puerta trasera.