Arte Marginal: retrato de una asesina

KORU

Zoe nunca habló de aquello con nadie y Claire tampoco. El cuerpo de Zoe fue minuciosamente lavado como si de esa manera pudiera quedar todo borrado. Pero en su fuero interno ni Zoe ni Claire olvidarían nunca aquella fiesta de principios del mes de julio. Zoe sentía una especie de vergüenza, se sentía otra persona y Claire no podía soportar su sentimiento de culpa.

Las semanas siguientes fueron un torbellino de imágenes, ideas, sentimientos y sensaciones en Claire, todas oscuras y amenazantes. Claire se asomaba continuamente a vigilar la cama de Zoe y le pedía en silencio mil veces perdón por lo ocurrido, pero nada conseguía aliviar su inquietud. Mientras tanto, Jean Pierre permanecía ajeno a lo que había ocurrido aunque notaba que algo no iba bien, ni en su hija ni en Claire. y no era capaz de saber qué sucedía exactamente. Tampoco quería preguntar, no era el momento y temía la respuesta. Claire permaneció mucho tiempo en su cama sin ganas de hacer nada, ya no había fiestas ni reuniones de artistas, aunque ella seguía bebiendo en exceso. Pasaron los días y fue entonces Zoe quien visitaba a su madre en su lecho. Preocupada, se daba cuenta del impacto que había tenido lo ocurrido en ambas. Pero aquella imprudencia que Claire había cometido no era razonable, no podía lidiar con ella. La culpa nunca abandona a quien la siente, es una emoción que escapa al raciocinio y se apodera de tí. 

Aquella mañana, cuando Zoe entró en la habitación de su madre, contempló cómo unos enormes mechones de pelo se habían desprendido de su hermosa cabellera y en su cabeza se mostraban círculos de piel tan pálidos que hacían que Claire pareciera un cadáver. Recostada sobre varias almohadas, tiraba de su cabello y éste se desprendía entre sus dedos con facilidad mientras dirigía su mirada perdida hacia ellos, como si estuviera hipnotizada. Zoe permaneció a su lado acariciando la cabeza de su madre hasta que no pudo reprimir sus llantos y salió corriendo de aquel lugar.

Al día siguiente Jean Pierre no fue a su trabajo. Cuando Zoe despertó, la puerta de la habitación de su madre estaba cerrada y se oían voces en el interior apagadas, afectadas, ese día no le habían llevado su bandeja de desayuno. Claire no volvió a ver a su madre con vida, pero sí vió el hermoso tatuaje que adornaba su espalda y que nunca había contemplado antes: el Koru, que se caracteriza por su forma espiral y curva, y representa un brote de helecho joven que se despliega, simbolizando nuevos comienzos, crecimiento y renovación así como una idea de movimiento continuo. Ell equilibrio entre la vida y la tierra. El Koru simboliza la vida, el crecimiento, la fuerza y la paz. Es una representación de cómo la naturaleza y la vida se entrelazan, enfatizando la conexión con el mundo natural y el ciclo continuo de la vida y el renacimiento.

Días después de la preparación y el velatorio de Claire se celebró su entierro, entre cánticos, danzas y comida tradicional. Y a continuación Zoe volvía a París mientras su padre ultimaba los detalles necesarios antes de dejar su puesto en la Polinesia Francesa.

Cuando Zoe llegó a París permaneció en la casa de su abuela hasta que su padre llegara de Papeete.

La abuela de Zoe vivía en una zona tranquila de París, cerca del Bois de Boulogne. La casa era pequeña, pero estaba llena de encanto La fachada era de piedra rojiza, con ventanas de madera pintadas de azul. El jardín era pequeño, pero estaba bien cuidado. Había flores de colores, un pequeño estanque y un árbol centenario. Dentro de la casa, todo estaba limpio y ordenado. Los muebles eran antiguos, pero estaban en buen estado. Había cuadros y fotografías por todas partes, que recordaban la vida de la abuela, la de su padre, Pierre, y la de su madre Claire. La abuela no mencionó nada acerca de lo sucedido en Papeete, era una mujer amable y cariñosa, siempre dispuesta a hacer de la vida de Zoe un bonito sueño. Pero ahora se daba cuenta de que algo terrible se había cernido en la vida de su nieta. Y ella debía permanecer tranquila, sabiendo lo que podía estar viviendo su hijo y lo ocurrido a Claire. Esa fue la razón por la que la madre de Pierre decidió que Zoe estudiara en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París

La escuela está ubicada en el centro de París, en el distrito 6. El edificio principal de la escuela es el Palacio de Bellas Artes, que fue construido en el siglo XVII. El palacio alberga una gran colección de arte, que incluye obras de artistas como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Rembrandt. Fue fundada en 1648 como la Academia Real de Pintura y Escultura, y se convirtió en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes en 1816. La escuela ha sido el hogar de algunos de los artistas más importantes del mundo, incluidos Édouard Manet, Claude Monet, Edgar Degas, Auguste Rodin y Georges Seurat. La Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París es una de las escuelas de arte más prestigiosas del mundo. La escuela ha tenido un impacto significativo en el desarrollo del arte moderno y contemporáneo, y sigue siendo un importante centro de educación artística.

Zoe ingresó en la escuela y durante ese período de tiempo además de ser una alumna aventajada se dió tiempo para recordar lo ocurrido en Papeete. No, nunca olvidó su pasado en Papeete. Una noche, Zoe estaba trabajando en su estudio cuando tuvo un sueño. En el sueño estaba de vuelta en Papeete. Estaba caminando por la playa, y en ese momento decidió hacer de su vida una obra de arte. 

Poco después del regreso de Pierre a París éste  entró en una espiral de enfermedad. Un cáncer se había alojado en su cuerpo y en su espíritu y en poco más de dos meses desapareció también. 

Fue entonces cuando Zoe decidió dejar la casa de su abuela y trasladarse a vivir al Montmartre. Con sus calles serpenteantes y su atmósfera cargada de historia artística, es el lugar perfecto para Zoe. Busca un estudio que no solo sea su espacio de trabajo, sino también un refugio personal donde pueda canalizar todas las experiencias y emociones que ha acumulado a lo largo de los años. El estudio que encuentra es pequeño pero luminoso, con una ventana que ofrece una vista pintoresca de las calles de Montmartre.



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En el texto hay: asesinatos, paris, tatuajes

Editado: 05.03.2024

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