Artemisa

OCHO

Un Jacob Black 

 

El único color que abarcaba sus ojos, no era como los demás lobos, para mí él era el peor de todos.

Me levante con cuidado, sus ojos miraban los míos con terror, era consiente de su desfachatez.

Camine a él y cuando estuve cerca lo abrace, sus brazos me rodearon.

— te fuiste y ya no supe nada de ti— dije.

— lo lamento, no tuve tiempo para despedirme.—un gruñido me hizo recordar todo.

— eres un— Jack no tuvo tiempo de alejarse y mi puño impacto en su rostro,su rostro se giro levemente y su mejilla se torno roja.

— sabia que harías eso.—murmuro. 

— ¡eres un bastardo!— grite volviéndolo a golpear, tome su camisa y lo tire al suelo, cuando él cayo golpee con fuera su estomago con mi pie.

Él se quejo y antes de que lo volviera a golpear Jasper tomo mi cintura y me alejo de él.

— tranquila— Jasper susurro en mi oído.

— ¡nada de tranquila ese bastardo huyo de una pelea y eso es lo más cobarde que podría haber hecho! ¡por su culpa casi matan a Julieta!

Jackson se levanto y miro a su alma gemela.

— entiendo pero no creo que sea el momento para golpearlo— dijo Jasper con suavidad.

Me fui tranquilizando y cuando estaba mejor tome sus manos y lo aleje de mí.

Camine hacia la chica la cual estaba asustada.

— es un alíen— murmuro con miedo y mirando de reojo a Jackson, su rostro demostraba el dolor que sentía al ser visto de esa manera por su alma gemela.

— ¿por qué lo dices?— pregunte.

— ¿que no los has visto? ¡pueden transformarse en perros gigantes!—dos gruñidos me hicieron reír.

Los lobos odian ser confundidos como perros.

— acompáñame— dije extendiendo mi mano para que ella se levantara del suelo.

Con miedo tomo mi mano, la guié hasta la habitación que le asignaron y me senté con ella en la cama.

— ellos no son alíens— murmure intentado no reír.

— lo son, tú no los has visto pero yo si, son perros enormes.

— pero que se puedan transformar en perros no significa que sean alíens, son otro tipo de especie.

— ¿de que hablas? ¿mutantes?—negué con la cabeza.

— ¿has escuchado hablar de vampiros? ¿sirenas? ¿brujas o algo así?

Ella asintió con la cabeza.

— soy fan de Edwar Cullen— la chica de Jack era agradable.

— bueno pues para hacerlo más sencillo imagina que Jackson, el chico que te trajo como costal de papas es Jacob Black.

Sus ojos me observaron para luego empezar a reír, se levanto de la cama y empezó a caminar de un lado a otro, la observe y su risa se fue apagando hasta volverse en llanto.

— demonios— dijo llorando— siempre le pedí a Dios que enviara un Edwar Cullen a mi vida o un Jacob Black pero no pensé que se lo fuera a tomar enserio.

— hay que tener cuidado con lo que deseas— me acerque a ella y puse una mano en su hombro— hay muchas cosas que tienes que saber, pero para eso necesito que entiendas que esto es difícil y no quiero que me trates de loca o que intentes huir, créeme que correr no te servirá de nada, en menos de tres segundos ya tendrías a dos lobos delate de ti haciéndote volver.

— esto es irreal...

— ¿prometes creerme y no huir?

Sus ojos me observaron con miedo y asintió lentamente.

— déjame traigo comida para que puedas comer y luego pueda contarte todo.

Tome la perilla de la puerta.

— ¿puedes mantener alejado al alie...lobo, al lobo alejado de mí?

— lo intentare— conteste saliendo.

Al llegar a las escaleras observe a Jackson y Jasper.

— ¿de que hablaban?— preguntó Jackson.

— déjame que hable con ella, por el momento no quiere verte.

— ¿como puedes pedirme eso?— preguntó casi gritando.

—  tal y como tú pudiste huir de una pelea, ahora deja que hable con la chica porque de lo contrario me la llevare con los cazadores y la alejare de ti.

— no puedes hacer eso— dijo burlón.

Me gire y lo enfrente.

— no tientes al diablo Jackson, Jasper ¿en donde está la cocina?—pregunte sonriendo.

— vamos, sígueme.

Lo seguí por los pasillos, él abrió una puerta dejándome entrar, la cocina estaba reluciente, algunas muchachas se encontraban cocinando, cuando me vieron se acercaron y se inclinaron levemente.

— ¿desea algo luna? Podemos cocinar lo que usted desee—tanta atención era molesta.

— no se preocupen, yo puedo hacerlo.

— claro que no luna, nosotros podemos hacerlo por usted.

— vayan y tomen un descanso— dijo Jasper.

— claro alfa— contestaron ambas muchachas y salieron de la cocina.

Me acerque a la alacena y tome un tarro de jalea.

Jasper me observaba desde el marco de la puerta, unos sándwiches de jalea.

Termine el primero y levante la miraba observando a Jasper.

— ¿que no tienes otra cosa que hacer?— pregunte.

— claro, pero prefiero verte.

— yo preferiría que me dejaras sola.

— se nota que no preferimos lo mismo— deje escapar una pequeña risa y me dispuse a hacer el otro sándwich, cuando los termine los puse en un plato.

— ¿tienen jugo?— pregunte.

— si— él se acerco al refrigerador y saco el jugo de naranja de una caja, tomo dos vasos y los coloco en la bandeja que yo tenia— ¿me contaras de donde conoces a Jackson?

— larga historia...

— me gustan las historias y si son largas mejor— Jasper se fue acercando a mí y mientras lo hacía mi corazón se iba acelerando y golpeaba mi pecho más rápido, antes de que llegara a mí tome la bandeja, ese era el único objeto que nos separaba.

— iré con la chica...—no dije más y salí de la cocina en dirección a la habitación de la chica.

— ¡hable la maldita puerta!— gruño Jackson golpeando la puerta.

— ¡lárgate!— grito la chica.

— maldición Jackson, te dije que no quería verte— dije enojada.



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En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

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