Artemisa

TRECE

Combate con un alfa

— ¡QUE TE E DICHO!— grite empujándolo de la cama, él cayo al suelo soltando un quejido.

— perdón, supongo que las almohadas se cayeron solas— dijo Jasper levantándose y caminando al baño.

— aja claro y yo soy un hada mágica— conteste, cuando él entro al baño solté la risa que contenía, no negare que me gusto dormí con él abrazándome pero tampoco lo aceptare en voz alta.

Siempre pon orden y autoridad, decía mi padre.

Alguien toco la puerta, me levante y al abrirla amplié los ojos. Dove se encontraba vestida con una falda blanca que le llegaba arriba de las rodillas y una blusa celeste de mangas cortas, una linda sonrisa abarcaba su rostro cuando me vio.

— hola Luna— dijo con una sonrisa.

— Dove, buenos días ¿que sucede?

— venia por Jasper ¿ya está listo?— la mire confundida.

— ¿listo para que?—ella se miro sorprendida.

— ¿acaso no te dijo que saldríamos?— ahí iba de nuevo mi ira...

— no, creo que lo olvido— oculte todo mi enojo y reí.

— bueno, dile que lo espero abajo— asentí con la cabeza y cerré la puerta.

¿podías perder a tu lama gemela?

Jasper salio del baño, mi mirada cayo en él, estaba dolida y molesta.

Tome una toalla y entre al baño golpeando mi hombro con el suyo. Él me miro confundido pero no dijo nada.

El agua caía por mi cuerpo y en lugar de disfrutar el agua mi cabeza pensaba en lo que estaba pasando con Dove y Jasper. 

Estaba empezando a sentir algo por el maldito lobo y no podía.

— ¿enfrentaras las pruebas?— mi abuelo caminaba a mi alrededor.

— si.

— ¿dispuesta a morir para tomar tu cargo?

— no moriré, pasare la prueba y mostrare ser digna de una artemisa.

— tus antepasadas tienen que estar orgullo de ti, seras la tercera mujer que nos lidere, la diosa Artemisa te dio una oportunidad, no la desperdicies. 

Ali del baño, Jasper ya no estaba.

Cuando termine de vestirme baje.

— ¿desayunaras?— preguntó Eluney.

— no gracias ¿sabes si ya Julieta y llego?

— ¿la chica que vino contigo la vez pasada?— asentí con la cabeza.— no, pero cuando llegue te informo.

— gracias— salí de la mansión y camine por la manada. No llevaba ni una semana aquí y ya me estaba volviendo loca.

— hey, Ariana—me gire al escuchar mi nombre, el alfa Evan me observaba—necesito con quien entrenar ¿te ofreces?—asentí con una sonrisa.

— sera un honor entrenar al lado del alfa.

—y para mí también al entrenar con la líder de los cazadores.

Mi padre me enseño a luchar, Evan combatía igual que mi padre, su puño intento tocar mi rostro pero era más rápida y lo esquivaba, sabía que el alfa no ponía toda su fuerza por ser humana pero a pesar de eso me divertí.

Escuche una risa que me distrajo y el alfa Evan aprovecho eso tirándome al suelo, solté un leve quejido.

— buena esa—dije y él rió.

— cero distracciones Ariana.

—perdón—me levante.—gracias por ofrecerme entrenar.

— gracias a ti por aceptar ¿como has estado estos tres días?

— lo sentido una eternidad, para la hora que es creo que Julieta no vendrá.

— por cierto, ella llamo ayer, lamento olvidarlo.

— ¿que dijo?

—que ahora estaba preparando a los nuevos cazadores, que a más tardar estaría aquí el sábado.

—cuatro días, cuando este aquí cumpliré una semana en este lugar.

El alfa se detuvo y yo también.

—¿quieres irte?—preguntó, evite su mirada.

— eso debo.

— debes... ¿pero que quieres?—abrí la boca intentando contestar pero esa risa se volvió a escuchar.

El alfa Evan y yo miramos a Dove reír junto a Jasper quienes entraban a la mansión, mi corazón dolió, mire a Evan y asentí.

— quiero irme—camine a la mansión con enojo.

Mi intención era ir a la habitación pero la voz de Dove me detuvo.

Jackson, Leah, Eluney, Jasper y ella estaban en la sala observándome.

— acompáñanos—dijo Dove sentada muy cerca de Jasper.

Entre a la sala y lance mi chaqueta al sillón.

Jackson la tomo y saco dos cuchillos de ahí.

— ¿por qué sigues con esto?—preguntó, Leah tomo el cuchillo sorprendida.

— Una artemisa siempre va protegida y no por hombres detrás de ella, sino por ella misma.

—claro—dijo Jackson sin interés.

—¿como es que conoces a Jack?—preguntó Dove.

Mire a Jackson y sonreí.

 

— lo conocí por medio de mi padre—hable— convivimos dos meses enteros juntos ya que mi padre dejo que se quedara en la mansión de cazadores, él y Cibran siempre entrenaban. Pero había algo en Jackson que no me gustaba, era que siempre seguía las ordenes

—y tú las desobedecías.

—solo las de mi abuelo, al segundo mes, antes de que Jackson se fuera y siendo ya muy unidos decidimos ir a cazar a dos desterrados que desobedecían. Julieta nos acompaño.

— ¿en donde demonios se harban metido?pregunte mirando a todos lados. Jackson caminaba al lado de Julieta y ella estaba preparada para atacar, por otro lado Jackson estaba asustado.

tengo que volver Arianadijo Jackson. 

Fastidiara de buscar me rendí, justo cuando solté mi arco un lobo se me lanzo encima, Julieta grito alarmandome más, Jackson se transformo y lanzo al lobo apartándome de él.

¡Julieta!grite al ver que otro lobo la atacaba.

El miedo se apodero de mí, grave error para una armitesa.

El aullido de Jackson solo me asusto más, el lobo había logrado morder su cuello.

Corrí al lobo y me lance a él pero el lobo corrió a un árbol y golpeo mi cuerpo contra el.

Julieta clavo una flecha en el pecho de lobo.

Caí al suelo  y lo último que vi fue a Jackson correr en su forma lobuna lleno de sangre, luego con la vista borrosa vi a mi padre.



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En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

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