Artemisa

VEINTIDOS

Al lado del lobo

Jasper no se apareció en la habitación toda la noche, mi pie ya no dolía. Me levante y me vestí como todos los días. La puerta fue tocada, deje escapar un bostezo y abrí.

— buenos días— dijo Cibran.

— pasa— deje que Cibran pasara, él se sentó en la cama y me observo— ¿que sucede?

— ¿sucedió algo con Jasper?— me senté a  su lado.

— ¿a que se debe la pregunta?

— Jasper, en la cena de ayer sus ojos estuvieron amarillos todo el tiempo y por el más mínimo ruido rugía, luego de un rato lanzo la comida a la pared y salio.

— es un dramático— dije y mi hermano negó.

— estaba molesta, ¿por qué?

Suspire resignada y me deje caer en la cama.

— aún quiero rechazar a Jasper y creo que no lo entiende, no puedo permanecer tiempo aquí, soy la artemisa. 

— entiendo esa punto pero ¿no sientes nada por Jasper? Por que en esta semana pudiste haber formado algún vinculo con él y si te separas de Jasper te dolerá.

— no me tiene que doler. 

— el lobo no me agrada pero es tu alma gemela, tienes que pensar bien tu decisión Ariana, eres una artemisa pero también humana, permítete amar y olvida las palabras de mi ab-

— ¿escuchas eso?— se escucharon gritos y gruñidos.

— algo sucede— dijo levantándose.

— es una manada, aquí siempre sucede algo— salimos de la habitación, mientras bajaba las escaleras lo vi y me detuve. 

— hijos...— Cibran me miro.

— abuelo...— dije caminando hacia él, pocos pasos no separaban, él dio el primer paso y me atrajo a sus brazos.

Este era uno de esos escasos abrazos que recibía.

— lamento tardar hija, pero ya estoy aquí— se alejo de mí y miro a Cibran—hay que irnos.

Tomo mi brazo con fuerza arrastrándome hacia afuera mientras todos veían.

— abuelo detente— hablo Cibran por mí.

Jasper me observaba sin expresión alguna.

— Cibran...— hablo mi abuelo en tono amenazante.

— ¿Que haces?— pregunte confundida.

— llevarte de aquí, no permitiré que permanezcas más tiempo aquí en este lugar rodeado de monstruos— los lobos que nos rodeaban gruñeran.

— si se la lleva rompería el acuerdo— dijo Eluney.

— ¿crees que esa basura me importa?— preguntó mi abuelo con arrogancia.

Mi abuelo tomo mi mano con fuerza, solté un quejido y él solo me apretó más fuerte.

Otra mano tomo brazo antes de cruzar la puerta, me alejo de mi abuelo y me coloco detrás de él.

— Es mi luna, no puede llevársela— hablo Jasper con calma pero podía escuchar su respiración agitada intentado controlar a su lobo.

— es mi nieta y no dejare que se quede a tu lado— mire a mi abuelo, de su bolsillo sacaba una cuchilla de plata.

— ni se te ocurra— dijo Cibran adelantándose.

— vaya... En verdad eres estúpido Cibran.

— con mi hermano no te meterás— hable  molesta y enfrentando a mi abuelo.

— hija...

— Ariana—el rostro de mi abuelo se arrugo—no me llames hija, abuelo.

— vengo a salvart-

— vienes a romper el tratado— reí— eso quieres y me usas ahora— estaba por acercarme pero Jasper tomo mi mano.

Apretó levemente mi mano, levante la mirada observando sus ojos verdes, una semana y un día ¿era eso suficiente para querer permanecer a su lado? No, necesitaba más, si Jasper lo intentaba yo lo haría.

Mire a mi abuelo y solté la mano de Jasper.

— Regresemos y se una buena Artemisa, no me avergüences— sus palabras quemaron algo dentro de mí.

— lo lamento...— dije— pero soy el alma gemela del alfa— levanto su mano y golpeo mi mejilla.

Sentí mi rostro arder y Jackson sostuvo a Jasper quien estaba molesto.

Esto era mi problema.

— largo— dije volviendo a levantar la mirada.

— eres una vergüenza, no mereces se la artemisa.

— ¡y porque soy la artemisa me debes respeto!— grite haciéndolo retroceder, camine a paso lento hasta que ambos llegamos a la salida— ahora vete de esta manada porque de lo contrario te quitare toda posición entre los cazadores, te haré basura si me retas.

Sus ojos eran como los de mi padre, pero los de Demian lograban atemoriza a cualquiera, él no tenia piedad y eso lo sabia perfectamente.

— Hay Ariana... pasare encima de todos, no importa que lleven mi sangre.

— no me asustas.

— deberías...— dijo alejándose.

Miles de escenas conmigo insertando una daga en su cráneo aparecieron por mi mente, volví a entrar y Jasper ya estaba tranquilo.

Suspire aliviada, había enfrentado a mi abuelo.

— quiero....— las palabras no salían de mi boca— Jaspero... quiero in— me detuve, en verdad era difícil.

— solo dilo— dijo mi hermano detrás de mí— no es tan difícil.

— lo es— dije y él rió.

—déjame te ayudo— miro a Jasper— Mi hermana te dará una oportunidad, lobo. Más te vale apreciarla o me encargare de colocar tu cabeza en mi habitación

Abrace a mi hermano.

— Gracias por estar aquí Cibran...— Cibran sobo mi espalda.

— no temas intentarlo de nuevo...

— la vampira despertó— La voz de Leo llamo la atención de todos.

— llevare comida para ella— dijo Eluney retirando se con Leah y Jackson.

— Iré con Leo para que no escape— dijo mi hermano dejándome solo con Jasper.

— ¿era en serio lo que dijo tu hermano?— preguntó Jasper acercándose a mí con una sonrisa.

— haré lo que pueda para quedarme... pero depende más de ti que de mí— sus manos tomaron mi rostro.

— haré todo para que te quedes— sus ojos viajaron a mis labios y me aleje.

— no te precipites— dije golpeando su hombro, él me miro serio y se acerco.

— ¿precipitarme? Pero si voy lento, has estado una semana aquí y no e podido ni tenerte en mis brazos más de un minuto porque huyes, créeme que vamos tan lento.

— eres tan exagerado.



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En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

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