Artemisa

VEINTICINCO

— traje comida para ambas— Dove entro con una bandeja llena de comida, Tamara se sentó y Dove puso la bandeja en la cama—coman, sé que lo necesitan.

— gracias...— agradeció Tamara.

— Ariana...— mire a Dove quien me observaba con pena—¿puedo hablar contigo?

— claro...Ahora vuelvo— le dije a Tamara y ella asintió.

Dove y yo salimos de la habitación cerrando la puerta detasa de nosotras.

— sé que me comporte como una— torció sus labios— sé que fui la peor, lamento mi comportamiento cuando te conocí, te pido me entiendas y puedas perdonarme. En verdad le tengo un cariño enorme a Jasper, él es muy importante para mí pues me apoyo cuando más lo necesitaba. Te pido puedas perdonarme Ariana, creo que todo lo que hice fue por envidia al ver que serias una gran luna, seras diferente y eso te hace única. No pienso meterme entre tú y Jas... Permiso...—intento irse y tome su brazo.

— perdonada...— sonreí y ella sonrió rodeándome con sus brazos.

— muchas gracias luna— dijo con emoción.

— no agradezcas— se separo de mí con una sonrisa en el rostro.

— ¿la vampira ya esta bien?— preguntó y negué.

— no, dice que extraña a su hija....

— Jasper, Jackson y Leo salieron a buscar algún rastro ¿crees que encontraran algo?

— lo du-

Gritos se empezaron a escuchar en la habitación.

Dove y yo entramos de inmediato.

Tamara sostenía su cabeza y gritaba con fuerza.

— Tamara...— corrí a ella y sostuve sus hombros— ¿que pasa? ¿que tienes?— pregunte asustada.

— no puedo... — dijo sollozando— no puedo...

— ¿que pasa?— pregunte asustada.

— están lastimando a mi hija... sé donde la tienen, por favor ayúdame.—pidió.

— No, salir de la manada seria peligroso— dijo Dove negando.

— es un niña— dije alarmada.

— Luna, no es lo mejor—inquirió Dove.

— iremos, trae a Cibran, dile que buscaremos a la niña.

— Lun-

— ve Dove— ella asintió. 

— vamos, te acompañare— dije saliendo con ella de la habitación—espérame aquí—corrí a mi habitación y fui en busca de mis armas. Tome todo lo que me sirviera sin olvidar mis flechas y arco.

Volví con Tamara, ella era una madre que necesitaba ayuda y estaba dispuesta a hacerlo. 

— vamos...— ella estaba con la mirada baja perdida en sus pensamientos— ¿Tamara?— la llame—reacciono.

— vamos...

Bajamos las escaleras y mire a Dove quien tenia una daga. Mire a Cibran buscando alguna respuesta, él era quien usaba ese tipo de armas, yo confiaba más en mi arco y cuchillos.

— ¿pero que haces con eso?— pregunte intentando arrebatárselo pero ella lo oculto detrás de su espalda

— yo se la regale— dijo Cibran.

—  además quiero acompañarlos...— dijo ella sonriendo, siempre con su sonrisa.

Iba a decirle que podía hacerlo con su loba pero recordé que ella no lo tenia, en mis planes de ahora estaba ayudarla a liberar a su loba.

— no es necesario Dove— dije y ella negó.

— quiero ir— mire a Cibran y él asintió. 

Salimos de la manada siguiendo a Tamara, llegamos a la frontera y los lobos no se interpusieron.

Salimos hasta llegar a una carretera, enfrente de nosotros estaba el otro lado del bosque, ese lugar ya no le pertenecía a Jasper.

— ¿sientes la esencia de tu hija?— preguntó Cibran y Tamara asintió empezando a correr.

Dove se quedo parada, me detuve y la mire.

— ¿pasa algo?— pregunte mientras Cibran y Tamara seguían.

— no confió en ella...— dijo Dove frunciendo el ceño.

— es normal, vampiro y lobos no suelen llevarse—ella me miro.

— es más que eso.

— solo busca a su hija, podemos ayudarla— Dove sonrió con pesadez.

— hubiera deseado mucho que alguien me hubiera ayudado como tú a ella.

— lo lamento Dove...— ella nego.

— ni un lobo o cazador fue capaz de ayudarme.

— ¿puedo saber como llegaste a la manda?— pregunte, sus ojos cubiertos por una capa de lágrimas me observaron.

— lo único que te pudo decir es que esta manada es mi hogar, llegue aquí sin un objetivo alguno pero ahora tengo muchos para quedarme. Me destrozaron Ariana... Huí de la tragedia y viví...

— ¿me permites ayudarte a liberar a tu loba?

— ¿quieres ayudarme?— preguntó confundida y asentí.

— nada me aria más feliz.

— gracias Ariana...

— es hora de continuar continuemos— pedí y ambas seguimos.

Alcanzamos a los dos y mire a Cibran estar agachado en el suelo tocando algo, me acerque a él.

— es sangre negra, pero parece de días y empieza desde la carretera.

— ¿crees que lobos como esos estén cerca?

— puede que su hogar lo este.

— hay que revisarlo.

— Claro pero no debimos venir sin ayuda de lobos.

— Jasper está en otros asuntos, quiere averiguar porque los lobos del sur están atacando.

— ¿como lo hará?

— matando desterrados, yo sugerí la idea.

— eres malvada hermana, corromperás al lobo.

— no exageres Cibran.

— hay que continuar— dijo Tamara, la seguimos hasta llegar a una parte más profunda del bosque, el lugar me era conocido.

— Ariana...— Dove estaba observando un árbol, paso su dedo por el tronco y me mostró la sangre negra...— es una tramp- —Un flecha atravesó el cuerpo de Dove.

— ¡Dove!— grite intentando correr a ella pero Tamara tomo mi cuello.

— lo lamento...— susurro tirándome.

Cibran disparo la primera flecha dándole a un hombre desde los árboles.

Me levante y observe el cuerpo de Dove.

La flecha pertenecía a un cazador, esto no podía ser cierto...

Tome mi arco con intención de disparar pero alguien golpeo mi pómulo con su puño.

Caí al suelo con un dolor inmenso. 

— ¡déjala!— grito Cibran.

Lo mire con dificultad, un hombre lo tenia atado de brazos, su vestimenta... eran cazadores. 



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En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

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