Artemisa

CUARENTAYCINCO

 

Abrí los ojos, Lily estaba tirada en el suelo y mi padre estaba siendo atado.

— ¡señor! ¡Es hora de inyectarle el suero!— grito alguien 

— aún no—dijo mi abuelo.—Helios, encárgate de ella...

— claro.

Mire a Julieta en la otra esquina.

— Son familia...—susurre sentándome con dificultad. 

— ya me canse de decirlo, no me importa en lo más mínimo.

— Detén esto—dije abriendo los ojos completamente.

— Claro que no, esto se detendrá hasta que los Venandi mueran, hasta que Demian tome el control y te aparte a ti del camino. 

El lobo se quejo de dolor intentando desatarse de las cadenas.

—¡no lo lastimen!—grite al ver lo que intentaban.

— Él ya no es tu padre, Ariana—dijo Helios.

— ¡lo usaron como si fuera un experimento! 

— Tu padre está mejorando nuestra especie.

— ¡No usaste ni siquiera una transformación ! ¡Lo usaron como un experimento, como si se tratase de una rata!

Tiraron un cuerpo delante de mí.

—¡Tamara!—grite.

Helios ato sus brazos y piernas con cadenas.

—¡suéltame!—grito Tamara empujando a Helios.

— no te resistas, que tú y Ariana serán parte de un juego.

Helios era un idiota.

Puso a Tamara delante de mí a una distancia de cinco metros, ¿que planeaba?

Tamara volteo al bosque, su mirada era de miedo y al ver quien era entendí.

— Hermano, te estaba esperando...

Uno de los cazadores se coloco delante de mí y otro de Tamara.

— empecemos el juego, tienes quince segundos para escoger a quien salvar, al terminar el tiempo dispararan la flecha.

Mire al cazador asustada.

— Tu artemisa... O la chica de la que te has enamorado.

Leo me miro asustado.

— Uno...—Helios empezó a contar.

Cada cazador vivía para proteger a los suyos, para cuidar a su líder y que su líder los cuidara a ellos.

— Diez...—el tiempo pasaba rápido dejándome ver el bosque por última vez.

—lo lamento...—escuche a Leo.

Cerré los ojos bajando la cabeza.

— Quin-

— no dejare que mueras—sentí mi hombro ser tocado ligeramente, intente levantarme pero Lily estaba abrazándome.

Ella se aparto, abrí los ojos observando la flecha atravesar su hombro.

El lobo se desato.

Al ver a Tamara Leo la estaba ayudando a desatarse.

— ¡Lily!—grito Helios—¡apartalo!—Mi padre se acercaba a Helios con enojo.

— Ve y busca a Sarai, tienen que volver a su hogar—Lily me desato.

—La flecha...— susurre

Ella paso su brazo  por detrás jalando la flecha.

Sus ojos se tornaron rosado y sus colmillos salieron soportando el dolor.

Tiro la flecha mientras su hombro sangraba.

—ve por Sarai... yo detendré a Apolo.

— Hey...—mire a un vampiro— síganme —mire a Lily.

— sal viva de esto—pedí.

Tamara y Leo siguieron al vampiro.

— no prometo nada...—Lily saco un kunai.

Seguí a Tamara.

— Ariana —dijo Leo al llegar a ellos.

— solo busquemos a mi madre...

— puedo presenciar a dos cazadores, así que supongo que uno de ellos es tu abuelo—no sabía quien era el vampiro pero lo seguí.

Al llegar a un árbol sesgo vi a mi madre luchar con Demian.

— ¡asesinaste a tu hijo, a mi esposo!—grito mi madre defendiéndose del golpe de Demian.

Corrí a Demian y lo aparte de mi madre dándole con mi puño en la mejilla.

— te matare...—hable volviendo a golpearlo.

— Eso sera imposible.

Demian saco un arma y sin darme tiempo disparo en dirección a mi madre.

—¡mamá!—grite corriendo a ella, me agache a su lado viendo la herida en su estómago.

— Tu turno...—antes de que lo hiciera Jasper golpeo su brazo y con su codo golpeo la nariz de mi abuelo.

Jasper lo tomo del cuello levantándolo del piso.

— Si no te asesino ahora es porque ella no me- —no deje que Jasper continuara.

Me levante y tome el cuchillo de mi madre.

Quede enfrente de Demian sin que Jasper lo soltara.

— Porque un monstruo merece la muerte—escupí en su rostro.

— soy un cazador... tu abuelo—rio.

— mataste a tu familia, corrompiste a los humanos... Un monstruo merece a la muerte, porque un monstruo es todo aquel que no tiene corazón—clave el cuchillo directo en su corazón.

Me aparte y Jasper lo dejo caer.

Jasper se acerco a mi madre y le cargo.

—  La llevare al hospital.

— Llévala a la mansión, que los cazadores la atiendan—pedí.

— ¿no vendrás?—preguntó.

— Aún tengo que acabar con algo...

Él miro hacia atrás.

—Dove...

—Lily—corregí, tome el arma de mi abuelo.

— ¿que harás?

— Regresare con Nea a la manada cuando acabe con esto, pídele a Jackson que se quede con ella mientras regreso.

— Claro...

—Ariana...—me acerque al escuchar hablar a mi madre.

—no hables, pronto estarás bien...—me extendió una jeringa.

— inyéctalo en tu padre, es lo que lo mantiene vivo... de lo contrario morirá.

— ¿Por qué?...—pregunte.

— él no fue transformado...

— es un experimento...—dije más para mi misma.

Corrí al lugar del que había salido, aliste el arma y mire a Lily mi padre, el cuerpo de Helios estaba tirado en el suelo, le di una mirada rápida, la sangre estaba esparcida por doquiera.

Mi padre estaba en el suelo, rasgando y gruñendo.

—lo lamento...—dijo Lily, estaba por acercarme para inyectarlo pero ella se giro—no lo hagas.

— Morirá.— comprendía...

—es lo mejor, Apolo ya no volverá a ser el mismo.

El pelaje de su cuerpo iba despareciendo.

Lily miro el arma.

— ¿pretendías matarme?—preguntó.

—no, pretendía matarlo...—trague fuerte, porque entendía a Lily, esto era lo mejor.

Mi padre volvió a ser el mismo.



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En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

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