Arzhvael (libro 1. El Origen)

Cap. 4 ¿Quiénes somos?

 

Eowaz miraba a los chicos con atención, parecía estar pensando lo que les diría y finalmente debió llegar a alguna conclusión que le satisfizo, porque comenzó a hablar.

  • Bien. Como acaba de decir acertadamente Samantha, ustedes son gemelos.  Sus padres, siento decirlo, fallecieron. Sus nombres eran Daniel y Amy Douglas.

Ambos chicos, aunque siempre se habían sabido huérfanos, conservaban la esperanza de que hubiese un error, de modo que la confirmación del asunto dibujó una expresión de profunda pena en sus rostros.

  • Es algo que lamentamos mucho  --  continuó Eowaz  --  Sus padres eran dos de los más poderosos y hábiles Arzhvaels que haya conocido.

Poderosos y hábiles, pensó Danny con ira, y con un creciente sentimiento de frustración se preguntó entonces, cómo demonios es que habían terminado muertos. Mientras que Samantha asumía la pérdida con un profundo dolor que caía por sus pálidas mejillas.

  • Danny  --  dijo Eowaz  --  Matar a un Arzhvael no es cosa fácil. Lo primero que deben saber  --  continuó incluyendo a Samantha en su mirada  --  es que no somos simples hechiceros, somos una raza muy antigua que se originó de la unión del Dios Baldr con una Elfa, razón por la cual somos casi inmortales. De esta unión nació el primer Arzhvael que a su vez daría origen a los que en el mundo en el que han vivido hasta ahora, se conocen como los celtas, aunque también nacieron miembros de nuestra raza entre las diversas civilizaciones que han poblado la tierra
  • Entonces cómo es que ellos fueron tan necios como para dejarse matar  --  escupió el frustrado chico obviando el resto de la información

Si Eowaz podía entenderlo, Samantha no, de modo que Danny sintió un doloroso golpe en su cabeza y a pesar de que nada se había movido a su alrededor, instintivamente supo que era ella. Aunque se volvió con el evidente deseo de decir o hacer algo, al ver sus ojos llenos de lágrimas, sintió una gran incomodidad que lo hizo desistir.

  • Verás  --  continuó Eowaz  --  se requiere de varias condiciones para ello. Ni un Firbolg ni un hechicero común, podrían matar a un Arzhvael, pero un Nemhain, que son nuestros enemigos naturales, sí. Sin embargo, para ello deben emplear una maldición muy complicada y deben, además, ser especialmente poderosos. La otra opción, es la sangre o la saliva de Midgard, que son un veneno para nosotros, hay antídoto para esto, pero debe actuarse de forma rápida, y también hay un conjuro, pero solo es manejado por los Nemhain.
  • Espere, espere  --  dijo Danny, antes de que el hombre siguiese hablando  --  ¿Firbolg? ¿Midgard? ¿Qué demonios es eso?  Y si existe un conjuro que los beneficia ¿Cómo es posible que sean tan necios como para no saberlo?

Los miembros alrededor del círculo lo miraban con distintos niveles de asombro. Aquel jovencito sin duda les daría muchos dolores de cabeza.

  • Les ofrezco mis disculpas   --   dijo Eowaz  --  He asumido erróneamente que sabían de qué les hablaba. Un Firbolg es un mortal común. Midgard, es una serpiente  --  aquí hizo una pausa

Decir que Midgard era un solo una serpiente, era suavizar bastante la verdad, ya que en realidad era una descomunal y peligrosa criatura descendiente de Jormungard, que había sido derrotada por Thor. Sin embargo, de momento lo consideró suficiente, después de todo, aquellos chicos solo tenían siete años, de modo que lo dejó así y continuó con el resto.

  • En cuanto al conjuro,  tu apreciación es justa, pero la magia de los Nemhain pertenece al lado negativo de la energía universal y se necesita una clase muy especial de Arzhvael para poder lidiar con ambos polos de la energía.
  • En otras palabras, no hay nadie lo bastante listo como para eso  --  concluyó Danny

Si antes estaban asombrados, ahora los presentes estaban decididamente irritados. Aquel niño superaba por mucho a su padre y algunos de los presentes recordaban vívidamente los muchos líos en los que se metió y las muchas horas de castigo que se ganó por ello, así como la mordaz lengua de Amy, la madre de aquel irritante pequeño.

  • Puede decirse, sí  --  convino Eowaz con cierta diversión ante el desparpajo del niño  --  El asunto es, que si bien es cierto que pueden herirnos gravemente, solo de la forma que acabo de mencionar es que pueden matarnos. Aunque también tenemos la opción de abandonar la vida por voluntad propia.
  • ¿Y quién sería tan necio como para querer eso?
  • Créeme  --  dijo Eowaz con una sonrisa serena  --  Puede darse el caso de que una herida grave produzca tanto sufrimiento que se decida abandonar el cuerpo. Así como también es posible que después de muchos años de vida, cualquier Arzhvael decida cambiar de estado y unir la suya a la energía universal.

De momento no esperaba que aquel chiquillo entendiese eso, para él la vida apenas comenzaba, pero si lograba conservarla  varios siglos, su visión sin duda cambiaría.

  • Entonces a mis padres los mataron los Nemhain  --  concluyó Danny descartando el que hubiesen podido ser atacados por una Midgard
  • Sí   --  dijo Eowaz  --  pero no un Nemhain cualquiera.
  • Nurión  --  dijo Samantha y todos la miraron
  • Así es  --  dijo Eowaz  --  fueron asesinados por Nurión.
  • ¿Y es de él de quien…?
  • Sí  --  completó Eowaz al ver que el chico dejaba la pregunta inconclusa  --  es de él de quien era necesario protegerlos.
  • Señor  --  dijo Samantha  --  ¿Hay algún motivo especial por el que este hombre quisiera matar a nuestros padres?




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