En los próximos días los niños fueron conociendo algunos detalles importantes. Por ejemplo, que aquella casa pertenecía a los Natchzhrer desde hacía varios siglos. Vlad vivía allí, porque por alguna razón que aún no sabían, no quería hacerlo en su propia casa.
Pero lo que les causó verdadera sorpresa, fue lo que sucedió la mañana antes de navidad. Habían bajado a desayunar con la intención de preguntar cuando irían a comprar lo que les faltaba, ya que Eve había comentado la noche anterior que aún faltaban cosas importantes. Sin embargo, apenas llegaron al final de la escalera, un grito los sobresaltó.
Samantha y Danny se miraron boquiabiertos y luego prestaron atención a la escena. Un niño rubio corría en dirección a Iván y se lanzaba en sus brazos.
Se acercaron con precaución, en ese momento el niño saludaba a Eve.
El chico se volvió y una gran sonrisa se dibujó en sus labios.
Los gemelos no podían estar más sorprendidos e indignados al mismo tiempo. Llevaban tres días allí e Iván no había mencionado ni una sola vez que tuviese un hijo. Sin embargo, él sí parecía tener pleno conocimiento de su existencia.
Luego Gail se volteó hacia Samantha y por un momento su sonrisa vaciló y sintió un vacío en el estómago cuando la miro a los ojos, pero se recuperó casi de inmediato.
A pesar de que las presentaciones ya habían sido hechas, Iván vio el desconcierto de los chicos.
Pasaron al comedor y unos minutos después apareció Vlad.
El desayuno pasó entre anécdotas y risas, lo que generó un clima de confianza entre los niños.
Una vez finalizado el desayuno, los chicos subieron por sus abrigos y bajaron inmediatamente ya listos para partir. Se encaminaron hacia la puerta pero Iván los detuvo.
Los tres lo miraron pero fue Gail el que habló.
Samantha y Danny recordaron el modo como habían llegado a Kelten la primera vez, y coincidieron con Gail en que no era especialmente agradable. En cuanto a la agradable, suponían que se refería al Overdrachter.
Pero si Gail sabía qué era aquello, los otros no.
Dicho esto, y aunque no estaban muy seguros de haber comprendido, siguieron a Iván y a los demás hacia el Salón. Iván se dirigió hacia una puerta en forma de arco muy ornamentado y colocó su mano sobre ella. Inmediatamente ésta se abrió mostrando un recinto que a Danny le recordó a un ascensor. Iván les hizo un gesto para que entraran, pero antes de llegar, Danny se detuvo y lo miró.
Una vez aclarado este punto, Danny se mostró más dispuesto a entrar. Fue tal y como les había dicho Iván, unos segundos después estaban en el Mall.
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Editado: 23.07.2022