Arzhvael (libro 1. El Origen)

Cap. 8 Mundo Mágico

 

En los próximos días los niños fueron conociendo algunos detalles importantes. Por ejemplo, que aquella casa pertenecía a los Natchzhrer desde hacía varios siglos. Vlad vivía allí, porque por alguna razón que aún no sabían, no quería hacerlo en su propia casa.

Pero lo que les causó verdadera sorpresa, fue lo que sucedió la mañana antes de navidad. Habían bajado a desayunar con la intención de preguntar cuando irían a comprar lo que les faltaba, ya que Eve había comentado la noche anterior que aún faltaban cosas importantes. Sin embargo, apenas llegaron al final de la escalera, un grito los sobresaltó.

  • ¡Papá!

Samantha y Danny se miraron boquiabiertos y luego prestaron atención a la escena. Un niño rubio corría en dirección a Iván y se lanzaba en sus brazos.

  • ¿Papá?  --  dijo Danny a su hermana
  • No tenía idea  --  dijo ella

Se acercaron con precaución, en ese momento el niño saludaba a Eve.

  • Vaya  --  decía Eve mientras lo abrazaba  --  sí que has crecido
  • ¡Ah!  --  dijo Iván cuando vio a Danny y a Samantha --  Ya están aquí

El chico se volvió y una gran sonrisa se dibujó en sus labios.

  • ¿Danny? ¿Samantha?  --  preguntó alborozado y caminó hacia ellos

Los gemelos no podían estar más sorprendidos e indignados al mismo tiempo. Llevaban tres días allí e Iván no había mencionado ni una sola vez que tuviese un hijo. Sin embargo, él sí parecía tener pleno conocimiento de su existencia.

  • Es una alegría que ya estén aquí  --  dijo el chico mientras tendía la mano a Danny  --  mi nombre es Gail  --  dijo sonriente mientras un aún muy asombrado Danny estrechaba su mano.

Luego Gail se volteó hacia Samantha y por un momento su sonrisa vaciló y sintió un vacío en el estómago cuando la miro a los ojos, pero se recuperó casi de inmediato.

  • Es un placer conocerte al fin Samantha  --  dijo estrechándole la mano

A pesar de que las presentaciones ya habían sido hechas, Iván vio el desconcierto de los chicos.

  • Lamento no haberlo mencionado  --  dijo --  pero quería darles una sorpresa.
  • Pues vaya que lo has conseguido  --  dijo Danny

Pasaron al comedor y unos minutos después apareció Vlad.

  • ¡Vaya, vaya!  --  dijo al ver a Gail  --  Llegó el pequeño terremoto
  • Si no dejas de llamarme así  --  dijo Gail intentando mantenerse serio  --  tendrás verdaderos motivos para quejarte.
  • Claro  --  le contestó Vlad mientras se sentaba en su lugar  --  porque no los tengo ¿verdad?

El desayuno pasó entre anécdotas y risas, lo que generó un clima de confianza entre los niños.

  • ¿Y cuándo iremos a hacer las compras?  -- preguntó el chico a su padre
  • Pues Danny y Sam, ya tienen sus uniformes y sus libros  --  le contestó  --  así que en cuanto terminemos de desayunar podemos ir por tus cosas y lo que a ellos les falta.

Una vez finalizado el desayuno, los chicos subieron por sus abrigos y bajaron inmediatamente ya listos para partir. Se encaminaron hacia la puerta pero Iván los detuvo.

  • Esta vez iremos de otro modo  --  les dijo

Los tres lo miraron pero fue Gail el que habló.

  • Papá   --  dijo el chico con fastidio  --  ¿Iremos de la forma agradable o la desagradable?

Samantha y Danny recordaron el modo como habían llegado a Kelten  la primera vez, y coincidieron con Gail en que no era especialmente agradable. En cuanto a la agradable, suponían que se refería al Overdrachter.

  • Iremos por el Dver  --  dijo Iván
  • Ah, pues me alegro  --  dijo Gail

Pero si Gail sabía qué era aquello, los otros no.

  • Recuerdan que les dije que teníamos diferentes formas de trasladarnos ¿no?  --  preguntó y los gemelos asintieron  -- Bien, todas las casas de los Arzhvael, están conectadas a un sistema de pasadizos que conducen a diferentes lugares  --  les explicó  --  y lo llamamos Dver.

Dicho esto, y aunque no estaban muy seguros de haber comprendido, siguieron a Iván y a los demás hacia el Salón. Iván se dirigió hacia una puerta en forma de arco muy ornamentado y colocó su mano sobre ella. Inmediatamente ésta se abrió mostrando un recinto que a Danny le recordó a un ascensor. Iván les hizo un gesto para que entraran, pero antes de llegar, Danny se detuvo y lo miró.

  • ¿Cómo funciona?  -- preguntó
  • Es sencillo, solo tienes que pensar en el lugar al que quieres ir y llegarás a él  --  dijo Iván  --  como viajaremos todos juntos y no saben a dónde vamos, yo lo haré por ustedes.

Una vez aclarado este punto, Danny se mostró más dispuesto a entrar. Fue tal y como les había dicho Iván, unos segundos después estaban en el Mall.

  • ¿Por qué no lo hicimos de este modo la vez anterior?  --  preguntó Danny  --  Es mucho más rápido.
  • Porque deben conocer todas las formas de traslado  --  le contestó Iván  --  ¿Acaso no te gustó nuestro Overdrachter?
  • Oh sí, es genial también  --  reconoció el chico, pero seguía pareciéndole mucho mejor ésta.




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