Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Cap. 09 El amor duele

 

Con el paso de los años y el incremento del número familiar, Giulian había decidido hacer unas pequeñas ampliaciones, mismas que Amy podría calificar de cualquier cosa menos de pequeñas mientras que Sam se divertía mucho. En honor a la verdad, Amy llevaba razón, porque el actual jardín de invierno y que por lo general era un espacio más bien reducido, ahora tenía las groseras dimensiones de un pequeño palacio anexo al original y que incluía aparte de varias fuentes ornamentales, un reducido lago artificial. En opinión de Armel, todo lo anterior hacía muy difícil una vigilancia efectiva y sin duda él tenía tanta razón como Amy. En ese momento, otra pareja conversaba a la orilla del mencionado lago.

  • Ya estoy cansada, Derian – decía Eurielle – o dejas de hacer el idiota con cuanta chica te pasa por el frente, o nos olvidamos de esto.
  • A ver – dijo el gemelo – el que yo sea amable con las chicas no significa que me interesen
  • ¿Ah sí?  Me gustaría ver cómo te iba si yo comenzara a actuar de la misma forma y comenzara a ser amable con todos los chicos – dijo y la expresión del gemelo se endureció.
  • Pues espero que no le tengas afecto a alguno, porque no quedará lo suficiente de ninguno que se atreva a…
  • ¿Lo ves? – lo interrumpió ella triunfante

Derian se dio cuenta tarde, que había caído en la trampa, de modo que se dio por vencido pues no quería discutir con ella. La rodeó con sus brazos y la besó.

  • Natasha – le susurró al oído – te juro que no me interesa nadie más que tú.

Eurielle iba a discutir, pero él volvió a apresar sus labios en un beso esta vez más apasionado que el anterior. Las manos de Derian comenzaron a acariciar la espalda de Eurielle haciéndola estremecer con el contacto. Con destreza el gemelo apartó la tela del vestido dejando al descubierto las femeninas formas. Mientras sus labios descendían quemando la piel de Eurielle, las manos de Derian habían cambiado de rumbo y acariciaban las piernas de la chica ascendiendo hacia su oculta femineidad. Cuando Eurielle sintió que otra piel invadía su cuerpo, la sangre hirvió en sus venas haciendo que respondiera a las hábiles caricias con un gemido ahogado. Las manos de Eurielle comenzaron su propio viaje de exploración y cuando se acercaban peligrosamente al centro del deseo de Derian, todas las alarmas se encendieron en el cerebro de éste.  Haciendo un inhumano esfuerzo, comenzó a retirarse con delicadeza. La miró a los ojos y ella le sonrió como dando su aprobación, pero Derian se apartó.

  • ¿Por qué? – preguntó Eurielle – ¿Acaso no te…? – pero él la silenció colocando un dedo sobre sus labios
  • No debemos cometer tonterías, Natasha – le dijo y se incorporó sentándose a su lado, pero mirando en otra dirección, necesitaba controlarse

Ella interpretó muy mal sus palabras y su actitud. Los ojos se le llenaron de lágrimas y se sintió terriblemente mal.

  • No me encuentras lo bastante atractiva – dijo dolida

Derian se desesperó, aún estaba luchando por serenarse y no se veía capaz de enfrentar una discusión con ella. Respiró profundo y se volvió hacia ella de nuevo.

  • Natasha trata de entender, eres demasiado atractiva. Hace un momento estuve a punto de perder el control y eso no es lo que quiero para ti.
  • No entiendo – insistió ella
  • Debemos hacer las cosas con calma y bien ¿De acuerdo?

Derian sintió que no se estaba explicando bien y por un momento deseó tener la habilidad de su gemelo con las palabras.

  • Pude haber seguido hasta el final – le dijo tratando de explicarse – pero si no lo hice, y créeme que me costó mucho, fue porque te amo Natasha, y quiero que hagamos las cosas bien.

Eurielle entendió y le sonrió agradecida. Él la ayudó a poner orden en su ropa y decidieron volver hacia la pista, pero ella decidió agregar algo que dejaría a Derian muy preocupado.

  • Aunque te entiendo y te lo agradezco, creo que es un esfuerzo inútil y te aseguro que no podremos

 

Derian abrió mucho los ojos y al verla caminar hacia la pista, pensó que realmente iba a estar muy difícil aguardar hasta la próxima primavera que era cuando se efectuaría la boda, de manera que decidió que lo mejor era hablar con su hermano para que le prestase asistencia y convenciese a Anne de adelantar todo, porque Eurielle parecía esforzarse en hacerlo faltar a la palabra que le había dado, aunque ella nunca se la había pedido.

 

Gema conversaba con Zoran y el chico, que nunca había sido de muchas palabras, en aquel momento estaba desesperado, ya que la trilliza parecía ser la única que no podía disfrutar de la celebración.

  • Ya son ocho años Zoran, ocho años sin Nat y sin Ik – le había dicho un momento antes – ¿Te das cuenta que eso es casi la mitad de nuestras vidas?

Si bien Zoran había desarrollado lo más parecido a una amistad con Iker McKenzie, y en realidad era el único que hasta su desaparición había podido llamar amigo, su relación había sido más bien corta, y aunque lamentaba mucho lo sucedido, le dolía mucho más ver a Gema en aquel estado, pues bien mirado, llevaba mucho más tiempo compartiendo con ella que el que pasó con Iker, de manera que estaba francamente desesperado. Sin embargo, como su capacidad para hablar siempre había sido dudosa, y aunque en los últimos años se había vuelto más comunicativo, igual no sabía qué decirle y se limitó a pasar un brazo por encima de sus hombros. Aquel inocente gesto que de ninguna manera significaba nada más que una simple expresión de solidaridad, despertó la ira de Giulian.

  • ¡Zimmerman! – exclamó




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