Cap. 29 En Asgard
Cuando Samantha recuperó el conocimiento lo primero que vio fueron unos preocupados ojos azules, pero casi golpeó a Giulian al incorporarse con violencia.
- ¡Princesa! – exclamó él
- Te dije que estaba bien y que solo estaba equilibrando su energía – dijo Paul
No obstante, y aunque normalmente ella no solía comportarse como su marido, sino que era sumamente amable con todos, en aquella ocasión no fue así, porque un segundo después se había desmaterializado arrastrando a Giulian con ella sin siquiera saludar a Paul.
Se materializaron en el patio central de Arx, pero allí solo estaban los escuadrones de krigers y cuando Giulian iba a preguntarle qué sucedía pues era evidente para él la agitación de su mujer, fue arrastrado nuevamente hacia el salón de juntas. Iván dejó una frase a la mitad al verlos materializarse.
- ¡Iván, los niños! – exclamó ella corriendo hacia él
Sin embargo, antes de que pudiese aclarar nada, hicieron su entrada los berserker y los presentes ahogaron una exclamación al ver el estado en el que venían.
- ¡Mael! – gritaron las chicas corriendo hacia él
- Tranquilas niñas, estoy bien – dijo él con su serenidad habitual
No obstante, y aunque ni Diandra ni Aderyn estaban de acuerdo en aquello de bien, porque tenía varias heridas por las que aun sangraba al igual que sus parientes, se hicieron a un lado para dejarlo acercarse a Iván.
- Hijo…
- Estuvimos en Rejett – comenzó Thorheld y todos se tensaron – Jarle nos dio aviso cuando Elijah le dio la señal. Cuando llegamos, alguien había roto las defensas, pero desde dentro hicieron volar la puerta que sirve a su vez de puente. No tuvimos ocasión de plantearnos cómo entrar, porque a continuación vimos que comenzaba a materializarse un camino de enredaderas no muy grande, pero que servía lo mismo, así que nos apresuramos a cruzarlo y comenzamos a atacar.
- ¿Pero y los niños? – preguntó Sam
- Ellos no llegaron a cruzar el puente, Nena – la tranquilizó Mael
- ¿Qué sucedió entonces? – preguntó Iván
- Intentamos localizar a Elijah, pues teníamos claro que todo aquello lo había organizado él sin duda, pero tú sabes lo veloces que son los natchzhrer – estaba diciendo Thorheld mirando a Iván – así que no podíamos distraernos mucho, pero finalmente lo vimos cruzar el puente enzarzado en una feroz lucha contra dos natchzhrer.
- ¿Y los demás? – preguntó Delos
- Asumimos que cruzaron antes – algo de lo que Samantha estaba bastante segura o Elijah no lo habría hecho
- Nosotros decidimos quedarnos en esa orilla para evitar que pasaran más vampiros hacia donde estaban los chicos – continuó Mael – y que tuviesen oportunidad de marcharse. No pudimos evitar que pasasen algunos, pero…
- ¿Pero qué? – preguntaron Samantha y Danny de forma idéntica
- ¿Dónde están los niños, Mael? – preguntó Daira que parecía a punto de desvanecerse
- No lo sé – dijo él
- ¡¿Qué?! – se elevaron casi todas las voces
- Verán – dijo Thorheld – algo debió molestar de forma extraordinaria al pequeño Elijah, porque repentinamente escuchamos un trueno, pero no uno cualquiera, sino uno que pareció abrir el cielo a la mitad, a continuación, varios rayos cayeron y el lugar se encendió como si miles de hogueras hubiesen brotado de la nada, pero apenas si tuvimos oportunidad de notarlo, porque de seguido se alzó un violento tornado que barrió con todo alrededor. Todo esto ocurrió en pocos segundos y cuando las cosas volvieron a la normalidad, los natchzhrer ya no estaban, no sabemos si porque tuvieron ocasión de volver dentro del castillo, si fueron calcinados por los rayos o arrastrados por el tornado, pero Elijah y los demás también habían desaparecido – concluyó
Las expresiones de todos los presentes iban desde el desconcierto hasta el horror dependiendo del caso. Iván se había llevado una mano a la frente y se había dejado caer en su asiento, pero en su caso, y aunque estaba bastante seguro que Elijah había logrado sacarlos a todos de aquel lugar, lo que lo preocupaba eran las consecuencias del ataque, ya que estaba igualmente seguro que Ioan no iba a quedarse tranquilo después de eso.
- Iván – escucharon la voz de Klausen que había ido junto con Iwerd a participar la extraña desaparición de Garlan – Nosotros vamos a regresar y a continuar con la búsqueda de McEwan
- ¿Qué? – preguntó Samantha – ¿Qué sucedió con Garlan?
Iwerd le hizo un sucinto relato de la extraña desaparición del arzhaelí.
- ¿Y no pudiste seguirlo? – preguntó Giulian con extrañeza mirando a Iwerd
- Eso es lo más extraño, cuando intenté seguir el rastro, este me llevaba a la nada – dijo él
- No se preocupen – dijo Sam después de escucharlo – él está con los chicos donde quiera que se encuentren
- ¿Disculpa? – dijo Klausen
- Ella tiene razón – intervino Alaric – cada vez que Gema está en peligro, alterada o enferma, Garlan parece arrastrado a donde quiera que ella se encuentre
- Pero eso es… imposible – dijo Klausen
- Decir eso es arrogante, Anton – escucharon una voz conocida y todos giraron las cabezas hacia la puerta por donde venía entrando Eowaz
- ¿Señor?
- Es arrogante, porque no nos asiste el derecho a adjudicarnos el conocimiento absoluto de todos los fenómenos que se suceden en el universo. Y, por otra parte, desde el momento que sucede, deja de ser imposible y no nos queda más que aceptarlo y prepararnos para intentar comprender por qué razón el universo lo hizo posible
- Sí señor – dijo Klausen apenado
- No te juzgues tan duramente Anton, solo reaccionaste como lo hacemos todos cuando nuestro limitado conocimiento choca contra algo que desconocemos, es decir, negándolo – le dijo colocando una mano sobre su hombro y luego miró a Iván – No me llamaste, pero en Velalaika sentimos una violenta alteración de la energía y decidí venir a ver qué estaba sucediendo
- No tienes que justificar tu presencia, Eowaz – le dijo él con cansancio, mismo que se notaba en cada centímetro de su rostro
- ¿Ustedes están bien? – preguntó Eowaz mirando en forma ostensible las heridas de Mael y de los otros berserkers
- Nada que un poco de agua y algo de descanso no pueda reparar – dijo Thorheld