Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Cap. 52 Espera

 

Si bien Iván había decidido sacar a Iker del bosque por los peligros que este entrañaba con la noche ya cayendo, cambió de parecer en cuanto al lugar en el que debía estar Iker.

  • ¿Qué? – preguntó Sam cuando él lo expuso
  • Es mejor de momento
  • No lo vas a apartar de nosotros – dijo Gemdariel
  • Gema, en este momento es mejor que no…
  • ¡Él no es un peligro, abuelo! – lo interrumpió ella
  • Gema…
  • ¡No! – insistió interrumpiendo a su madre – No dejaré que lo aparten de nosotros que somos su familia
  • Gema no quiero apartarlo, solo intento… protegerlo – concluyó Iván con frustración – Escucha, de momento necesita estar en un lugar con menos…
  • ¿Con menos qué?
  • Luz

El concepto de luz, al menos para Gemdariel, habría resultado poco comprensible teniendo en cuenta que sus ojos no la captaban, pero encontró una solución que, si bien no era de su gusto, no alejaría a Iker de casa.

  • Podemos acondicionar algún lugar en el sótano, uno donde esté cómodo y sobre todo que esté en casa – puntualizó

Iván sabía que había perdido la batalla, porque si lo había tenido difícil con Samantha, siempre le había resultado del todo imposible negarles ni la más mínima cosa a sus hijas, especialmente a esa hija. De manera que no tuvo más opción y marcharon a casa.

Gema se hizo cargo de los arreglos con la ayuda de las demás chicas excepto la de Sasha, pues ésta aún estaba en estado de shock por lo que había sucedido, así que Evrei y Megan estaban con ella.

  • ¿Dónde demonios está Cornwall? – vociferó Garlan una vez que Gema había ido a prepararlo todo
  • Fue con Mael y con los demás – le dijo Sam acercándose a él
  • ¡Aléjate de mí, niña!
  • Garlan…
  • Tú y tus hijos lo único que me han dado son problemas – dicho esto abandonó la estancia a toda prisa
  • ¿Qué le sucede ahora? – preguntó Elar
  • Nunca ha sido especialmente simpático, Elar, así que no tiene que sucederle nada para se muestre desagradable – contestó Amy mientras Sam juntaba las cejas

Iván que había estado preguntándose mientras volvían a casa, qué hacer con Gemdariel, finalmente pareció encontrar una salida.

  • Gema – la llamó cuando el lugar donde colocarían a Iker estuvo listo – ¿Podemos hablar un momento?
  • Claro abuelo, y siento haberte gritado, pero…
  • Descuida – la interrumpió él mientras la hacía sentarse
  • No puedo demorar mucho, porque Iker…
  • Es precisamente de él de quien quiero hablarte y no, no voy a demorar mucho – aclaró para que ella no se enfrascase en ello – Linda, entiendo que estés tan preocupada por él, porque todos lo estamos, pero Iker no está bien y no quiero mentirte con respecto a esto, nada bien – puntualizó
  • ¿Puede… puede… morir?
  • Sí – reconoció el – no es probable que un vampiro lo haga, pero su caso es diferente, porque está recién transformado y en esas circunstancias es más vulnerable.
  • Pero no entiendo, no fue atacado ni nada de eso, así que…
  • Escucha, es posible que lo encuentres terrible y en realidad lo es, pero su supervivencia depende de que pueda alimentarse y no lo ha estado haciendo
  • Pero tú dijiste que podías ayudarlo con eso y Nat dijo que lo tenían controlado
  • Bueno…
  • ¿Me mintieron? – preguntó en tono de incredulidad y por varios motivos
  • ¡No amor! – exclamó Iván – Es solo que… esto lleva tiempo
  • Pues lo estamos perdiendo, así que…
  • Gema, Gema – la detuvo Iván cuando ella se puso de pie – No es tan sencillo, amor, y tu presencia no ayuda

A Iván le había costado todo el esfuerzo del que era capaz decirle aquello, y su corazón se hizo pedazos al ver la expresión de Gemdariel. Sin embargo, mientras Iván se preparaba para ser gritado, insultado y posiblemente golpeado, la chica conservó una maravillosa calma al dirigirse a él.

  • ¿Por qué?

Aunque Iván tenía toda la intención de decirle la verdad, el enorme dolor que había percibido en ella lo hicieron cambiar de opinión, pero esto planteaba el problema de qué decirle ahora y tuvo que improvisar con rapidez.

  • Gema, una de las cosas más importantes para alguien que está en la posición de Iker, es la tranquilidad mental, pues supongo que entiendes que, para lograr controlar su necesidad de sangre, debe estar en perfecto dominio no solo de su mente, sino de sus emociones. De manera que la angustia que le produce el saberse capaz de lastimarte o de lastimar a alguien más, anula lo anterior. Por todo esto es mejor que no estés cerca, porque, además, no lo hará feliz que nadie esté presente cuando deba alimentarse, y sabes que es necesario que lo haga o… bueno, no podrá salvar su vida




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