Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Cap. 53 En proceso

 

Samantha, y aunque estaba muy preocupada por Iker, se dedicó a atender a Erskin, pues con todo lo sucedido nadie había vuelto a pensar en la elfa, incluida ella misma hasta que Niove pidió hablar con ella.

  • Señora – dijo doblando una rodilla ante ella en cuanto fue conducido hasta su presencia
  • No tienes que hacer eso – dijo Sam
  • Sí, sí tengo, porque no solo eres la heredera, sino que vengo a solicitar tu asistencia
  • Bien, pero igual no tienes que hacerlo –insistió Sam muy incómoda mientras Darien sonreía en forma maligna
  • Señora, mentiría si dijese que esto fue lo que se me ordenó, pues no tuve oportunidad de hablar con mi señora Nairel una vez que entregué a Erskin como estaba previsto, de manera que lo que te pido lo hago en nombre propio
  • Está bien – dijo Sam – ¿Qué necesitas?
  • Nada para mí, lo que pido es que le devuelvas la salud a Erskin
  • Y me encantaría hacerlo, Niove – dijo Sam con tristeza – pero yo no soy una elfa y sabemos que lo que necesita es la sanación que puede otorgarle la energía elfica. Sin embargo, no tienes que preocuparte, ya hablamos con Alaric y él fue a buscar a su madre.
  • Mi señora Ysberyr no puede venir en este momento
  • ¿Cómo lo sabes?
  • Porque es una de las mejores arqueras de su bosque y no lo abandonará para venir a atender a Erskin – dijo él
  • No creo que si…
  • Créeme mi señora, no lo hará
  • Bien, entonces buscaremos otra manera y estoy segura que la vamos a encontrar, porque como ya te dije, no es que yo no quiera hacerlo, sino que no puedo, aunque no he dejado de intentarlo
  • Puedes – dijo él – Tú eres la heredera, así que tienes poder sobre todas las criaturas de esta dimensión, y aunque como dije no pude hablar con mi señora Nairel, estoy seguro que nos envió aquí por ti

Aunque Samantha no estaba muy segura, igual que no lo había estado cuando haló con Iván del mismo asunto, fue con él, pues nada perdía con seguirlo intentando, ya que no era como en el caso de Iker que ahora pertenecía al mundo de la energía negativa, pues Erskin pertenecía al de la energía positiva, y comprobaría que Niove había tenido razón, pues si bien en un inicio le había parecido que no adelantaba nada, en esta ocasión Erskin comenzaría una acelerada recuperación.

  • Niove – dijo mirando al elfo después de ocuparse de Erskin – ¿Por qué Nairel pidió que fuese Iker quien rescatase a Erskin? Porque me parece que tú habrías podido sacarla de allí con menos riesgo
  • No lo sé – dijo él – no discutimos sus órdenes y lo que sí sabemos es que siempre tiene un motivo para darlas cuando lo hace

Samantha no haría más preguntas y se dedicaría a atender a la chica durante los siguientes días hasta conseguir su total recuperación, pues lo había consultado con Eowaz y éste le había aconsejado hacerlo con calma, ya que una descarga grande de energía positiva podía hacerle más daño que bien, algo que parecía haber quedado comprobado con el ingreso de la chica a su bosque natal.

Con quien las cosas no mejoraban, sino que empeoraban, era con Iker, pues nadie había logrado convencerlo de beber la sangre de los Uzkys.

  • ¿Quiere decir que arriesgamos nuestras cabezas para nada?
  • Siempre lo haces por nada, Dreo Samuel – dijo Eve

Dreo era loco, pero no estúpido, de manera que sabía que había cosas que no podía hacer y no hacía, como, por ejemplo, discutir con Eve cuando estaba de tan mal humor.

Las dos grandes ausentes por aquellos días habían sido las hermanas McKenzie, pero mientras nadie parecía estar muy preocupado por Aria, ya que sabían exactamente dónde estaba, no era el caso de Lizzy y en realidad Daira estaba al borde de la locura cuando Jonathan había regresado de la cacería.

  • ¿Cómo que no sabes dónde está? – le había preguntado
  • No dijo a dónde iba y nadie…

Daira no pudo concluir o al menos Jonathan no la escuchó, porque se desmaterializó hacia Averdeen.

  • ¡Elijah! – exclamó nada más llegar
  • ¿Qué sucede, tío? – preguntó Armelí separándose de Ian
  • ¿Dónde está…?
  • ¿Me buscabas, padrino? – preguntó Elijah que llegó en compañía de su progenitor
  • ¡Sí, y quiero que…!
  • En principio baja la voz, Jonathan – dijo Mael en tono peligroso – Primero, porque sabes lo mucho que nos molesta eso, y segundo, porque al que estás gritando es mi hijo
  • Lo sé, pero también es el que sabe dónde está la mía

Ian y Armelí se miraron con la misma expresión de extrañeza, porque al igual que Elijah y por alguna absurda razón, pensaron que se refería a Aria, y hasta donde sabían, ella estaba en Francia. Pero del mismo modo que sabían eso, al menos Elijah compuso expresión de ira, ya que él sabía algo más con respecto a eso y era en principio la razón de que Dreo y Brendan estuviesen con él al momento en que fueron arrastrados por Elijah cuando él sintió la alteración de su madre. No obstante, el chico conservó la calma, pues había tenido tiempo suficiente para entender lo que su hermano y su primo habían intentado hacerle entender antes, es decir, que lo que hiciese la loca de Aria no era asunto suyo.

  • A ver padrino, eso lo sabes tú tan bien como yo, aunque quizá no todo – puntualizó – así que no entiendo por qué vienes a preguntármelo
  • Escucha muchachito, no sé una maldita cosa, pero estoy seguro que tú sí, porque Lizzy no respira sin que tú lo sepas. Así que ahora mismo me vas a decir quién es el mal nacido del que mi hija está enamorada y con quien probablemente está en estos momentos.
  • ¿Qué? – preguntaron Ian y Armelí




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