Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Cap. 59 Francia

 

Zidan se había presentado en Averdeen en cuanto había recibido el llamado de Thorheld, de modo que Iván y Daira se hicieron a un lado, pero Mael tuvo que apartar a Samantha.

  • ¡Suéltame! – exclamó ella – Es mi hijo y…
  • Nena, en este momento no puedes hacer nada por él
  • ¡Claro que puedo!
  • No, no puedes – dijo Zidan – estás alterada y si no te tranquilizas no podrás hacer un uso correcto de tu energía. Entiendo que es tu lopcyk y que estás preocupada, pero así no serás de ayuda para él

Los ojos de Samantha se llenaron de lágrimas y tanto Mael como Giulian tenían deseos de patear a Zidan, pero el primero entendió que él solo había expuesto una realidad mientras que Giulian quien usualmente entendía poco, entendía mucho menos cuando alguien hacía sufrir a Samantha, de modo que Iván tuvo que hacerse cargo de él.

  • Cálmate Giulian, ella te necesita y no podrás hacer nada por ella si estás intentando apalear inútilmente a alguien que con solo levantar una mano te enviaría al hospital ¿comprendes?

Una vez que Iván logró su objetivo, y aunque nunca le había gustado emplear su poder en sus amigos, Mael colocó a Sam en brazos de Giulian y se volvió a observar lo que hacía Zidan, aunque en realidad no había mucho que ver, pues el berserker trabajaba en la energía de Elijah como explicaría a continuación.

  • No ingirió nada perjudicial para su organismo, y lo que está experimentando es reflejo de algo que le está ocurriendo a alguien muy unido a él

Los presentes clavaron sus ojos en Samantha y en Mael que eran los que usualmente causaban en Elijah las más diversas reacciones y dependiendo de la situación en la que se encontrasen. El asunto era que ambos estaban perfectamente si no se tenía en cuenta el ánimo que Mael había exhibido en los últimos días. Sin embargo, fue este mismo individuo el que emitió una exclamación que era lo único que explicaba el estado de su hijo.

  • Elizabeth – dijo girándose hacia Thorheld – Se acabó – agregó sujetándolo por la camisa – Si sabes dónde está y tengo pocas dudas de que así es, vas a decírmelo ahora mismo
  • Held…
  • ¡Maldición Thorheld, puede estar…!
  • Cálmate, estoy seguro que…
  • No se trata de ella – intervino Zidan en su tono habitualmente pausado – No tienes que preocuparte por ella, todo sucede a su tiempo y cuando debe suceder. Ella está bien.

Era muy posible y casi seguro que Mael estuviese en absoluto desacuerdo con Zidan, pero no tendría tiempo de decir o hacer nada al respecto, porque en ese momento Elijah abrió los ojos y saltó hacia adelante.

  • ¡Aria!

Aquel grito que tenía todo el tinte de la desesperación aclaró el panorama con extrema velocidad, o al menos lo hizo para los miembros de la última generación, en especial para Brendan y Dreo, y fueron precisamente ellos dos los que se abrieron paso hasta Elijah.

  • ¿Dónde? – preguntó Brendan, pero no estaban muy seguros de que Elijah los estuviese escuchando, porque parecía estar viendo la cosa más horrorosa del mundo
  • ¡Maldición Elijah! – exclamó Dreo sacudiéndolo – Dinos dónde demonios está o mejor aún, no perdamos tiempo y vamos por ella

Algo extremadamente insólito sucedió a continuación, porque mientras todos miraban la escena entre la sorpresa y la confusión, escucharon la voz de Iker.

  • En Francia y está en verdadero peligro

Aquello y si bien sorprendió aún más a la familia, pareció sacar a Elijah de su abstracción, porque desapareció a toda velocidad arrastrando de nuevo a Brendan y a Dreo que eran quienes lo tenían sujeto.

  • Esta es una muy desagradable costumbre y voy a apalearte, Elijah Daniel – murmuró Eve antes de seguirlos al igual que todo el grupo de los menores, pues los berserkers presentes ya lo habían hecho

Samantha estaba por desaparecer cuando la voz de Eugene irrumpió en el salón con el urgente mensaje para su hermana y su cuñado.

  • Deben venir de inmediato, Aria fue secuestrada

Las más horrorosas imágenes invadieron las mentes de todos, pues recordaron la ocasión en que Eurielle había sido secuestrada y por quiénes, de manera que todos se giraron  ver a Garlan que era quien comandaba el grupo que había estado siguiéndole la pista al grupo que perseguía a Samantha.

  • No es probable – dijo él al comprender lo que los demás estaban pensando – no estamos en la víspera de ninguna celebración de tipo ritual, la última tuvo lugar hace poco y no se han registrado desapariciones desde entonces
  • Estás consciente de que esos sujetos están locos, ¿verdad? – preguntó Dan – De modo que dudo que necesiten un motivo
  • Y ciertamente tenemos una desaparición – agregó Giulian

Dan y Giulian habían dicho aquello sin pensar que Daira estaba allí y emitió una exclamación ahogada, mientras que Jonathan tenía una expresión de fría ira y era mejor para el responsable de aquello fuera quien fuera, que no se pusiese nunca frente a él.




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