Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Cap. 61 Desastre

 

Iván, Giulian y Dan se habían apresurado a hacer un veloz inventario de los resultados de aquella incursión, y lo primero que registraron les causó tanto preocupación como ira.

Varios de los arzhaelíes y recordando lo que le había sucedido a Jonathan en una oportunidad anterior, se habían quitado sus skiks colocándoselas a algunas de las niñas, entre ellos Urs, Jason, Greg, Alaric, Mael y por supuesto Garlan que era el primero que lo había hecho incluso antes de que ingresasen allí cuando la echó por encima de los hombros de Gema. Pero, aunque habían desviado con bastante nivel de éxito las balas que iban hacia ellos, cuatro resultarían heridos, a saber, Alaric, Jason, Greg y Garlan, pero en el caso de este último había sido por pura necedad en opinión de sus compañeros, porque mientras ellos habían estado ocupándose de protegerse lo mejor posible, aquel infeliz ni se había molestado ocupado como estaba protegiendo a Gemdariel quien, por cierto, no necesitaba ser protegida. De manera que Iván se apresuró a enviarlos al hospital mientras que Giulian le enviaba rápido aviso a Paul.

Jonathan había partido con Arianell, Mael con Elijah, y Alexander se había hecho cargo del traslado de Samantha, porque su desmayo había causado una reacción en cadena dejando sin sentido a los gemelos y a las trillizas, algo que preocuparía mucho a Iván y a Giulian, porque si bien era usual que los gemelos sufriesen lo mismo que su madre, y en Elijah era lo habitual, en el caso de las trillizas no, de manera que un angustiado Brendan se hizo cargo de Galadriel, Ares de Gamariel y Zoran de Gema mientras que Eve y Dreo se habían encargado de los gemelos.

Nathaniel se había acercado con precaución a Iker, porque estaba perfectamente al tanto de que después de lo que su primo acababa de hacer, era muy posible que se sintiese miserable, pero también sabía que justo en ese momento podía ser también muy peligroso debido a la desmedida ingesta de sangre.

  • Déjalo – escuchó a su lado antes de que llegase a él
  • No puedo. Lo más seguro es que…
  • Lo más seguro es que te golpee y luego intente suicidarse – dijo Izek con su característica brutalidad para decir las cosas – Vete a casa, yo me encargo de él
  • No voy a dejarlo en tus manos – dijo Nat mirándolo con ira – No evitaste que esto sucediera y lo más seguro es que…
  • Sabes que es inútil, fenség. Él es un vampiro y no puede oponerse a su naturaleza sin perecer
  • Mi padre…
  • Tu padre, y aunque sigue necesitando la sangre…
  • No, no es así – porfió Nat, así que Izek lo miró por unos segundos, y luego agregó
  • Él fue educado para ello desde que era un niño, pero McKenzie no
  • Pero va a lograrlo
  • Tal vez – dijo Izek y comenzó a caminar hacia él, aunque agregó – Si sobrevive

Nat y como era habitual, tuvo deseos de apalear a Izek y se cuestionó la conveniencia de dejar a Iker en sus manos, y en cuanto los vio desaparecer, elevó una silenciosa petición a los Dioses para que protegiesen a su primo y que Izek no lo impulsase a hacer nada demasiado malo.

 

Una vez que todos los heridos o inconscientes fueron trasladados a Arx, Iván, Dan y Giulian echaron un vistazo alrededor. Aquello parecía un auténtico campo de guerra con partes humanas tiradas por todas partes y cadáveres desangrados tirados de cualquier manera. Como Iván ya se había calmado y como solía sucederle después de una batalla especialmente sangrienta, se preguntó por qué los seres humanos se empeñaban en destruirse de aquella manera, aunque él mismo hubiese participado en el asunto, y aunque no era el caso en aquella ocasión; pero lo que más pesar le causó fue recordar que muchos de aquellos jóvenes desangrados habían perecido a manos de Iker, o al menos eso creía él.

  • Tenemos que arreglar este desastre – dijo Dan sacándolo de sus negros pensamientos
  • Si me preguntas, no creo que valga la pena, Dan – dijo Anielka
  • Los gemelos pueden encargarse – agregó Armelí

Después de pensarlo un momento, tanto Dan como Giulian pensaron que era la mejor idea de la noche, pues comenzaba a despuntar el alba y por abandonado que luciese aquel lugar, sin duda en breve comenzarían a transitar personas por allí cerca y ellos no tendrían tiempo de arreglar todo antes de que eso sucediese, así que sin duda la idea de las gemelas Haider era la mejor y miraron a Iván solicitando autorización, de manera que él emitió un suspiro cansado.

  • Háganlo

Más tardó él en decirlo que las manos, o al menos las de Ethan, se convirtiesen en un par de potentes lanzallamas. Ian se unió a su hermano en la tarea, y aunque entre ambos hacían casi innecesaria la participación de Giulian y Dan, igual se unieron y en breve estaban en medio de una enorme hoguera. Iván se había llevado a las gemelas, porque si a aquellos cuatro no les afectaba el fuego, no era el caso de las chicas y de él mismo.

  • Ya está hecho – dijo Dan
  • Volvamos a casa – agregó Giulian y los cuatro se desmaterializaron cuando a lo lejos se escuchaba una sirena posiblemente de los bomberos de la zona

Cuando se materializaron en el hospital todo el mundo parecía estar de carrera. Erik había dado aviso a su madre y ella se había trasladado junto con su padre y su hermano quienes intentaban ayudar con los heridos. Sin embargo, el asunto no lucía sencillo, pues Paul y su equipo que eran los que sabían cómo tratar aquella clase de heridas, y si bien habían actuado con la mayor celeridad en la extracción de los proyectiles, ahora lidiaban con el envenenamiento que causaba a la sangre arzhvael el material de los mismos.




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