Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Cap. 68 Discutiendo

 

Como cabía esperar, todos los que habían sido testigos de la extraña y horrorosa – en opinión de muchos – situación que se había suscitado en los calabozos, abandonaron los mismos en un estado cercano al shock; pero mientras los chicos se iban al hospital que era donde suponían había llevado Mael a Elijah, Iván arrastró a los arzhaelíes a su despacho y no porque no quisiese ir a ver a Elijah, sino para evitar un desastre mayor.

  • ¿Qué sucede contigo? – preguntó Giulian por el inconsulto traslado
  • Nos impide que vayamos a buscar a Jonathan – dijo Dan que era el más lógico entre él y Giulian
  • Y me parece una enorme necedad, porque aparte de que debe saber lo que está sucediendo – puntualizó Garlan – igual va a enterarse
  • Garlan, ni siquiera sabemos qué es eso – dijo Iván en tono preocupado
  • ¿De veras? – preguntó Alaric
  • Pues si tú lo sabes, me encantaría que lo explicaras
  • Vamos Iván, tal vez no sepamos los detalles, pero lo básico es evidente
  • ¿Y qué es lo básico? – preguntó él
  • Aquí lo único que hay que saber es que por alguna razón ese desgraciado va tras Aria – dijo Giulian
  • Eso no tiene mucho sentido – murmuró Iván en forma pensativa
  • ¿Sentido? ¿Desde cuándo un Uzky lo tiene? – preguntó Dan
  • Ni siquiera son capaces de razonar – opinió Garlan
  • Creo que lo que escuchamos hace un momento demuestra el enorme error de esa afirmación Garlan
  • No es que yo sepa mucho más que ustedes – intervino Alaric de nuevo – pero hemos destruido muchos asentamientos Uzky y en algunos casos, pocos, pero en algunos, hemos rescatado a unas pocas infortunadas criaturas a las que mantenían cautivas y sabemos con qué fin
  • Pero eso es diferente, eran firbolgs – dijo Giulian
  • Firbolgs, brujas y algunas otras – lo corrigió Alaric – De manera que, en mi opinión, para eso la quería
  • ¡Pero es una arzhvael! – exclamó Dan mirando a Alaric del mismo modo que lo miraban Giulian y Garlan y como si acabase de decir una enorme herejía

Iván pensó que la comunidad arzhvael no andaba muy desencaminada cuando calificaba a Dan y a Giulian como los mayores exponentes de la arrogancia y de conducirse como si en verdad su raza tuviese una clase noble. Y en el caso de Garlan que estaba en la misma posición, lo que complicaba aun más las cosas era su volatilidad, misma que hizo rápida aparición.

  • ¡Yo mismo voy a quitarle la cabeza a ese hijo de perra!

Afortunadamente Iván y Alaric lo conocían lo suficiente y sabían que el necio aquel reaccionaría como si el desgraciado Uzky acabase de asesinar a una hipotética reina madre, de modo que se apresuraron a detenerlo.

  • ¡Cálmate Garlan! – le ordenó Iván

Aunque les llevó un rato conseguir la mencionada calma de alguien que parecía haber nacido sin ésta, Iván no dejó de vigilar al otro par que podía dar la misma clase de problemas, aunque al menos de momento no sería así.

  • Cuando dije que eso no tenía sentido – retomó Iván un poco después – no me refería al posible secuestro
  • ¿Posible? – lo interrumpió Giulian
  • Cállate y escucha Giulian – dijo Iván y luego miró de nuevo a Alaric que parecía el único que conservaba cierta tranquilidad – Si la quería con ese fin, ¿No te parece algo extraño que Aria parezca tan interesada en protegerlo?
  • Conociéndola, puede haber un sinfín de razones
  • Pero además parece que hubiese alguna clase de… relación entre ellos
  • Bueno, no tengo una explicación para eso, pero…
  • ¡No la tienes porque no la hay! – le gritó Giulian, pero Alaric no le prestó atención
  • … no podemos olvidar que es hija de Jonathan McKenzie y no es que ese infeliz pueda haberle heredado algo que no tiene como es la cordura – completó Alaric
  • Yo creo que la mejor idea es la de Garlan – acotó Dan
  • Sin duda – lo apoyó Giulian
  • Pues no sé qué estamos esperando – dijo el padre de la discutida idea

Iván supo que al menos de momento no iban a llegar a nada, y que lo mejor por hacer era, o bien encerrar a aquellos tres, o por lo menos mantenerlos muy vigilados, porque, aunque por regla general estaban peleándose entre ellos, había cosas como la presente en la que podían estar muy de acuerdo y de hecho así era. Un poco después y mientras se dirigía a ver a Elijah, pensó que Eowaz seguía teniendo razón y que por mucho que estudiasen, supiesen o viviesen, había un mundo de cosas que ignoraban.

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Los más jóvenes y si bien estaban tan asombrados como sus padres, una vez que recuperaron la calma comenzaron a discutir el asunto, o sería más preciso decir que iniciaron un tenaz interrogatorio a las chicas.

  • ¡Con un demonio, Brendan Iván, ya te dijimos que no sabemos nada! – le gritó Eve cuando se hartó
  • No le grites a Brendan, Eveska – dijo Nathaniel en tono helado




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