Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Epílogo

 

Mael, Lizzy y Samantha se habían precipitado hacia donde había caído Elijah; Iván se había dirigido hacia donde Jonathan intentaba reanimar a su mujer; y los demás ni siquiera estaban muy seguros de lo que había ocurrido. Pero mientras todo esto tenía lugar, los arzhaelíes recibieron varias alarmas de diversos lugares.

La primera que recibieron fue la de Loeiz Argevyll, y la misma se debía a que dos de las cuatro comunidades elficas estaban siendo atacadas por los Drows. Iván estaba por dar la orden a Giulian para que convocase con rapidez a su escuadrón cuando se presentó la figura de Waleska.

  • Iván, Arx está siendo atacada por una horda de Uzkys

Mael dejó a Elijah y se puso de pie con rapidez, pues él era el comandante en jefe de los arqueros y urgía su presencia.

  • Yo voy contigo – le dijo Lizzy
  • Es mejor que te quedes con Elijah, porque…
  • Olvídalo señor Berserker, no pienso quedarme aquí, porque tienes por costumbre dejarte apalear

Aunque aquello estaba muy lejos de la realidad, Mael sintió algo muy cálido en su pecho, pero no podía perder el tiempo y sujetándola partieron hacia Arx al igual que los miembros de la familia que eran más diestros en el manejo del arco. De lo que se había perdido Mael, era que en cuanto su hijo había escuchado la palabra Uzky, parecía haber salido del trance en el que lo había dejado lo recientemente sucedido y casi había llegado a Arx primero que los demás.

Iván le estaba dando órdenes a los krigers que usualmente vigilaban Averdeen, relativas a la seguridad de la propiedad, cuando les llegó la tercera voz de alarma esta vez en la figura de Philip.

  • Iván, estamos sufriendo un ataque de vampiros en Rusia

Iván se tensó al escuchar aquello, y aunque normalmente evitaba participar en aquellos enfrentamientos, dada la situación decidió ir junto con sus hombres.

  • ¡Papá! – lo detuvo Nat
  • Olvídalo – le dijo él
  • ¿Por qué? Si yo voy es posible…
  • No
  • Nosotros tenemos tanta oportunidad como tú – intervino Iker
  • He dicho que no – dijo manteniendo su posición – ¡Vadik! – exclamó y ahora miró a Izek – Te hago responsable por la seguridad de mi hijo y de Iker, si abandonan Averdeen, te juro que voy a perseguirte y a quitarte la cabeza

Aunque estaba siendo directamente amenazado, a Izek se le dibujó una sonrisa en los labios, porque los ojos de Iván eran dos rubíes encendidos, su piel se había tornado azulada, y aunque sus incisivos no se habían extendido, todo en él gritaba lo que era.

  • Ja fenség – le contestó

Iván odiaba de forma visceral aquel tratamiento, pero en aquel momento no tenía tiempo para molestarse, y como en realidad lo único que le interesaba era que Izek le obedeciese, no dijo nada. No obstante, Nathaniel era otro asunto y había comenzado a protestar cuando todos quedaron paralizados cuando la figura traslúcida de François Lemoine se presentó ante Iván.

  • Iván, fuimos atacados en el salón de la plenaria. Kelan Dalgleish está desaparecido y Kenneth McKenzie está gravemente herido

Nat se olvidó de su pleito con Iván quién en cualquier caso no estaba como para prestarle atención y se giró con rapidez hacia Iker, porque independientemente de si su primo tenía buenas, malas o inexistentes relaciones con Kenny, aquel seguía siendo su padre. Izek pensó que tendría que lastimar seriamente a Iker, y aunque no tenía ningún inconveniente con eso, sabía que esto le traería problemas con Nathaniel, pero decidió que era mejor un Nathaniel furioso que un Iván en la misma situación, porque el segundo era un vampiro mientras que el primero no.

Iván por su parte, sintió que repentinamente el mundo se le venía encima, y un poco más tarde cuando los jefes de escuadrón se reuniesen a rendir sus respectivos informes, pensaría que lo vaticinado por Thorheld se había hecho efectivo, porque con aquel ataque masivo, la guerra que se habían esforzado en evitar, había dado formal inicio.




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