Arzhvael (libro 11. La ira de los Dioses)

Cap. 23 Circunstancias

 

Gemdariel había ido a la habitación de Elijah, pero apenas entró, se sintió golpeada por la pesada tristeza de todos los que estaban allí.

Aunque Elijah amaba con locura a todos sus hermanos, desde aquel lejano día en el que se enteró que una de sus recién nacidas hermanitas nunca podría ver, y luego de sentir algo horrible en su interior, pensó que su pequeño corazón se hacía pedazos al percibir el dolor de su madre. Sin embargo, de algún modo reunió las fuerzas para moverse y cuando no había nadie en la habitación de las niñas, él había entrado yéndose derecho hacia la cuna de Gema. Gracias a su condición, él podía identificar sin posibilidad de error a cada una desde que le habían dicho quién era quién.

  • Hola Gema, yo soy Eli, tu hermano – dijo estirando el bracito y acariciando la mejilla de la niña – No importa si no puedes verme y si no lo haces nunca, porque te prometo que siempre voy a cuidarte y que mis ojos serán los tuyos

Desde entonces, y, aunque Elijah sabía que los gemelos Douglas, Iker y Nathaniel, se habían constituido en una especie de guardia permanente para Gema, él nunca dejó de estar perfectamente enterado de sus pasos, y si por cualquier motivo se veía en la necesidad de alejarse mucho, Blaidd quedaba a cargo. De manera que podía decirse con justicia que Gema estaba en el mismo estatus que sus padres para él.

Que las niñas de la familia adorasen a Elijah, con independencia del trato que él les diese, y que podía ser muy tierno con aquellas que como Galadriel, Lyserid o Denielig que eran relativamente tranquilas y dulces, o que se pasase la vida riñéndolas como sucedía con Gamariel, Eve, o Arianell cuyos comportamientos eran caóticos; en los casos de Gema y Denielig, esa adoración había sido extrema, así que la trilliza, aunque era valiente, decidida y muy terca, en aquel momento sintió que su mundo se hacía pedazos con ella dentro.

Aunque Mael estaba literalmente desecho, percibió con claridad aquel otro dolor y corrió sujetando y sacando a Gema de la habitación, pero no había terminado de colocarla en su cama cuando cuatro individuos hicieron violenta aparición. Giulian y Garlan se precipitaron hacia la cama haciendo a un lado a Mael con escasa delicadeza, mientras que Iker y Nathaniel clavaron sus ojos en los de él.

  • ¿Hermano? – dijo Nathaniel en un tono en el que había más reproche que una simple pregunta
  • Está así por Elijah – dijo Iker que ya había tenido oportunidad de enterarse

A pesar de que con posterioridad Mael sumase aquello a la ya larga lista de las habilidades con las que Iker los estaba sorprendiendo, en ese momento se limitó a asentir y sin agregar nada volvió con su hijo.

Las próximas treinta y seis horas fueron terribles, porque Elijah parecía ser el centro del universo no solo de las chicas, sino de los chicos, y verlo en aquella situación los estaba matando a todos.

Brendan había tenido que pausar su dolor y cabe destacar que estando tan unido a Elijah desde la cuna, era mucho, y muy al estilo de su padre, lo había enterrado para poder sostener a Galadriel como hiciese en su tiempo Vlad con Eve. Los gemelos Douglas nunca en toda su vida, habían visto a las gemelas Haider tan destruidas. Michel había perdido la batalla por darle algún consuelo a Lys, porque Eli, Brendan y él, habían sido amigos toda la vida y él mismo no podía con aquella horrible sensación que le producía verlo así. A Derian no le estaba yendo mucho mejor, porque aparte de que lógicamente le dolía el dolor de su hermano, nunca había sido bueno con las palabras y ya no sabía qué decirle a Eurielle para que dejase de llorar de aquel modo. En el caso de Darien quien se había tenido que hacer cargo era Atenea, no porque a ella no la afectase, pues naturalmente y como todas las chicas, adoraba a Elijah, sino porque nunca, en todos aquellos años, había visto a Darien en aquel estado. A Ares no le había ido especialmente bien, porque si bien era cierto que, como todos, ver a Elijah en aquellas condiciones lo tenía muy mal, los gemelos Cornwall habían sido sus amigos desde el primer día de escuela, y al igual que a su hermana, lo estaba matando ver a Darien que ya parecía enfermo, pero sumado a ello, Gamariel reaccionaba de la peor manera cuando se sentía herida y no había forma de controlarla, de modo que ya había destrozado medio salón con él dentro. Eve era la otra que reaccionaba muy mal, de modo que estaba furiosa y en sus presentes circunstancias aquello era no malo, sino catastrófico, así que Iván, Vladimir y Dreo, tuvieron que aplicarse mucho y esto los distraería un tanto de su propio dolor, pero sería Dreo quien se llevaría la peor parte. Alex, y aunque había intentado tranquilizar a su hermana, había terminado por marcharse a toda prisa, porque todo aquel sufrimiento de Elijah le recordaba mucho al propio.

Los adultos estaban tan destrozados como los más jóvenes, y en los casos de Danny, Gail, Diandra, Aderyn y Enid, en quien pensaron fue en Mael, porque exceptuando a Enid que no había visto por lo que él había tenido que pasar como lo habían hecho los otros, pero que lo sabía igual, tenían un doble dolor, el de ver a Elijah en aquel estado de sufrimiento, y el de saber que Mael no solo estuviese experimentando el dolor de su hijo, sino que para él era como estar viviendo el propio de nuevo. Y los demás se sentían igualmente destrozados por ambos y la admiración por Mael creció muchísimo, porque había que ser una clase muy especial de persona para pasar por todo aquello, sobrevivir y continuar.




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