Arzhvael (libro 11. La ira de los Dioses)

Cap. 43 En Averdeen

 

Si los chicos que estaban en Rejett habían tenido un día difícil, no les había ido mucho mejor a sus parientes, pues en cuanto notaron la ausencia de Eve, la pobre Elar colapsó por completo al imaginar dónde podía estar, algo que generaba pocas dudas al comprobar que Dreo y Vladimir tampoco estaban. Iván se vio en la penosa necesidad de dejar inconsciente a su esposa, pero luego tuvo que enfrentar la ira de sus amigos, y si ya era mal asunto que Giulian y Amy estuviesen de acuerdo en cualquier cosa, que se les uniesen Dan y Daira, lo convertía en catástrofe. No obstante, si sus contemporáneos habían hecho causa común en su contra, no era el caso de la generación siguiente, porque una vez libre de los primeros, los segundos se acercaron a él.

  • Niños – comenzó con cansancio – les aseguro que, si pudiese, yo mismo me quitaría la cabeza, así que lo único que puedo hacer es lo que ustedes impidieron
  • Amo a papá, Iván – comenzó Sam – pero sabes que te amo del mismo modo a ti, y al menos esperaría que me conocieses lo suficiente como para saber que sería la última persona en el mundo que te culparía por algo que de hecho no es tu culpa
  • Y estás claro en la vida, si supones que te vamos a dejar cometer una estupidez como la que estás pensando – dijo Gail
  • Sabemos que eres muy fuerte y todo eso, pero si nos obligas, te aseguro que ni Di ni yo tendremos inconveniente en meterte una flecha de espino para inmovilizarte – amenazó Danny con su delicadeza habitual
  • Preferimos que lo pases mal por eso y no en manos del estúpido que te rifaste como padre – agregó Diandra

Como todos sabían que aquella pareja adolecía por completo de delicadeza, nadie se sorprendió ni se molestó en pedirles la misma.

  • Iván – dijo Aderyn con más suavidad y los ojos llorosos – No nos causes más dolor yendo a un lugar del que sabemos no podrás regresar
  • Papá, es posible que en las últimas horas hayas tenido ganas de apalearme, y es un hecho que yo me sentí furioso contigo por lo sucedido con los uzkys, pero no por eso estoy más dispuesto que mis hermanos a dejarte hacer una locura como esta, y sabemos que yo sí puedo lastimarte seriamente, aunque no es lo que quiero

A pesar del enorme dolor que estaba sintiendo, el escucharlos y verlos allí, fue un bálsamo para su adolorido corazón.

  • Creo que tendrás algunos problemas para hacer tonterías, señor Natchzhrer – le dijo Sam abrazándolo como lo estaban haciendo Aderyn y Di, pero mientras las abrazaba, miraba a Mael
  • No podría imaginar ninguna circunstancia en la que quisiera apalearte, Mael
  • Seguro que no, ese es mi terreno, así que respétalo como yo respeto el de niño bueno que es de tu exclusiva propiedad, hermano – bromeó Gail

Iván sonrió, les dio un beso en la frente a las chicas, pero luego se dirigió a su nuera.

  • Aderyn, sé que estás mortificada y de veras lamento que Eve haya arrastrado a Vladi y a Dreo en esto – dijo mirando a Di también

Sin embargo, Dany, Gail y Diandra rieron, aunque él no le veía nada gracioso al asunto.

  • Iván – dijo Aderyn sujetándole el rostro - ¿Desde cuándo Vladi ha necesitado ayuda o ser arrastrado para meterse en problemas?
  • Y ciertamente nosotros superamos el trámite de la preocupación hace mucho – aclaró Diandra – ¿O es que has olvidado que Dreo parece haber inventado él mismo el concepto de problema?
  • En verdad eres muy necio papá, pero ninguno de nosotros lo somos como para preocuparnos por ellos
  • Iván – dijo Dany y él cerró brevemente los ojos – Como dijo Di, Dreo agotó nuestra capacidad para preocuparnos, o al menos por él, y si no fuera estúpido, creo que casi podríamos sentir conmiseración por Ioan y su partida de cretinos, porque nosotros conocemos a esos tres, pero ellos no, así que en breve estarán desesperados por las lindas maneras de Eve, la delicadeza de Dreo, y la incisiva lengua de Vladi.

Aunque escucharlos podría causar gracia, Iván estaba justamente preocupado por lo que él también sabía de aquellos chicos, porque los vampiros a diferencia de los arzhvaels, no se contentarían con sacudirlos o el menos intentarlo como hacían éstos, sino que irían directamente por sus cabezas sin más trámite cuando los niños agotasen su inexistente paciencia.

Los miembros de la última generación no era que no estuviesen preocupados, ya que sabían lo mismo que los mayores, lo que los preocupaba era no saber qué planeaban sus primos, pues así resultaba más difícil ayudarlos.

  • ¿Por qué tienen que hacer las cosas de este modo? – preguntó Derian con fastidio – Nos complican mucho la vida
  • Voy a apalear a Vladi cuando regrese – dijo Lys con ira
  • No digas tonterías, Lys – dijo Elijah
  • ¿Tonterías? Primero tú y Alex, después Lizzy, luego Aria y ahora éstos…
  • Cálmate Lys – le dijo Michel abrazándola
  • ¿Elijah? – dijo Brendan pues él estaba pensativo, pero siguió así, y como Arianell no se distinguía por su paciencia, caminó hacia él
  • ¡Eli! – exclamó haciendo que él juntase las cejas
  • Tenemos que esperar – dijo él mirándola mal
  • ¿Esperar qué exactamente?
  • Apuesto cualquier cosa a que Eve fue hasta allá con intención de matar a Ioan, algo más bien difícil, pero no por eso dejará de intentarlo
  • ¡Pero va a matarla! – exclamó Denielig con una nota de pánico
  • No, no lo hará – dijo Alex
  • Alex, el tipo es un asesino – dijo Ian
  • Seguro, pero ya olvidaron lo que dijeron de Iker




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